Donbass
2018 

5,5
1.607
Drama
Película que narra en 12 episodios la situación en el este de Ucrania, donde se enfrentan los partidarios de Rusia y los que apoyan el gobierno del país. Siete de estos episodios están directamente inspiradas en vídeos reales publicados en YouTube. Cuando se llama “paz” a la guerra, cuando la propaganda es presentada como la verdad, cuando se llama “amor” al odio, es ahí dónde la misma vida comienza a parecerse a la muerte. (FILMAFFINITY) [+]
2 de abril de 2022
2 de abril de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película necesaria para entender (aún a falta de unos sólidos hechos históricos previos) lo que ocurre en un de las regiones más conflictivas del continente europeo.
A través de unas sólidas actuaciones y unas recreaciones reales de la violencia allí generada, se muestra una realidad dura y nefasta de lo que es la guerra, la lucha por los intereses y los conflictos ideológicos de un pueblo que al fin y al cabo tienen el mismo origen.
Muy necesaria de ver y reconocer en unos tiempos actuales en este 2022 con la guerra Rusia-Ucrania.
A través de unas sólidas actuaciones y unas recreaciones reales de la violencia allí generada, se muestra una realidad dura y nefasta de lo que es la guerra, la lucha por los intereses y los conflictos ideológicos de un pueblo que al fin y al cabo tienen el mismo origen.
Muy necesaria de ver y reconocer en unos tiempos actuales en este 2022 con la guerra Rusia-Ucrania.
29 de septiembre de 2022
29 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una mirada entre surrealista e hiperrealista, la película aborda doce situaciones de la vida bajo la guerra en lugares indeterminados de la llamada "Nueva Rusia", en la Cuenca del Donets (más conocida por la abreviatura "Dombás"). La crueldad, la corrupción, la impunidad y el engaño emergen al amparo de un supuesto ejército rebelde y ante la resignación, la indiferencia o, incluso, la complicidad de la población.
La película, estrenada en 2018, es anterior a la invasión militar de Ucrania por el ejército ruso en 2022. Pero refleja ya una situación de guerra, y viene a transmitir la idea de que las autoridades prorrusas, el ejército y hasta la población civil son profundamente fanáticos e inmorales. Es difícil comprender bien lo que ocurre desde hace décadas en Ucrania y el Dombás sin conocer la historia más o menos reciente, que yo particularmente desconozco. Admitido este desconocimiento, da la sensación de que la película solo retrata el hundimiento moral de la mayoría prorrusa, y lo hace sin dejar un resquicio de excepción.
Y no es que dude de la veracidad de estas situaciones, ya que, según parece, muchas de ellas están basadas en vídeos reales de Youtube. Pero al ver la película, especialmente en los momentos de mayor intensidad emocional, me resulta difícil asociar la crueldad únicamente con un bando o una idea, en este caso el bando prorruso. Y parece que este es el punto de vista de la película: denunciar las atrocidades de los rebeldes prorrusos y la impunidad con la que operan.
Sin lugar a dudas, la denuncia es una tarea esencial del cine y de las artes en general. Pero pienso que el arte, cuando tiene una vocación moral, también debe dejar un resquicio a la alternativa, una pequeña posibilidad a la esperanza, al sentimiento de humanidad. Como este no parece ser el caso, se hace difícil escapar a la sospecha de que se quiere reclutar moralmente al espectador.
A diferencia de esto, parece más humano el mensaje de "La carga", de Ognjen Glavonic (Serbia, 2018), donde el protagonista refleja una profunda desazón ante lo que intuye que está ocurriendo (la limpieza étnica en Kosovo).
Dicho esto, "Donbass" es muy potente desde el punto de vista fílmico y dramático, y es eficaz para explorar adónde pueden llevar el fanatismo y la alienación instigada por los nacionalismos. En este sentido, la película ilustra con crudeza una lúcida frase de François Mitterrand: "El nacionalismo es la guerra".
