Nos vemos allá arriba

Hay cierto ‘refinamiento’ en parte de la película que la hacen cargante, muy cargante.
No sé, debe ser un virus que ha contraído un determinado tipo de cine francés, desde hace mucho tiempo, un virus, por lo visto, bastante contagioso.

No le aconsejo que no la vea, pero me da que si sabe de qué virus hablo, tampoco le va a gustar.

De nada.

Este es otro ejemplo de una película que por el argumento, la historia de una estafa, ambientada en Francia, entre 1918 y 1920, bajo la sombra de la Primera Guerra Mundial, podría estar bien pero que uno intuye que va a ser un horror. Y efectivamente es así, me estoy pensando darle el uno. El caso es que se trata de la adaptación de la novela homónima escrita por Pierre Lemaitre, no confundir con el intelectual y miembro de Acción Francesa, Jules Lematre, fallecido en 1914, y publicada en el 2013. Por supuesto no la he leído y visto lo que ha salido de ella en esta obra, se me quitan todas las ganas. De todos modos, si su interpretación es la que le da Albert Dupontel, que ha afirmado que: "El beneficio, la búsqueda del beneficio, la avidez insaciable puede provocar guerras, las ha provocado y cuando la guerra termina continúa dando dinero. Esto es lo que cuenta el libro de Pierre Lemaitre", es una estupidez de novela. Quien quera ver en la primera guerra mundial una conspiración capitalista provocada por "aristocracias ajadas" para enriquecerse es un ignorante y además un sectario del corral socialista.

Aclarado esto, si os preguntáis por qué me parece tan mala esta "Nos vemos allá arriba", mi respuesta está en el título. Cierto que también podía haber añadido que es una película cobarde, si quieres asesinar a un personaje mátalo, no hagas que se muera solo para no mancharte las manos, o maniquea progre, un malo casi psicópata presumiblemente de derechas viene siempre muy a mano para cualquier trama, me ciño a lo dicho. Inmoral, porque nos ensaña que quitarle la morfina a los inválidos de guerra o incluso robar el dinero que las personas ingresan en el banco, se ve que el tío tiene un radar para saber de dónde viene ese dinero, si es fruto de la especulación o no, son actos meritorios; miserable, porque estos sinvergüenzas no sólo pretenden estafar a la administración pública, sino que encima lo hacen traficando con el dolor de los que han perdido a sus seres queridos durante la Gran Guerra. Fea, porque sus personajes y tramas son grotescos, falaces, burdos, la salida de Madeleine (la guapa Émilie Dequenne) es para ponerse a vomitar, nada de lo que pasa puede gustarte. Ver SPOILER.

La temática recuerda a la clásica "Johnny cogió su fusil" en su tono antibelicista y dramático plasmado en la tragedia personal de un grave mutilado de guerra. La puesta en escena de algunas secuencias es impactante. Lo que pasa es que la acción y la ambientación están hipertróficamente exageradas. A la historia le falta cohesión y llega a resultar indigesta. Es una lástima porque la película es bastante singular.