Chinas

Acaba siendo algo tremendista, pero trata de analizar las insalvables diferencias entre la comunidad española y la asiática, es un acercamiento respetable. Concluye que dicha diferencia se encuentra como no, en el dinero y en la manera de conseguirlo, lo cual condiciona seriamente la cultura.

La gente de países menos desarrollados vienen a España en busca de un futuro mejor y la consecuencia inevitable (o daño colateral) son los llamados inmigrantes de segunda generación, nacidos aquí de padres inmigrantes o que bien, son sacados de sus países de origen a los pocos años de nacer e introducidos en un sistema en el que serán considerados de segundo orden. Pero irónicamente estos niños no se sienten extranjeros, ni, ante el estupor de sus padres, tienen la menor intención de adaptar la estricta cultura de su país de origen, en este caso, China, que se basa en el autosacrificio. Ven que la sociedad que les rodea disfruta de una existencia con condiciones mucho mejores que la vida que les han enseñado sus padres, que no se relacionan con nadie ni se integran, y lógicamente también quieren de ese fruto prohibido, pero sus padres ni lo contemplan, son pobres y se rigen por la cultura de la escasez, y no quieren oir hablar nada de ningún otro modo de vida. Vemos que tanto la niña china como la adolescente se siente totalmente incomprendida por sus padres, un colectivo que personalmente no me da pena como quizá pretenda el filme, pues a la mayoría los veo como a un colectivo de especuladores y usureros irredentos que si pueden, van a vender al doble de precio productos a una clientela, que en la mayoría de los casos, es inmigrante al igual que ellos.

Podríamos afirmar por tanto que el dolor para esos niñ@s no radica en la pobreza o en la escasez en sí, sino en tener unas condiciones peores que el resto, lo cual conlleva irremediablemente a la marginación (con la edad de las niñas pequeñas protagonistas, 9 años, igual no se nota tanto, pero vemos claramente como la adolescente asiática de 17 años si tiene que hacer cosas que las demás no y que aún así va a seguir siendo la marginada porque el resto siente su debilidad y su desesperación por pertenecer al grupo, haga lo que haga, siempre estará sujeta al capricho de las malcriadas y arrogantes niñas nativas). Su madre la dice que si se hubiera quedado en China, la tocaría trabajar en el campo de sol a sol. Pero posiblemente, al estar en un entorno que tiene mismas condiciones que ella, y no existir la desigualdad, pues sería más ¿feliz?

He leído por ahí la siguiente reflexión:

"Nosotros observamos las relaciones de las adolescentes con los del género masculino que no son muy satisfactorias que digamos, continuamente hablando de sexo, ó practicando, estos son menores de edad, no dándose por lo mismo un buen ejemplo. Entiendo que no queda bien reflejado lo mismo en el film, porque si ellos son así, o estos son los pensamientos que tienen los niños actuales de 15 años, mal futuro puede haber. No creo que sean de este tipo de comportamiento completamente sexualizado el que rige en las relaciones de estos niños, y la premisa de que la adolescente practique sexo para 'no quedarse sola' es completamente inverosímil."

No puedo estar más en desacuerdo (aunque por otro lado dicho escrito fue el que me motivó a ver la película ), por un lado claro que las interacciones entre los adolescentes son cada vez más tóxicas, promiscuas, y las conversaciones más banales y obscenas (ahora con las redes sociales, las apariencias y mierdas de esas ya mejor ni imaginar, yo tengo 27 y acabé el instituto justo cuando estaban empezando estas cosas a entrar), -por ese lado muy bien la mirada crítica de la directora, desde la sutileza y la naturalidad, exponiendo la realidad tal y como es, lo denuncia y condena-, y por el otro, claro que un/a adolescente va a hacer prácticamente lo que sea con tal de integrarse, la presión social en esa etapa de la vida cuando no se tiene una identidad clara es lo más importante del mundo.

Delicioso drama donde también sonreirás muchas veces, la historia nos cuenta el día a día desde varias perspectivas, un retrato social de la emigración visto desde la infancia, la adolescencia y el mundo adulto.

Las niñas están maravillosas, imposible hacerlo mejor, se comen la película en cada plano, te harán reír y llorar, disfrutarás con ellas. Retrato del mundo de la adolescencia durisimo, nos hace ver la deriva que esta tomando la sociedad occidental, la realidad de la sociedad estúpida, absurda y enferma que estamos creando. Y por último el mundo adulto, la frustración y la impotencia ante el mundo hostil que estamos creando.

En definitiva una muy buena película donde todos los actores están a gran altura que te hará pensar hacia donde vamos como sociedad.

Muy acertadas las películas más naturalistas y documentales de Arantxa Echevarria. Carmen y Lola (perfecta para una clase de valores éticos) y esta Chinas
que marca el camino a seguir de esta notable realizadora.
No hay nada forzado ni sentimentaloide en Chinas, todo lo contrario, lo excelente reside en su discurrir por la vida de unos personajes que podemos encontrar en la frutería del barrio. Algunas escenas son realmente de un realismo magníficamente cruel, todas ellas en la tienda china, no hay mensajes ni subrayados innecesarios en el cine de Arantxa, tan solo esa mirada de unos personajes que se fusiona con la mirada del espectador, una mirada que no juzga, pero que es la mirada de ese dolor que supone vivir en una realidad desafortunada, porque el mejor cine de Arantxa nos habla de un mundo de intolerancia e incomprensión, un mundo poblado por seres miserables, pero también por seres nobles, de una transparencia única, seres que hacen que este repugnante mundo sea un poquito mejor.

Chinas ofrece adentrarse en una realidad que algunos podrían calificar de ajena, pero que muchos sentirán como propia. Si bien la historia plantea un contexto geográfico determinado, los temas abordados tales como la migración, el crecimiento de los hijos y la adopción, pueden ser extrapolados fácilmente, resultando sencillo empatizar con los personajes que, sin caer en clichés, con diálogos naturales en situaciones verosímiles, le permiten al espectador saberlo todo, al menos por un ratito.

Muy buenos diálogos, con ese fluir que caracteriza a Arantxa Echevarria. Es cierto que no llevan a situaciones muy originales, pero por otro lado son dignos de la etiqueta “Basado en una historia real”. Si bien los actores están impecables, destaco a quienes interpretan a Lucia, su madre y su pequeña amiga rubia, siendo ellas para mi las que en conjunto, más realismo, drama y ternura le imprimen al film. Si tuviera que mencionar algo negativo, diría que me falló un poquito la banda sonora complementando las interpretaciones.

Una película muy amena que te mantiene entretenido durante toda su duración. La ternura que te produce una de las personajes principales es, por sí misma, un razón para verla. Es cierto que te deja una ligera sensación de quedar inconclusa, pero sería la típica película que podría recomendar a cualquier persona y se que pasaría un rato agradable y sacaría conclusiones interesantes. Importante hacer mención a la directora con ciertos planos muy interesantes que están llenos de simbología.