Contra la pared
2004 

7,4
13.085
Drama
Después de haber intentado suicidarse, Cahit, un turco-alemán de cuarenta años, alcohólico y toxicómano, ha sido ingresado en la planta de psiquiatría, pero no consigue acostumbrarse a dormir sin drogas ni alcohol. A Sibel, una guapa chica turca de 20 años que ha nacido en Hamburgo, le gusta demasiado la vida para ser una buena musulmana. También ella intentó suicidarse para huir de la cárcel de rejas humanas que su familia, muy ... [+]
22 de agosto de 2015
22 de agosto de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es entretenida, y establece un interesante paralelismo entre la actriz principal en su vida real y en la película. Si en la película es repudiada por sus padres por su mal matrimonio, en la realidad Sibel Kekilli lo fue por haber grabado porno antes de esta película, bajo el seudónimo Dilara.
Posteriormente Sibel ha desarrollado una carrera artística de éxito, siendo más conocida por su papel de Shae (la novia del enano), en la serie Juego de Tronos. Pero desgraciadamente nunca ha salido más guapa que en esta película: poco después de ella se operó la nariz (se hace un comentario sobre su nariz en la propia película) y ha quedado totalmente irreconocible, y para mí ha perdido todo el encanto y naturalidad que tenía en esta película.
Por lo demás, interesante película que retrata lo difícil que es integrarse en otra sociedad cuando procedes de una cultura con valores muy diferentes de los del país de acogida. En este caso son turcos en Alemania, pero podría ser extrapolable a otros países y culturas. Si bien la primera generación consigue progresar sin integrarse, la segunda generación se queda atrapada entre las dos culturas, sin formar parte de ninguna de ellas.
Eso precisamente es lo que retrata esta película, que está grabada en buenas localizaciones marginales de alguna ciudad alemana.
Por último, no veo mucha relación entre Fatih Akin y Almodóvar, sino más bien con Alejandro González Iñárritu, ya que retrata más la violencia que Pedro, que está más basado en el sexo.
Posteriormente Sibel ha desarrollado una carrera artística de éxito, siendo más conocida por su papel de Shae (la novia del enano), en la serie Juego de Tronos. Pero desgraciadamente nunca ha salido más guapa que en esta película: poco después de ella se operó la nariz (se hace un comentario sobre su nariz en la propia película) y ha quedado totalmente irreconocible, y para mí ha perdido todo el encanto y naturalidad que tenía en esta película.
Por lo demás, interesante película que retrata lo difícil que es integrarse en otra sociedad cuando procedes de una cultura con valores muy diferentes de los del país de acogida. En este caso son turcos en Alemania, pero podría ser extrapolable a otros países y culturas. Si bien la primera generación consigue progresar sin integrarse, la segunda generación se queda atrapada entre las dos culturas, sin formar parte de ninguna de ellas.
Eso precisamente es lo que retrata esta película, que está grabada en buenas localizaciones marginales de alguna ciudad alemana.
Por último, no veo mucha relación entre Fatih Akin y Almodóvar, sino más bien con Alejandro González Iñárritu, ya que retrata más la violencia que Pedro, que está más basado en el sexo.
28 de enero de 2022
28 de enero de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es todo un portento las caracterizaciones que logra Fatih Akin de los actores de sus películas, si al enterarme que Jonas Dassler, el actor que encarnó al repulsivo protagonista de 'El monstruo de St. Pauli' (2019) es bien agraciado y tan solo contaba con 22(!!) años cuando la hizo quedé anonadado, aquí la transformación que logra de su protagonista también impresiona, cuando sale de la cárcel el cambio que hay en él es radical.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al ver esta película, la conclusión que he extraído es que las relaciones entre personas se vuelven objeto de tormento y sinvivir cuando empiezan a ser tomadas demasiado en serio. La convivencia entre Cahit y Sibel era aceptable, incluso hasta cierto punto lucrativa para ambos, podríamos decir, hasta el momento en el que se enamora de ella y se le nubla el juicio, ahí empieza la obsesión y se desata la tragedia. Lo que antes era llana libertad (sin rencores ni exigencias) ahora se convierte en un ahogado deseo de posesión, todos (los que antes eran respectivas parejas sexuales de ambos) pasan a ser enemigos, y a su vez estos también se enfadan, pues no entienden por qué de repente son ignorados de la noche a la mañana.
Habrá gente a la que creo que puede que no le gustará por sus giros dramáticos abismales, por los tanto oportunos como lacrimógenos descensos al infierno. El de la cárcel sí lo veo como un golpe bajo (¿justo ahora?), pero el de la búsqueda de la evasión y la destrucción posterior de ella a base de evasión narcótica sí lo veo algo más coherente: es la consecuencia directa de la desaparición de la ilusión y el no avistamiento de una nueva en el horizonte.
