Making a MurdererSerieDocumental
7,9
7.653
Serie de TV. Documental
Serie de TV (2015-2018). 2 Temporadas. 20 episodios. El documental de dos temporadas (2015 y 2018) de Moira Demos y Laura Ricciardi narra el caso de Steven Avery, un hombre condenado por agresión sexual, que fue exonerado por las pruebas de ADN 18 años después. Unos años más tarde, es acusado del asesinato de otra mujer. (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2021
5 de junio de 2021
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no, no me refiero a un montaje policial o judicial, me refiero a como este documental debería llamarse "making a murderer looking like an innocent".
Como producto de entretenimiento es sublime, especialmente su primera temporada, consumí sus más de 20 horas en apenas unos días con gran ansia de conocer el desenlace (desconocía este caso). Al terminar uno se siente indignado con el funcionamiento de la justicia en EEUU, aunque con ciertas sospechas de que algo no encaja. Llevado por la curiosidad fui más allá del visionado y me informé sobre el caso, y ahí me di cuenta de que acababa de sufrir una gigantesca manipulación, una casi delictiva. Las pruebas contra Steven Avery son abrumadoras, y todo el proceso con sus declaraciones, peritos, informes, etc. se encuentra subido en la red (en inglés); así que el que quiera conocer la verdad y no dejarse engañar por este magnífico producto de propaganda lo tiene fácil.
Desconozco que ha motivado a estas dos cineastas a perpetrar esto, y me desconcierta aún más la difusión y alabanzas que MaM ha recibido a lo largo de estos años sin que casi nadie se moleste en contrastar la información. Para demostrar lo que digo, voy a detallar a continuación las principales medias verdades, omisiones o directamente mentiras que se lanzan en MaM:
-Los Avery no eran una familia pobre, eran una de las más ricas del condado. Su impopularidad se debía a que sus tres hijos (Steven, Chuck y Earl, que salen todos en el documental) acumulaban condenas por altercados públicos, agresiones sexuales (incluidos menores) y violencia doméstica.
-Steven tenía un largo historial criminal: había perdido la custodia de sus hijos por su violenta conducta, los vecinos le habían denunciado por exhibicionismo, había amenazado a una prima suya con un arma, pegó a su novia Jodi nada más salir de la cárcel, y en 2004 una sobrina le denunció por agresión sexual. En la cárcel enseñó a otros reclusos dibujos sobre como torturaría a mujeres.
-MaM miente sobre la demanda contra el condado de Manitowoc por la injusta condena de 1985. No era por 36 millones de dólares, y tan sólo estaban demandados el antiguo sheriff y el fiscal de distrito. Ni Lenk, ni Colborn ni el departamento del Sheriff estaban demandados.
-MaM miente sobre la actuación del agente Colborn en 1995. Si que comunicó a sus superiores y detectives el testimonio de que había un recluso confesando la violación de 1985, fue el sheriff (jubilado ya en 2005) el que ocultó la información. Este agente por cierto, en 2021, ya ha sido indemnizado por Netflix por difamarle.
-MaM omite que Steven llamó aquel día a Teresa dos veces con teléfono oculto, que había pedido expresamente que fuese ella, y que en otras ocasiones le había hecho a la fotógrafa insinuaciones. También se había pedido ese día libre en el trabajo.
-Los Avery siempre colocaban los coches a la venta en la entrada del desguace, esta era la primera vez que Steven lo colocaba enfrente de su casa.
-Steven Avery mintió en repetidas ocasiones sobre lo que había hecho el día de la desaparición, y MaM lo oculta o no le da importancia. En un primer momento dijo que había pagado a Teresa en el interior del tráiler, después pasó a decir que la transacción había sido en el jardín. En su primera declaración a la policía dijo que se había pasado la tarde entera en casa, nunca mencionó la hoguera ni a su sobrino ni la limpieza del garaje; cuando se vio contradicho por los testimonios de sus vecinos, cambió la versión y pasó a decir que había hecho una hoguera (tan sólo solía hacerlas un par de veces al mes) y siguió sin mencionar a su sobrino (que se supone que era su principal coartada). Nunca explicó el origen de su herida en el dedo.
