Piraña 2 (Piranha 3DD)

Mucho peor que la primera de la saga. Poca acción y nada de argumento. Se hace un poco lenta y aburrida. Viendo el enorme gamberrismo que derrochaba la primera se esperaba mucho más. Y además, podrían haber explotado infinitamente mejor la sorpresita que nos dejan en la primera parte justo en el último segundo. Esta segunda parte se queda en nada. Se salva de una nota más baja por algún punto que tiene justo hacia el final con enorme mala leche. Pero no tiene nada más. En el tráiler se puede ver que esta segunda parte va de las pirañas atacando un parque acuático, y yo pensaba que no difícilmente podía dar juego. Y efectivamente. No da nada de juego. Se queda muy lejos de los inmensos y arrolladores ataques de la primera.

Teniendo como precedente la primera entrega, uno se enfrenta a su secuela conociendo bien lo que va a encontrar, un subproducto sobre pirañas donde no faltarán planos innecesarios de tetas, gore y dialogos absurdos... La primera parte me decepcionó al tomarme el producto en serio, esta vez, lo he sabido disfrutar y reírme de una película que no hay que tomarse en serio, osada con algunas escenas que otros productos con mayor aspiración no hubieran incluido y, sobretodo, muy cachonda. Piranha 3DD es un caso más de fast food del cine, algo indigesto, pero sabroso.

Luego de que dos años antes, Aja consiguiera un descomunal e inesperado éxito con el remake de "Piraña", no fue extraño que una secuela se cocinara, claro está, con mucho más gore y tetas al aire. Pues realmente "Piraña 3DD" da más tetas, pero la sangre brilla por su ausencia aunque hayan incluído una serie de secuencias de sangre y pavor tan hilarantes que la vuelven una secuela muy esperada, pero lo suficientemente decepcionante.

Danielle Panabaker regresa al género en uno de sus más penosos trabajos al observar lo que la película le dejará en un futuro, además de compartir créditos con caras más lindas que otras con Chrystopher Lloyd repitiendo papel, y la inclusión especial -y quizás la mejor- de un David Hasselhoff haciendo una parodia de sí mismo. De ahí, decir que dudo tajantemente en que hayan invertido en un guionista pues, al fin y al cabo, lo más importante era tirar a gente al agua porque sí y mostrar tetas y traseros húmedos porque sí. Las pirañas, por su parte, ahora lucen más falsas y divertidas que nunca en unos defectos especiales que quizás se disfrutan más viéndola realmente en 3D.

Pero aún así, la cinta no es del todo fatídica y al menos una risita hace escapar y un entretenido momento tiene por dejar. Su duración es cortita y bastante dinámica y de verdad que tiene sus momentos, los mejores protagonizados por Hasselhoff y algunos de una que otra escena de sangre.

Si bien "Piraña 3D" había dejado un buen sabor de boca, los que quedamos antojados sí esperámos mucho más de esta secuela que, sin ser completamente una pena, sí es vergonzosa comparada con lo divertida que fue su predecesora.

Lo mejor: David Hasselhoff y su duración
Lo peor: Poco gore

La pregunta es: ¿era necesario hacer una secuela de Piranha 3D? Seguro que no. El cúmulo de despropósitos obtenido es tan grande, que recopilarlos todos serviría para escribir un decálogo sobre cómo no debe hacerse una película. Es difícil entender que John Gulager, el director de la trilogía fantástica Feast, sea el responsable de semejante esperpento. Después de ver esto, es fácil encumbrar en el Olimpo del terror la precuela de Alexandre Aja. Allí, por lo menos, se sabía lo que se estaba haciendo y hasta donde se quería llegar.

El argumento tópico y reiterativo, no logra mantener la atención del espectador en ningún momento. Es tan predecible y plano que llega a producir un soberbio aburrimiento durante la primera parte del metraje. Y la segunda no es que sea mucho mejor, a excepción de algunos gags humorísticos protagonizados por David Hasselhoff que, sin duda, es lo mejor de la película. Aquí, el señor Hasselhoff lo borda, consigue arrancar carcajadas de diversión prestándose a todo y parodiándose a sí mismo con gran elegancia y naturalidad. La cinta cuenta también con otros secundarios de lujo como Christopher Lloyd, conocido por su papel de científico loco en la saga de Regreso al Futuro y a Ving Ramhes, que ya participó en la antes mencionada Piranha 3D.

En el apartado técnico el nivel vuelve a caer a lo más bajo, el abuso del ordenador en los efectos especiales llega a ser demasiado obvio. La recreación del parque acuático es pobre y chapucera, parece haber sido rodada en el patio trasero de una casa particular. Además, la premisa habitual de este tipo de películas te conduce a esperar un apoteósico desenlace de muerte y destrucción. Aquí esto se disuelve como azúcar en el café y se solventa con un par de miembros a medio devorar, flotando por el agua. Es evidente que la mayor parte del presupuesto se ha utilizado en contratar al nutrido elenco de estrellas que participan en la producción.

Un empresario carente de escrúpulos pone en funcionamiento el parque acuático para adultos llamado Wilderness Waters, en el que todo es sexo y desenfreno. Para abastecer las piscinas y economizar gastos, decide bombear agua subterránea conectada con el lago Victoria, escenario de la matanza narrada en la anterior entrega. Las voraces pirañas prehistóricas son absorbidas hacia el parque en el momento de mayor afluencia de bañistas. La comida está servida.

Olvidable y decepcionante película que a falta de buenas ideas, suple las múltiples carencias de las que hace gala, a base de mostrar cuerpos desnudos de chicas súper recauchutadas. Lo único que la diferencia de producciones Syfy, al estilo de Mega Piton vs Mega Cayman, es un reparto estelar.

http://www.terrorweekend.com/2012/10/piranha-3dd-review.html

Si Piraña 3D fue una grata sorpresa al fabricar un buen cóctel de humor negro, serie B, cameos interesantes y despelote femenino que nos dejó un buen sabor de boca, su secuela es una de las peores que nos podemos encontrar en la historia reciente del cine.
Partiendo de la base que si algo ha funcionado, seguirá funcionando, los responsables de Piraña 3DD exageran aquellas partes de la primera entrega que son decididamente fáciles de superar, es decir más tetas y más grandes y sangre por un tubo, dejando de lado lo que realmente hacía funcionar la película; un guión más que aceptable y unas notables dosis de humor negro.

Es seguro que una familia americana jamás llevaría a sus hijos a un parque acuático, donde el la piscina de al lado hay un montón de tías en pelotas para saciar a los papis salidos. El guión continúa con una serie de errores garrafales (como coger el agua directamente del lago para las piscinas) que restan cualquier ápice de credibilidad a la cinta.

Nos aferramos entonces a que por lo menos mantenga el tipo en cuanto al humor negro, los pequeños homenajes al género y los cameos que tanto gustaron. Todo ello se ve reducido a unos pocos gags con algo de ingenio en un sinfín de situaciones burdas y sin gracia, cuyo único momento salvable es la aparición de David Hasselhoff, que parece que se haya bebido el tanque de cloro de la piscina antes de actuar, pero que como parodia fracasada de sí mismo funciona.

Intentar basar la fuerza de la película en tetas, tetas y más tetas, sin un cierto argumento que resulte medianamente interesante, es hoy en día un sinsentido que condena al descalabro. Lo peor de todo es, viendo como acaba Piraña 3DD, es que la futurible tercera entrega ya no presenta ninguna credibilidad en cuanto a su calidad.

Rul T.
www.diasdeterror.com