La película, estrenada en 2018, es anterior a la invasión militar de Ucrania por el ejército ruso en 2022. Pero refleja ya una situación de guerra, y viene a transmitir la idea de que las autoridades prorrusas, el ejército y hasta la población civil son profundamente fanáticos e inmorales. Es difícil comprender bien lo que ocurre desde hace décadas en Ucrania y el Dombás sin conocer la historia más o menos reciente, que yo particularmente desconozco. Admitido este desconocimiento, da la sensación de que la película solo retrata el hundimiento moral de la mayoría prorrusa, y lo hace sin dejar un resquicio de excepción.
Y no es que dude de la veracidad de estas situaciones, ya que, según parece, muchas de ellas están basadas en vídeos reales de Youtube. Pero al ver la película, especialmente en los momentos de mayor intensidad emocional, me resulta difícil asociar la crueldad únicamente con un bando o una idea, en este caso el bando prorruso. Y parece que este es el punto de vista de la película: denunciar las atrocidades de los rebeldes prorrusos y la impunidad con la que operan.
Sin lugar a dudas, la denuncia es una tarea esencial del cine y de las artes en general. Pero pienso que el arte, cuando tiene una vocación moral, también debe dejar un resquicio a la alternativa, una pequeña posibilidad a la esperanza, al sentimiento de humanidad. Como este no parece ser el caso, se hace difícil escapar a la sospecha de que se quiere reclutar moralmente al espectador.
A diferencia de esto, parece más humano el mensaje de "La carga", de Ognjen Glavonic (Serbia, 2018), donde el protagonista refleja una profunda desazón ante lo que intuye que está ocurriendo (la limpieza étnica en Kosovo).
Dicho esto, "Donbass" es muy potente desde el punto de vista fílmico y dramático, y es eficaz para explorar adónde pueden llevar el fanatismo y la alienación instigada por los nacionalismos. En este sentido, la película ilustra con crudeza una lúcida frase de François Mitterrand: "El nacionalismo es la guerra".
31 de julio de 2021
31 de julio de 2021
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que diria de esta obra es que no es una película fácil de ver. Hay que hacer un esfuerzo para percatarse del jardín en el que estàs metida.
No tiene trama narrativa, su estructura muestra 13 situaciones que se desencadenan unas con otras, usando como testigo a uno o varios personajes que van uniendo una situación con otra. Así que Loznitza, usa a los mismos para mostrar situaciones desgarradoras, frías, desangeladas e inhumanas con humor esperpéntico. Puedes sorprenderte a ti misma carcajeándote de una situación que te despierta un profundo rechazo, ete aquí su logro.
El film comienza en plena acción, tal como si hubiesen colocado una cámara un día cualquiera, de un momento cualquiera, de un lugar terrorífico. Sin tener referencias previas, ni contextualización por plantear una trama. Te sientes como una observadora de la realidad del momento.
Hay muchas tomas largas que permiten captar el ambiente y no te dejan escapar de lo que está aconteciendo, cosa que en determinadas situaciones se hace un tanto difícil de sostener, pero creo que eso es lo que el director pretendía, no dar respiro y transmitir esa carga implícita en la situaciones de una normalidad establecida que resulta enfermiza, decadente y desintegrada.
Carece de banda sonora, otra característica que suma la sensación de realismo, de tragar a palo seco, lo que hay. Su ficción es parecida al documental que de hecho es un género que el director domina y del que se sirve con suma evidencia y contundencia.
Otra característica más que contribuye a plasmar su realismo y crudeza es la fotografia de tonalidades grises y más bien clara, casi quemada. Un acierto, ya que no hay tonos cálidos o coloridos que sustraigan del panorama desalmado que quiere mostrar.
Para mi, un film que me ha sorprendido gratamente y me ha mostrado unas situaciones que creo pueden ser extrapolables a cualquier lugar del mundo donde las personas han perdido la esperanza, la dignidad, el sentido del respeto por si mismos y por el resto, donde viven muertos en vida sosteniendo una realidad macabra y funesta.
Una muestra cruel del triunfo de la manipulación y la idiotez asumida y generalizada.
Un escenario manido por el odio, en guerra constante y que se justifica a sí mismo por un entramado de artificios y "fake news" constantes que perpetúan el ojo por ojo.....y claro, el resultado es la ceguera total por un sentido de la vida distinto.