-Igualmente, en MaM se omite como Brendan Dassey mintió a la policía en sus primeras declaraciones. Mantenía que se había pasado la tarde en su casa y que sólo se había acercado a casa de su tío a empujar un coche dentro del garaje. Cuando encontraron sus pantalones llenos de lejía, confesó que había estado ayudando a su tío a limpiar una "mancha de líquido rojo" en el garaje, para ello habían usado nada menos que gasolina, limpiador de pintura y lejía.
-Steven fue visto aquella tarde nervioso, cambiado de ropa y haciendo hogueras continuamente (hasta la madrugada). Se sabe que limpió su garaje, que aspiró las alfombras y que movió de sitio muebles del dormitorio. Se sospecha que quemó un juego entero de sábanas y edredones.
-MaM miente sobre el recorrido de los perros rastreadores, condujeron a la policía inequívocamente hacia el garaje y tráiler de Steven.
-MaM oculta que en la hoguera de Steven aparecieron los restos del móvil, la cámara y la PDA de Teresa.
-MaM hace creer que los primeros registros del tráiler de Steven fueron infructuosos y que de repente empezaron a aparecer pruebas gracias al departamento del sheriff de Manitowoc. Lo cierto es que el primer día ya se recogieron más de 40, incluidos decenas de casquillos de bala. La prueba del luminol mostró indicios de hemoglobina en el garaje. Todas ellas fueron recolectadas y custodiadas por agentes externos al condado.
-MaM miente sobre cómo aparecieron las llaves del coche. El agente de Calumet no estaba despistado como se dice, sino que estaba fotografiando un armario que Colborn estaba agitando, y entonces cayeron de entre unas revistas. Tampoco era el séptimo registro domiciliario, sino el segundo.
-Los peritos forenses encuentran normal que cuando una persona agarra un objeto borre el ADN de la anterior. En MaM se hace creer que esto es inusual en lo que se refiere a las llaves. También encuentran dentro de los parámetros comunes la cantidad de ADN que apareció en la palanca del capó.
Continúa en spoiler
Como producto de entretenimiento es sublime, especialmente su primera temporada, consumí sus más de 20 horas en apenas unos días con gran ansia de conocer el desenlace (desconocía este caso). Al terminar uno se siente indignado con el funcionamiento de la justicia en EEUU, aunque con ciertas sospechas de que algo no encaja. Llevado por la curiosidad fui más allá del visionado y me informé sobre el caso, y ahí me di cuenta de que acababa de sufrir una gigantesca manipulación, una casi delictiva. Las pruebas contra Steven Avery son abrumadoras, y todo el proceso con sus declaraciones, peritos, informes, etc. se encuentra subido en la red (en inglés); así que el que quiera conocer la verdad y no dejarse engañar por este magnífico producto de propaganda lo tiene fácil.
Desconozco que ha motivado a estas dos cineastas a perpetrar esto, y me desconcierta aún más la difusión y alabanzas que MaM ha recibido a lo largo de estos años sin que casi nadie se moleste en contrastar la información. Para demostrar lo que digo, voy a detallar a continuación las principales medias verdades, omisiones o directamente mentiras que se lanzan en MaM:
-Los Avery no eran una familia pobre, eran una de las más ricas del condado. Su impopularidad se debía a que sus tres hijos (Steven, Chuck y Earl, que salen todos en el documental) acumulaban condenas por altercados públicos, agresiones sexuales (incluidos menores) y violencia doméstica.
-Steven tenía un largo historial criminal: había perdido la custodia de sus hijos por su violenta conducta, los vecinos le habían denunciado por exhibicionismo, había amenazado a una prima suya con un arma, pegó a su novia Jodi nada más salir de la cárcel, y en 2004 una sobrina le denunció por agresión sexual. En la cárcel enseñó a otros reclusos dibujos sobre como torturaría a mujeres.
