Un plan sencillo

Cinta que nos expone cómo la razón humana –obnubilada por la ambición- va mutándose de tal forma hasta llegar a derivar en la estupidez más absurda donde se arrasa con cualquier ética o moral.
Es un claro ejemplo sobre cómo el dinero altera el comportamiento de personas que poseen una vida sencilla, comenzando a resaltar los aspectos más miserables tales como el egoísmo, la traición y el odio.

La historia en sí comienza a desarrollarse en forma atractiva, con variantes que apuntan a la intriga y se mantiene el suspense hasta el desenlace. Claro que habrán situaciones en donde lamentablemente se apartarán del sentido común, pero en general la cinta goza de un guión que mantiene al espectador atento a cómo los enredos se van complicando de tal manera hasta concluir en una mezquina pesadilla debido al alto grado de degradación moral de los personajes.

Además debemos agregar como interesante todo el tema de la atmósfera y estética del filme –muy similar a “Fargo” en los ambientes naturales- y en donde el paisaje pueblerino (aparentemente inocente y honrado) contrasta con tanta malicia, ambición desmedida y egoísmo acérrimo de los personajes principales.
Es para elogiar también las actuaciones, en particular la de Bill Paxton y Billy Bob Thornton, en quienes descansa gran parte de la convicción y sobriedad del filme, además de la aplomada dirección de un Sam Raimi que se aparta bastante del estilo de películas que suele hacer.

Modesto peliculón, que se dice, el que entrega aquí Sam Raimi, ese director amante de lo bizarro y el cachondeo. Esta vez, se diría, quiero hacer algo serio; no Serio, ojo, que cualquier producto puede serlo, si se le da empaque. Serio en el sentido de cortante, frío, casi gélido (la nieve ayuda, claro); serio por arrojar escasa luz a un tema equivocadamente ensoñador como sería encontrar cierta bolsa de dinero, para ti, sin hacer nada por merecerla, sin tener ni idea de qué hacer con ella, ni de cómo manejarte, jodido humano de pacotilla. De ahí que un plan sencillo jamás lo sea, ni una decisión unidireccional, sino ambivalente... consecuencias, consecuencias, consecuencias. La mente carbura de forma diferente en parajes helados como éste, por mucho que Bridget Fonda intente ser el referente intelectual, colmado de buenas ideas. En términos relativos, por supuesto. Siempre, siempre, siempre.

Total, que lo que empieza siendo un rutinario paseo en coche con un desvío inesperado y el consiguiente y fabuloso hallazgo deviene en una intriga muy sólida y pulida en los detalles, con un guión impecable plagado de buenas frases y geniales situaciones, fruto de la creatividad de un guionista que hizo su trabajo; además de contar con unos actores entregados y un director que, esta vez serio, rodó con sumo gusto y sentido estético, en plan clasicote, ya lo dije, un peliculón. Con dos cojones.

Buen thriller, que nos cuenta como un hombre normal, acompañado de su hermano retrasado y un paleto borrachín, se encuentran sin comerlo ni beberlo con cuatro millones y medio de dólares. Tras esto acuerdan guardar el dinero y si nadie lo reclama quedárselo es decir, fácil, sencillo y para toda la familia.

Y esta simple trama se va enmarañando de forma sorprendente, algo parecido a lo que ocurría en" Fargo", aunque pese a lo que se comenta, las similitudes entre estas dos cintas son más en forma que en fondo, coinciden en ambientación, pero a mi modo ver en el resto son películas con tramas bastante distanciadas. Dicho esto comentaré la película.

Este film consigue con muy pocos personajes y escenarios, mantenerte atrapado de principio a fin en un in crescendo constante, sorprende como la trama siempre va un paso más allá, transformando constantemente algo muy simple en una maraña de la que es imposible zafarse, y ahí está la magia de la cinta, que se sustenta para lograrlo en su guión y en unas grandes actuaciones. Como punto negativo, ese ritmo tan absorbente hace que se pasen por alto algunas situaciones que atentan un poco contra la verosimilitud, pero en general es perdonable.

Finalmente, decir que es una buena película, de esas que sin grandes nombres ni mucho presupuesto te atrapan y te sorprenden gratamente con un desarrollo y unas actuaciones que rayan a gran altura. Además, deja al espectador varias preguntas muy curiosas cuando termina el visionado, si un día me cayera del cielo (nunca mejor dicho) el dinero necesario para cambiar completamente mi vida, ¿ Sería una bendición o una desgracia? , ¿seguiría respetando mis valores morales?, ¿hasta dónde podría llegar por conservarlo?. En definitiva, muy recomendable.

La vi hace tiempo, pero entonces no hice crítica. La valoré con un 7, y cinco años más tarde, cuando acabo de revisarla, tendría que valorarla con un 8, pero quiero recordar por esa fecha la nota que le di la primera vez.

A los setenta minutos comienza el despropósito que se veía venir... Mi madre decía: "Un secreto de tres, no llega al mes" El hermano de Hank, (Billy Bob Thornton) presentando serias limitaciones intelectuales da mucho juego a la trama; habiendo sido nominado a varios premios, y obteniendo dos importantes.

Al final, Jacob, el hermano, en las últimas escenas muestra el otro lado... ese que permanece oculto a nuestra mirada, cuando no lo queremos ver.

Un final absolutamente demoledor... atención a la escena en la camioneta y la última de Jacob con Hank.

Leo por ahí que esto se parece a "Fargo". En qué? Bueno, vale, en que hay mucha nieve. Pero aquí no hay una historia absurda ni una policía embarazada e igualmente absurda con la voz de Verónica Forqué. Aquí hay una historia que, no por mil veces repetida, resulta menos apasionante: la historia del increíble poder del dinero. La hemos visto muchas veces y nos la han contado de mil maneras pero siempre sorprende y siempre parece real como la vida misma.

Todos ansiamos tener dinero, y a menudo soñamos con lo que haríamos si lo tuviéramos, pero de alguna forma, íntimamente, sabemos que lo primero que tendríamos sería un tremendo problema. Para empezar, tendríamos que ocultarlo a los demás. No queremos que nos secuestren a nosotros ni a nuestros seres queridos, ni queremos que nos lo intenten robar. Ocultarlo, camuflarnos, intentar no llamar demasiado la atención en nuestro entorno, actuar con naturalidad, celebrarlo lo justo... Sobre todo que no se note.

Y ésa es la historia, en este caso agravada por tratarse de un dinero de procedencia desconocida y probablemente turbia. Y ahí es donde se pone a prueba el poder de los sentimientos, de la amistad, del amor, de la memoria, de la honradez, de nuestros "inamovibles" principios. Y lo vemos en la peli pero también intuimos que ocurriría en la realidad: nada es fiable, nada es inamovible ni existen los sentimientos sólidos y sinceros cuando el dinero se pone de por medio. Todos hemos visto en la prensa historias escalofriantes de familias aparentemente idílicas que riñen de por vida por una herencia, y sabemos que eso es real. Por eso vemos esta película y vamos adentrándonos en las emociones de sus protagonistas, intentando entenderlos, penetrar en sus razones... y da muchíiiiiiisimo miedo.

Casi que te alegras de tener lo justo para vivir medianamente bien y para cubrir tus modestas necesidades. No quieres más; virgencita, que me quede como estoy. De repente te preguntas: sería yo capaz de ....? Y sólo el hecho de preguntártelo ya da miedo.

Y esto qué tiene que ver con "Fargo"? Pues nada.