Psycho Goreman

Nostálgica cinta de terror alienígena que hace uso de un impresionante trabajo de maquillaje y vestuario para crear una gran cantidad de bichos infernales y destructores de mundos que parecen salidos de la época dorada de los Power Rangers. Lejos de causar miedo, todos estos monstruos resultan entrañables a su modo, algo que no podemos decir de su adolescente protagonista femenina, irreverente y repelente hasta la extenuación, una exigencia del personaje que hace insoportables los minutos que aparece en pantalla, y son muchos.

El tipo de humor añejo presente durante toda la historia tampoco ayuda demasiado a conectar con una película que puede servirte para rememorar tu infancia si la ves con los ojos adecuados, y si no es así siempre puedes arrancárselos a alguien para que te guste.

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¿Quién no ha querido tener un amigo extraterrestre, no ya en la infancia, sino para toda la vida? Como parece un sueño imposible, ahora mismo no recuerdo ningún caso, vamos a disfrutar de la ficción ya que si algo tiene el cine es transportarnos a mundos irreales para hacernos soñar.

Seguramente ahora mismo estaréis pensando en E.T. El Extraterrestre (Steven Spielberg, 1982). Nada que ver, Psycho Goreman va por otros derroteros como habréis imaginado al leer el nombre del film. No obstante la estructura sí que tiene cierto parecido con una película que revolucionó la ciencia ficción en los años ochenta. El resto, un festival de mala leche, humor negro y gore del bueno hecho a la antigua en cantidades lo suficientemente importantes como para quedarnos totalmente satisfechos.

Mimi y Luke son dos hermanos algo revolucionados y curiosos. Tras un juego resucitan sin saberlo a un antiguo Señor Supremo alienígena, el cual sucumbe al poder de los mozalbetes puesto que están en posesión de un amuleto mágico obligándole a obedecer sus estrambóticas órdenes. Desconocen que pronto aparecerán una serie de asesinos intergalácticos que buscan venganza.

Estamos acostumbrados en el mundo del cine a que las criaturas que aparecen de otros mundos emitan simplemente gruñidos, P.G. (otro guiño a E.T.) no calla ni debajo del agua, eso sí, con una voz de ultratumba que contrasta bastante con unos diálogos muy divertidos. Matthew Ninaber se hace cargo del personaje, aunque la mitad del mérito tendríamos que dársela a Steven Vlahos el cual presta su portentosa voz. Por otro lado, su aspecto físico es feroz, como tiene que ser, con la habilidad de dotar al personaje de una gestualidad muy meritoria para el disfraz con el que tiene que lidiar.

Proveniente del departamento de maquillaje, recordemos su participación en cintas como The Divide e It entre otras, Steven Kostanski se adentra de nuevo en el terror tras la más seria The Void. Acierta plenamente al rodar Psycho Goreman como una comedia desenfadada que no escatima el gore más salvaje junto a unos extraterrestres, que forman como una especie de consejo de administración, a cual más feo y repulsivo que hacen palidecer a los que aparecen, por ejemplo, en la saga Star Wars.

Como no podía ser menos, viendo de dónde procede el director y guionista, el departamento de efectos especiales y maquillaje se sale, en cantidad y calidad, aportando lo que el film demanda a gritos que no es otra cosa que salpicar la pantalla de sangre, vísceras y otros fluidos de todos los colores.

Vamos con las interpretaciones obviando al personaje de R.G., del cual ya hemos hablado anteriormente. Empezamos por Nita-Josee Hanna en el papel de Mimi, una muchachita que reúne gracejo y osadía todo ello con un aire repipi que le sienta tan bien. Le sigue, en la recreación de su más apocado hermano Luke, Owen Myre. Como padre de las criaturas tenemos a Adam Brooks y como madre a Alexis Hancey.

Psycho Goreman es un film que contiene todos los ingredientes para disfrutar de principio a fin. Terror, comedia, gore, extraterrestres… Y todo ello maravillosamente rodado con un vertiginoso ritmo en el cual la palabra aburrimiento está prohibida.

https://www.terrorweekend.com/2020/09/psycho-goreman-review.html

Debe ser que fui al filme, esperando la típica película de extraterrestre conoce a niños y me llevé una sorpresa, porque me lo he pasado como un mocoso con esta tontería, de serie B, que recoge elementos de diversas películas y que tiene un humor negro bastante acertado (si bien es verdad, que se centra más en frases concisas que en la premisa en general). Desde luego, no esperaba encontrarme algo así.

A priori, ya me gusta ver los personajes de la familia (una familia bastante cercana a la de Malcolm in the Middle) en la que la cría es una auténtica bully mamona, el hermano hace lo que puede para aguantarla, el padre es un vago y la madre hace lo que puede ante semejante panorama.

Y claro, luego aparece Psycho Goreman y todo se despendola. Se juega con el exceso de poder que tienen seres con poco raciocinio, con las apariciencias y con un espíritu ochentero.

