Los Miserables: La leyenda nunca muere

A propósito del estreno del musical “Los Miserables” en la gran pantalla, me ha parecido oportuno revisar y comentar esta interesante versión de la inmortal obra de Victor Hugo.
Billy August (Pelle el conquistador, La casa de los espíritus) es un interesante realizador aunque no siempre afortunado a la hora de elegir un trabajo. August, discípulo de Dreyer y Bergman, suele dirigir estupendas películas europeas, aunque a veces recala en producciones americanas donde no está tan acertado. En esta ocasión retoma un proyecto que estaba en manos de Polanski y que debían interpretar Gerard Depardieu y Jack Nicholson, la verdad es que no puedo imaginar al histriónico Jack en el papel del inspector Javert.

Esta producción americana está muy bien narrada por el director escandinavo, con el estilo concienzudo y detallista que le caracteriza. Rodada en Praga y Paris, con una brillante escenografía de Anna Asp (Fanny y Alexander), y con el cuidado vestuario de Gabriella Pescucci (La edad de la inocencia).
El novelista Rafael Yglesias hace una gran adaptación de la novela de Victor Hugo, más allá del naturalismo, de ahí que la reconstitución histórica y recreación ambiental de la Francia del primer cuarto del Siglo XIX esté muy lograda. Al tiempo que destaca la interpretación del británico Liam Nesson (La lista de Schindler) y del australiano Geoffrey Rush (El discurso del Rey), como Jean Valjean y el inspector Javert, respectivamente. Secundados por Uma Thurman y Claire Danes que están a la altura del film.

Con todo, la nueva versión ha sido trasladada de época, hasta la sublevación de 1820, en la etapa de la Restauración de Luis XVIII. Porque la película pretende ir más allá del naturalismo y el romanticismo de la obra original, el tema principal es la redención, pues es imposible incluir toda la novela en dos horas de metraje. También trata sobre la necesidad de la justicia, el perdón y el respeto a los seres humanos, dentro de una gran historia de amor.

La cámara de Jorgen Persson escruta el alma humana, a la vez que provoca en el espectador, una reflexión acerca del Bien y el Mal, profundizando sobre el principio filosófico de la bondad redimida y en torno a los eternos temas del odio y la venganza, la soledad y el destino. Critica también la hipocresía y el puritanismo de cierta sociedad decimonónica, en suma, expone la fuerza del amor y el poder del perdón. Sin llegar a obra maestra es una digna película comercial, que gustará a los buenos aficionados al cine y la literatura clásica.

La novela es magistral, lástima que la película deje inconclusas muchas partes que podrían haber sido interesantes de ver.
Destaco la ambientación que está muy lograda y el papel de Liam Neeson y Uma Thurman.
Si le hubieran dado más profundidad a la personalidad de los personajes seria una película digna de la novela

Bille August realiza una adaptación muy acertada de una de las obras más extensas y complejas de la literatura universal. Hablamos de "Los miserables" de Victor Hugo.
La película recoge la esencia de la historia, exponiendo los momentos claves e importantes del libro. Lógicamente es muy complicado adaptar dicha obra en un metraje normal, pero el guión de dos horas y media de duración selecciona en su justa medida lo imprescindible del libro.
La ambientación con que está recreada la Francia posterior a la revolución francesa es de un acierto admirable. Todo está cuidado al detalle, con un vestuario, un maquillaje y unos decorados (tanto reales como ficticios) de una precisión aplastante.
Bille August, realiza una dirección formidable, y para que la película triunfe con un texto tan complejo, se rodea de actores de gran profesionalidad. Liam Neeson hace una interpretación magnífica, creando un pulso importante con el siempre fantástico Geoffrey Rush. Ambos están inmejorables. Por otro lado Uma Thurman realiza una colaboración, en la cual su personaje (aunque corto, pero de gran peso) está lleno de personalidad. Y no olvidar a Claire Danes, una actriz que siempre está en ese "no esta mal"; pero que en esta ocasión hace que el espectador se emocione.
No quisiera acabar si hacer mención a la fantástica banda sonora, la cual nos acompaña bajo un mundo de mentiras, huidas, miedo y muerte.
En fin, una gran película que sin lugar a dudas hay que ver en alguna ocasión.

Al ver esta película me ha parecido una de las mejores que he visto últimamente, por eso cuando he procedido a la subsiguiente votación, me ha parecido increíble que tuviera una nota menor al 7. Ya lo digo en el título de la crítica, puede que la obra sea un completo fracaso para el que haya leído el libro, cosa que yo no he hecho, y leyendo algunas de las críticas entiendo que estén defraudados por la adaptación, pero si yo creo que merece un 9 es porque desde mi ignorancia con respecto a la obra de Victor Hugo, me parece excelente, me han encantado las interpretaciones tanto de Liam Neeson como de Geoffrey Rush, al igual que la ambientación, la eterna persecución entre estos dos personajes y la transformación del protagonista, asi que la considero altamente recomendable.
Tal vez, la nueva versión prevista para 2012 deje más satisfechos a los incondicionales de la obra, esperemos que de ahí salga una obra de arte con la "chispa" como dicen algunos que le falta a esta.

Notabilísima adaptación de la novela homónima de Victor Hugo. Su mérito radica sobre todo en lo bien contada que está la historia, narrando resumidamente pero sin olvidar ninguna de las partes relevantes del libro. Tengamos en cuenta que dos años después, Josee Dayan necesitó cuatro episodios de 90 minutos cada uno para su miniserie de TV (magnífica también con Gerard Depardieu y John Malkovich como "enemigos"). Bille August consigue un resultado idéntico en poco más de dos horas. No es tan completa como la serie, pero cumple con creces.
La selección de los actores es fantástica. Todos encajan en el perfil y en todos los personajes básicos podemos encontrar ese sentido del deber y la responsabilidad que sugiere "Los miserables" (ver spoiler, más si no se ha entendido el extraño desenlace). A destacar unos creíbles Liam Neeson como Jean Valjean y Geoffrey Rush en la piel del férreo, obstinado y arrogante inspector de polícía Javert. Pero, como digo, los secundarios también realizan unas interpretaciones muy conseguidas.
Una excelente ocasión para disfrutar de este clásico de la literatura francesa y, al mismo tiempo, conocer cuál era la situación social y política de aquella época en el país galo.
Mi nota. 8,8