¿Qué queda al final? Logran reencontrarse, se hartan de follar. Ella ya ha satisfecho su necesidad, cubierto la 'deuda pendiente' que mantenía con él. (A él en cambio se lo ve algo ansioso, desesperado por el futuro.) ¿Tiene sentido continuar? Ya no será tan divertido. Ni necesario. ¿Entonces lo era toda la neurosis previa?
Es una buena película porque te hace reflexionar. La mujer de treinta y tantos con el tatuaje en la parte baja de la espalda me parece particularmente atractiva y curiosamente era la amante ocasional del perdido Cahit (sugerentes escenas sexuales son las que mantienen bajo los efectos de la cocaína). ¿De ella no llegó a estar enamorado en ningún momento de todo el tiempo en el que se conocen? No follaría igual de bien, seguro, o no tendría la suficiente sensibilidad femenina, por lo visto debía de ser un espécimen muy atrasado, algún enlace evolutivo desconocido dentro de la especie humana, un modelo practicamente extinto...
Que no lo veo creíble, ya que me pareció que tenían bastante compenetración. Ahí la película cojea, pero insisto, el visionado reporta una catarata de estímulos, la recomiendo.
Habrá gente a la que creo que puede que no le gustará por sus giros dramáticos abismales, por los tanto oportunos como lacrimógenos descensos al infierno. El de la cárcel sí lo veo como un golpe bajo (¿justo ahora?), pero el de la búsqueda de la evasión y la destrucción posterior de ella a base de evasión narcótica sí lo veo algo más coherente: es la consecuencia directa de la desaparición de la ilusión y el no avistamiento de una nueva en el horizonte.
¿Qué queda al final? Logran reencontrarse, se hartan de follar. Ella ya ha satisfecho su necesidad, cubierto la 'deuda pendiente' que mantenía con él. (A él en cambio se lo ve algo ansioso, desesperado por el futuro.) ¿Tiene sentido continuar? Ya no será tan divertido. Ni necesario. ¿Entonces lo era toda la neurosis previa?
Es una buena película porque te hace reflexionar. La mujer de treinta y tantos con el tatuaje en la parte baja de la espalda me parece particularmente atractiva y curiosamente era la amante ocasional del perdido Cahit (sugerentes escenas sexuales son las que mantienen bajo los efectos de la cocaína). ¿De ella no llegó a estar enamorado en ningún momento de todo el tiempo en el que se conocen? No follaría igual de bien, seguro, o no tendría la suficiente sensibilidad femenina, por lo visto debía de ser un espécimen muy atrasado, algún enlace evolutivo desconocido dentro de la especie humana, un modelo practicamente extinto...
Que no lo veo creíble, ya que me pareció que tenían bastante compenetración. Ahí la película cojea, pero insisto, el visionado reporta una catarata de estímulos, la recomiendo.
10 de marzo de 2008
10 de marzo de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas más premiadas en el cine europeo en el año de su producción, se trata de un sórdido y muy sólido drama del turco Fatih Akin, que narra la historia de dos naúfragos, casados por conveniencia, que destila pesimismo y un atmósfera sombría e impactante que pulula entre la sordidez realista y la pesadumbre existencial. No hay hueco para la esperanza, así, sin más.
Es un canto, una poesía de la autodestrucción, preñada de desgarro, desubicación, rudeza, amor imposible aunque perceptible y sexo salvaje por inercia.
Muy bien rodada e interpretada, así como solidamente estructurada. Una magnífica película.
Es un canto, una poesía de la autodestrucción, preñada de desgarro, desubicación, rudeza, amor imposible aunque perceptible y sexo salvaje por inercia.
Muy bien rodada e interpretada, así como solidamente estructurada. Una magnífica película.
17 de marzo de 2008
17 de marzo de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es esto lo que más me impacta de una película muy movilizadora, que nunca deja indiferente, con una historia llena de altos y bajos todo tratado con cierta desprolijidad, pero inmensa pasión y necesidad de desahogar la angustia terrible de sentirse fuera del mundo que te toca vivir, odiándote a ti mismo y a todo aquel que intente amarte.
El protagonista masculino arranca con enorme antipatía y crecerá a la par de nuestra mirada de espectadores atónitos, hasta conseguir nuestra alianza para que logre reconstruirse, porque con él nos reconstruimos todos: pobres desgraciados viviendo como podemos situaciones que no nos entusiasman... pero ella, ella es otra cosa, es una mujer desesperada que se expresa volcánicamente a través de una sexualidad apabullante e irresistible, tierna y devoradora al mismo tiempo, desde un oscuro y terrible origen étnico que desprecia por completo la sexualidad de la mujer: el arte y la desesperación de amar follando, de follar amando aunque sea sólo diez minutos con un extraño, follar hasta decir basta o ser violada, follar para autodestruirse y para rendirse homenaje, por afán de revelación y en ningún momento como puta, ese socorrido lugar de la literatura y el cine como expresión de nuestra cultura bienpensante.