No tiene trama narrativa, su estructura muestra 13 situaciones que se desencadenan unas con otras, usando como testigo a uno o varios personajes que van uniendo una situación con otra. Así que Loznitza, usa a los mismos para mostrar situaciones desgarradoras, frías, desangeladas e inhumanas con humor esperpéntico. Puedes sorprenderte a ti misma carcajeándote de una situación que te despierta un profundo rechazo, ete aquí su logro.
El film comienza en plena acción, tal como si hubiesen colocado una cámara un día cualquiera, de un momento cualquiera, de un lugar terrorífico. Sin tener referencias previas, ni contextualización por plantear una trama. Te sientes como una observadora de la realidad del momento.
Hay muchas tomas largas que permiten captar el ambiente y no te dejan escapar de lo que está aconteciendo, cosa que en determinadas situaciones se hace un tanto difícil de sostener, pero creo que eso es lo que el director pretendía, no dar respiro y transmitir esa carga implícita en la situaciones de una normalidad establecida que resulta enfermiza, decadente y desintegrada.
Carece de banda sonora, otra característica que suma la sensación de realismo, de tragar a palo seco, lo que hay. Su ficción es parecida al documental que de hecho es un género que el director domina y del que se sirve con suma evidencia y contundencia.
Otra característica más que contribuye a plasmar su realismo y crudeza es la fotografia de tonalidades grises y más bien clara, casi quemada. Un acierto, ya que no hay tonos cálidos o coloridos que sustraigan del panorama desalmado que quiere mostrar.
Para mi, un film que me ha sorprendido gratamente y me ha mostrado unas situaciones que creo pueden ser extrapolables a cualquier lugar del mundo donde las personas han perdido la esperanza, la dignidad, el sentido del respeto por si mismos y por el resto, donde viven muertos en vida sosteniendo una realidad macabra y funesta.
Una muestra cruel del triunfo de la manipulación y la idiotez asumida y generalizada.
Un escenario manido por el odio, en guerra constante y que se justifica a sí mismo por un entramado de artificios y "fake news" constantes que perpetúan el ojo por ojo.....y claro, el resultado es la ceguera total por un sentido de la vida distinto.
31 de agosto de 2019
31 de agosto de 2019
32 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que después del golpe de estado fascista en Ucrania en 2014 se trate de criminalizar a los ciudadanos del Donbass que han resistido, vencido y derrotado tanto al ejército ucraniano como a los batallones de voluntarios nazis es increíble.
Un ejercicio de mera propaganda supongo que pagado por el gobierno ucraniano a modo de propaganda internacional para tratar de justificar en el terreno internacional lo que el ejercito ucraniano no ha podido solventar en cinco años de derrotas consecutivas, tampoco se esfuerza mucho en sacar los batallones de voluntarios nazis que utilizan los oligarcas ucranianos o por otra parte los crimenes de guerra y las desapariciones que hacen los ucranianos fascistas en las áreas del Donbass controladas por ellos.
Vergüenza ajena es lo único que da este pastiche propagandístico y ridículo.
Un ejercicio de mera propaganda supongo que pagado por el gobierno ucraniano a modo de propaganda internacional para tratar de justificar en el terreno internacional lo que el ejercito ucraniano no ha podido solventar en cinco años de derrotas consecutivas, tampoco se esfuerza mucho en sacar los batallones de voluntarios nazis que utilizan los oligarcas ucranianos o por otra parte los crimenes de guerra y las desapariciones que hacen los ucranianos fascistas en las áreas del Donbass controladas por ellos.
Vergüenza ajena es lo único que da este pastiche propagandístico y ridículo.
7 de enero de 2021
7 de enero de 2021
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dios mío, si esto es lo que presentan a los Oscar como mejor película extranjera, espero no tener que ver nunca lo peor. Sin sentido, desagradable, zafia, destalentaos haciendo el salvaje. No te enteras de nada, ni de quién es quién, ni de cuál es el conflicto. Escenas deslabazadas que no aportan más que desagrado. Nada que ver para mi gusto con las otras películas con las que se ha comparado en otra crítica (Erase una vez en Anatolia, Loveless o Leviatan) obras maestras comparadas con este bodrio)
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