Defenestrada como la película enseña del llamado peor director de todos los tiempos (quien denominó así a Ed Wood no conocía, sin duda, la excelsa filmografía de Bruno Mattei) , reconocida gracias al maravilloso biopic que Tim Burton realizó a mediados de los noventa, famosa por ser la última aparición en pantalla de Bela Lugosi, resulta obvio que todo lo que se ha dicho sobre la escasa calidad de este filme, sin ser falso, es una exageración. Ojo, no estoy diciendo que sea buena, ni siquiera pasable (es REALMENTE MALA), pero estoy seguro que todo el mundo ha visto alguna película mucho peor que esta.

Recomendable aunque sólo sea por disfrutar del olor a rancio que desprende, entrañable en su patetismo, debo reconocer que tal vez no sería tan clemente con esta cinta de no haberme conmovido tanto la citada biografía de Tim Burton y la prodigiosa interpretación de Johnny Depp en esa cinta, pero, aunque no fuera así, me remito a lo ya dicho: es una película horrorosa, paupérrima en todos los sentidos, pero ¿la peor de la historia del cine? ¡Anda ya!