Actores sobresalientes ayudan a este director bien singular que, además, osa interrumpir la acción con breves números musicales: interrupción que en realidad serena las aguas, dulcifica el drama agobiante de sus personajes.
Después de un largometraje que no da respiro, un final templando gaitas, poético y dramático: vamos, acércate y abrázalos antes de volver a tu vida de todos los días. Un abrazo largo para estos dos amigos que han sufrido tanto.
El protagonista masculino arranca con enorme antipatía y crecerá a la par de nuestra mirada de espectadores atónitos, hasta conseguir nuestra alianza para que logre reconstruirse, porque con él nos reconstruimos todos: pobres desgraciados viviendo como podemos situaciones que no nos entusiasman... pero ella, ella es otra cosa, es una mujer desesperada que se expresa volcánicamente a través de una sexualidad apabullante e irresistible, tierna y devoradora al mismo tiempo, desde un oscuro y terrible origen étnico que desprecia por completo la sexualidad de la mujer: el arte y la desesperación de amar follando, de follar amando aunque sea sólo diez minutos con un extraño, follar hasta decir basta o ser violada, follar para autodestruirse y para rendirse homenaje, por afán de revelación y en ningún momento como puta, ese socorrido lugar de la literatura y el cine como expresión de nuestra cultura bienpensante.
Actores sobresalientes ayudan a este director bien singular que, además, osa interrumpir la acción con breves números musicales: interrupción que en realidad serena las aguas, dulcifica el drama agobiante de sus personajes.
Después de un largometraje que no da respiro, un final templando gaitas, poético y dramático: vamos, acércate y abrázalos antes de volver a tu vida de todos los días. Un abrazo largo para estos dos amigos que han sufrido tanto.
9 de mayo de 2016
9 de mayo de 2016
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dónde está la consistencia, me pregunto. Si Akin quiso proponer un dinamismo formalista, donde la dirección, las escenas y la línea argumental estén tan disparatadas como los perfiles psicológicos de los protagonistas y éstos queden moldeados según la forma de dirección, no lo logró. Pues le faltó cohesión y unidad.
Los personajes, en tanto desvariados, pierden verosimilitud y devienen inconsistentes y débiles como ellos mismos. Cuando, verbigracia, acaban de contraer matrimonio y Sibel pasa la noche junto a un cantinero, al día siguiente se ve radiante y la cámara la muestra lentamente con colores claros e iridiscentes, como si hubiese logrado la ataraxia. Y ya momentos más adelante comienza su escena de lamentaciones y tribulaciones. Su deseo de "hacer de todo" la empujan más aún al abismo. A veces está bella y feliz y en otras demacrada y suicida. La fluctuación dramática, de esa forma, iterativa, exaspera en dos o tres repeticiones.
Un elemento que podría haberse aprovechado como recurso sustancioso para proponer "algo" siquiera de conflicto ideológico, es Cahit. Era un anarquista, y lo siguió siendo mientras vivió con Sibel (pues ahí está la falta de conflicto, el ser los dos atormentados. No hay un antagonismo). No cambió hasta que salió de la cárcel, gracias al amor (poco romántico y revolucionario, por cierto), puramente institucional y llegado a ser a fuerza de la costumbre. El final, tan poco novedoso, como el de ser despechado/a en la estación de buses/trenes/aeropuerto, no concluye el conflicto, si es que lo hubo.
La intermisión de la orquesta turca en medio de escenas, muchas veces turbias, le quitó fuerza a la tensión dramática, además de ser absolutamente prescindible.
Se rescata la interpretación.
Los personajes, en tanto desvariados, pierden verosimilitud y devienen inconsistentes y débiles como ellos mismos. Cuando, verbigracia, acaban de contraer matrimonio y Sibel pasa la noche junto a un cantinero, al día siguiente se ve radiante y la cámara la muestra lentamente con colores claros e iridiscentes, como si hubiese logrado la ataraxia. Y ya momentos más adelante comienza su escena de lamentaciones y tribulaciones. Su deseo de "hacer de todo" la empujan más aún al abismo. A veces está bella y feliz y en otras demacrada y suicida. La fluctuación dramática, de esa forma, iterativa, exaspera en dos o tres repeticiones.
Un elemento que podría haberse aprovechado como recurso sustancioso para proponer "algo" siquiera de conflicto ideológico, es Cahit. Era un anarquista, y lo siguió siendo mientras vivió con Sibel (pues ahí está la falta de conflicto, el ser los dos atormentados. No hay un antagonismo). No cambió hasta que salió de la cárcel, gracias al amor (poco romántico y revolucionario, por cierto), puramente institucional y llegado a ser a fuerza de la costumbre. El final, tan poco novedoso, como el de ser despechado/a en la estación de buses/trenes/aeropuerto, no concluye el conflicto, si es que lo hubo.
La intermisión de la orquesta turca en medio de escenas, muchas veces turbias, le quitó fuerza a la tensión dramática, además de ser absolutamente prescindible.
Se rescata la interpretación.
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