Dicho lo cuál, el filme está hecho con dos duros, lo cuál significa que NO, el filme no tiene unos EFECTOS ESPECIALES FANTÁSTICOS, sino más bien ASEADOS tirando a FLOJITOS.

Tampoco hay una cantidad de asesinatos o crímenes destacable, de hecho salvo al principio, poquita cosa en ese aspecto. Los que esperen olas de crímenes, mejor que vean otro filme.

Aquí la película, fantasea con la idea de ¿QUÉ HARÍA un niño si consigue el PODER DE UN MONSTRUO?

Y es que dónde en películas como Thor, nos encontrábamos con un proceso humanizador, centrado en transiciones y escenitas de amor, aquí tenemos MALA BABA (sobre todo de la niña que está sobresaliente y del monstruo) e inclusive una escena de transición realmente oportuna y graciosa, que parece incluso parodiar a otras películas.

Ahora, también hay errores. Hacia el último tramo el film decae (hay cosas graciosas pero en menor medida), no todos los chistes funcionan tan bien como quieren y tanto la parte de los cruzados, como las diferentes interacciones de Psycho Gore con sus similares, son de menor calidad, por no decir incluso algo aburridas.

Pero, por lo general es un producto ADECUADO, ENTRETENIDO y de FÁCIL VISIONADO. La película lo deja claro desde el minuto uno.

La frase:
-Un placer conocerte.
-El placer sería matarte.

La escena:
Psycho Gore tocando la batería mientras la chica canta, el hermano toca la guitarra y un ¨amigo¨ de ambos toca el piano. Cuanto menos bizarro.

Para: Amantes de los ochenta, la serie B y gente que considera que el cine debería tomarse un poco menos en serio a veces.

Abstenerse: Fans del CGI o gente que considere los efectos o la historia más importante que las bromas o los personajes.

Para un servidor, el filme es bastante acertado. AH, y muy bien actuados tanto el tipo que se enfunda el traje de Psycho Gore como el del POLICÍA. Los movimientos, las bromas físicas, lo exagerado de todo...otro acierto.

Psycho Goreman, como ya han señalado varios comentaristas, es una especie de cruce entre Masters del Universo y Power Rangers. Con unas gotas de Troma en los monstruos de goma

Esta es la única explicación que encuentro a las altas calificaciones que tiene entre críticos especializados y votantes: al ser series que, por edad, veían quienes ahora ya son talluditos, les entra nostalgia de la cutrez de aquellas series.

Eso, y la abducción que parecen presentar muchos críticos ante la ideología policorrectista en boga (abducción y dólares, supongo).

Porque, por supuesto, la familia que se presenta es claramente ideológica: el padre es un inútil, holgazán y, además, un idiota; el niño varón un ñoño, blandengue y llorón, que es absolutamente dominado y acosado por su hermana (a la que saca una cabeza).

La madre es más normal, claramente más aceptable que el imbécil del marido, y la niña... ¡Dios, la niña!

Entiendo que quieren presentar una niña empoderada, valiente, descarada y tal, pero lo que resulta es un personaje absolutamente in-so-por-ta-ble. Una retaco maleducada, matona, que abusa de su hermano, sus padres, y que resulta cargante cada vez que aparece en pantalla o abre la boca, y no para de hablar...

Y no crean que resulta tan insufrible por ser un personaje femenino. Un niño varón hubiera sido igual de inaguantable, si no más.

Lo cierto que te pasas casi toda la película esperando que -aunque sabes que no va a pasar- alguien acabe con el engendro ese de cría.

Pongo un punto de más sobre la puntuación mínima por algún golpe de humor, casi todos protagonizados por Psycho Goreman, el único que se salva.

El final es también malísimo: inverosímil hasta decir basta, y además carente de toda gracia (incluida la escena post-créditos)

Irreverente y deliberadamente cutre mejunje ochentoso, otro más, que basa su fórmula en situaciones propias de sitcom aderezadas con exagerados efectos gore. Una especie de Thanos intergaláctico es confinado a la Tierra por sus enemigos y liberado por una mandona e insufrible niña, que ejerce sobre él una humillante influencia.

El punto de partida debería haber sido para una descacharrante comedia, pero se queda en comedia de momentos, que tampoco son tantos. Un mostrenco super poderoso y sediento de sangre sometido al arbitrio de una cría con malas pulgas debería haber dado más juego, pero el ritmo es desigual y el resto de personajes no están demasiado bien trabajados. El padre holgazán, el hermano cobardón y temeroso de su histérica hermana, la relación pseudo ET... Los mimbres estaban ahí, pero hay fases en las que desconectas porque el humor no tiene continuidad.

Luego está el diseño de vestuario, maquillaje y efectos, todo aparatosamente ochentoso, autoconsciente de su cutrez, recordando tanto a los Power Rangers como a los Aurones. Es otra baza más que juega la cinta, apelando a la nostalgia de los cuarentones que crecieron con productos mugrientos sin ser conscientes de que lo eran. Es divertido verlo, pero la endeblez de la historia hace que su efecto se pase pronto. Una curiosidad, sin más.