La comunidad

Después de muchos años, por fin una historia Made in Spain interesante, que te atrapa y no te deja quitar ojo de la pantalla hasta que acaba. Una fenomenal radiografía de la sociedad (española): cínica, egoista y despiadada. En general, los personajes están, como requiere el papel, exagerados y por momentos sobreactuados. Pero se perdona. Lo mejor: ¿el guión estará basado en hechos reales?

Son muy pocas las veces en que uno ahora pueda salir bien satisfecho de ver una película ya sea por su frescura o autenticidad, pero esta comedia negra demuestra que todavía existen raras excepciones…

Álex de la Iglesia demostró en el año 2000 que aún existían directores de gran talento capaces de crear una historia de lo más sencilla que se desenvolviera en un espacio de lo más reducido y donde sus mayores bazas fueran su reparto y su auténtica originalidad, que reside, en este caso, a su divertidísimo guión.

Carmen Maura nos brinda con una extraordinaria interpretación de una mujer que trabaja en una inmobiliaria que debido a una serie de fortuitas circunstancias terminará con 300 millones de pesetas del difunto vecino de un bloque de pisos y con una comunidad de vecinos un tanto peculiar que matarán, traicionarán y perseguirán a todo ser vivo que se interponga entre ellos y el dinero.

Lo a más a destacar de la cinta que nos ocupa es su grado de autenticidad, ya que se trata de una comedia con un humor muy negro y con unos personajes muy variopintos y muy típicos, interpretados por un elenco de actores sencillamente sublime, pues todos ellos desempeñan su labor con gran maestría. Habría que destacar la labor de actores como Emilio Gutiérrez Caba o de Sancho Gracia. Aunque quien realmente se lleva la guinda del pastel es la sublime actuación de Terele Pávez, totalmente injustificable que no se llevará un premio Goya a la mejor interpretación segundaria.

Para aquellos que no estén familiarizados con el estilo de su director, es probable que se sientan al principio un tanto perplejos o perdidos por el aura que reside en toda la película, pero estamos ante una comedia de lo más genuina que pueda verse actualmente y no únicamente en todo el cine español y con una original desbordante muy difícil de encontrar últimamente.

El film presenta además situaciones de lo más grotescas e inesperadas pero que si llegamos a reflexionar, no están ni mucho menos alejadas de la realidad. Todo un soplo de aire fresco.

La cinta además tiene referéncias a clásicos como "Psicosis" con una banda sonora muy similar y con otros elementos con la única intención de ofrecernos una imagen de lo más grotesca, esperpéntica y auténtica de sus situaciones y personajes.

Una vida triste, aburrida y perra puede tocar a su fin con un golpe de suerte, como por ejemplo un premio millonario que te da la oportunidad de soltar amarras y de empezar una nueva vida. Pero, tal vez, tu antigua vida no quiera dejarte marchar.
Tanto en el caso del anciano al que los números de la suerte eligieron como el de la vendedora de pisos que se topó con la fortuna cara a cara, su presente no aceptó convertirse en pasado e hizo uso para intentar retenerlos de una comunidad de vecinos que representan lo peor de lo peor del ser humano: envidia, amargura, odio, codicia, visceralidad, irracionalidad, falsedad, instintos asesinos…
Alex de la Iglesia construye un relato de personajes y ambientes grotescos, hundidos en el fango, caricaturas la mayoría pero que nunca dejan de parecernos reales, quizá porque sabemos que, en determinadas circunstancias, el ser humano puede llegar a ser eso o incluso más (sólo hay que ver la jubilación de 70 años y los 35 años para calcular la pensión que proponen los empresarios para ver hasta qué punto pueden ser cabrones los seres humanos con tal de llenar la saca propia).
El espectador se sumerge hasta el fondo en las miserias del relato y termina angustiado por el acoso y derribo que se sigue contra el personaje de Maura, que sin embargo participa de la codicia que reina en el ambiente como la que más. Un buen ritmo narrativo y unas interpretaciones muy logradas conforman un producto de grato visionado.
El motivo por el que le he puesto un 7 en vez de un 8 es por el final, que no me termina de convencer, lo veo demasiado ajeno al ambiente que se ha ido dando durante el resto del metraje.

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Más críticas en:
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Una de las peores cosas que te pueden pasar en la vida es que tus vecinos te hagan la vida imposible, pero que encima todos los vecinos del bloque sean casi como una pandilla de zombis capaz de hacer cualquier cosa por conseguir algo que tienes tú, es para ponerse los pelos de punta.

Carmen Maura está en el zénit de su carrera en ésta película, fabulosa. Es de esas personas que casi consideras parte de tu familia, con un encanto tan natural que no tiene que hacer nada para gustar, simplemente gusta. No hay derecho a que ésta mujer envejezca, uno se la quiere imaginar siempre como en ésta peli, con una madurez asombrosa, y con su inconfundible dulce voz de niña-mujer, que hoy en día sigue intacta.
Es un filme que te engancha desde el principio hasta el final, y del que no te quieres perder ni un segundo, intrigante, frenético, claustrofóbico, y muy ágilmente dirigido.

Un amigo y yo estábamos hablando el otro día de las inefables reuniones de vecinos que soportamos (por obligación o por morboso gusto), y de las desquiciadas e incomprensibles desavenencias de las que somos testigos (que sí unos gritos exharcerbados en una lucha por ganar 5 centímetros más de garaje, que si un juicio por un armario de más...). No importa la clase social ni la educación de la que provengan los susodichos, todos los vecinos de una comunidad están dispuestos a convertirse en Mr. Hydes si se les presenta la más mínima excusa. Mi amigo llegó a la conclusión de que la gente descarga su ira en esas inenarrables y ridículas disputas como modo de evasión tras llegar quemados de sus trabajos y sus vidas.

Así pues, no es de extrañar que De la Iglesia no haya podido elegir mejor escenario que el de una comunidad vecinal (donde los vecinos se "matan" entre ellos y las miserias humanas se cristalizan) para su mejor cine gamberro y macabro. No soy demasiado fan del cineasta (me parece un gran realizador, pero como guionista nunca me había convencido) pero "La comunidad" es sin duda su obra más acertada. Por fin un largometraje de De la Iglesia se sostiene y desarrolla con buenos mimbres argumentales; su guión lleno de misterio, ambiciones, conspiraciones y asesinatos; y con unas dosis justas de humor cargado de agudeza (nunca es demasiado evidente pero tampoco pasa de manera imperceptible) aporta la necesaria sustancia, hallazgos y detalles para embaucar sin sacrificio al espectador en una historia bien entramada que además está narrada con mucha destreza.

Porque De la Iglesia se luce en su realización, llena el thriller de dinamismo con un ritmo bastante adictivo y un desarrollo nervudo. Desde la excelente elección de planos, pasando por el raudo montaje y la fotografía (por fin me camela ese estilo cutre "typical spanish" en una historia) llegando hasta la apropiada banda sonora de Barros... no hay nada que no merezca una mínima loa.

Y luego tenemos a Maura (rodeada por un escaparate de tétricos secundarios), la otra razón de ser de la película junto con De la Iglesia. Confirmado queda que es una de las mejores actrices que ha dado España... y confirmado queda que merecería haber tenido más cantidad de papeles tan jugosos como éste. En su personaje de magnética avariciosa Maura está irónica, divertida, cómplice, humana, potente, cautivadora... en estado de gracia.

Así que sí: de esta comunidad que divierte y espeluzna no se puede escapar. Esta sinvergonzonería negra bien urdida nunca deja de tener su enjundia.

Lo peor:...