-MaM miente sobre la demanda contra el condado de Manitowoc por la injusta condena de 1985. No era por 36 millones de dólares, y tan sólo estaban demandados el antiguo sheriff y el fiscal de distrito. Ni Lenk, ni Colborn ni el departamento del Sheriff estaban demandados.
-MaM miente sobre la actuación del agente Colborn en 1995. Si que comunicó a sus superiores y detectives el testimonio de que había un recluso confesando la violación de 1985, fue el sheriff (jubilado ya en 2005) el que ocultó la información. Este agente por cierto, en 2021, ya ha sido indemnizado por Netflix por difamarle.
-MaM omite que Steven llamó aquel día a Teresa dos veces con teléfono oculto, que había pedido expresamente que fuese ella, y que en otras ocasiones le había hecho a la fotógrafa insinuaciones. También se había pedido ese día libre en el trabajo.
-Los Avery siempre colocaban los coches a la venta en la entrada del desguace, esta era la primera vez que Steven lo colocaba enfrente de su casa.
-Steven Avery mintió en repetidas ocasiones sobre lo que había hecho el día de la desaparición, y MaM lo oculta o no le da importancia. En un primer momento dijo que había pagado a Teresa en el interior del tráiler, después pasó a decir que la transacción había sido en el jardín. En su primera declaración a la policía dijo que se había pasado la tarde entera en casa, nunca mencionó la hoguera ni a su sobrino ni la limpieza del garaje; cuando se vio contradicho por los testimonios de sus vecinos, cambió la versión y pasó a decir que había hecho una hoguera (tan sólo solía hacerlas un par de veces al mes) y siguió sin mencionar a su sobrino (que se supone que era su principal coartada). Nunca explicó el origen de su herida en el dedo.
-Igualmente, en MaM se omite como Brendan Dassey mintió a la policía en sus primeras declaraciones. Mantenía que se había pasado la tarde en su casa y que sólo se había acercado a casa de su tío a empujar un coche dentro del garaje. Cuando encontraron sus pantalones llenos de lejía, confesó que había estado ayudando a su tío a limpiar una "mancha de líquido rojo" en el garaje, para ello habían usado nada menos que gasolina, limpiador de pintura y lejía.
-Steven fue visto aquella tarde nervioso, cambiado de ropa y haciendo hogueras continuamente (hasta la madrugada). Se sabe que limpió su garaje, que aspiró las alfombras y que movió de sitio muebles del dormitorio. Se sospecha que quemó un juego entero de sábanas y edredones.
-MaM miente sobre el recorrido de los perros rastreadores, condujeron a la policía inequívocamente hacia el garaje y tráiler de Steven.
-MaM oculta que en la hoguera de Steven aparecieron los restos del móvil, la cámara y la PDA de Teresa.
-MaM hace creer que los primeros registros del tráiler de Steven fueron infructuosos y que de repente empezaron a aparecer pruebas gracias al departamento del sheriff de Manitowoc. Lo cierto es que el primer día ya se recogieron más de 40, incluidos decenas de casquillos de bala. La prueba del luminol mostró indicios de hemoglobina en el garaje. Todas ellas fueron recolectadas y custodiadas por agentes externos al condado.
-MaM miente sobre cómo aparecieron las llaves del coche. El agente de Calumet no estaba despistado como se dice, sino que estaba fotografiando un armario que Colborn estaba agitando, y entonces cayeron de entre unas revistas. Tampoco era el séptimo registro domiciliario, sino el segundo.
-Los peritos forenses encuentran normal que cuando una persona agarra un objeto borre el ADN de la anterior. En MaM se hace creer que esto es inusual en lo que se refiere a las llaves. También encuentran dentro de los parámetros comunes la cantidad de ADN que apareció en la palanca del capó.
Continúa en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-MaM miente sobre el coche reportado por un camionero en la carretera. Sí se comprobó por la policía y no era el de Teresa.
-MaM oculta que Steven Avery no podía llevar el coche a la trituradora porque para ello debía pasar por delante de la casa de sus padres y la de su hermano. Las matrículas del coche estaban escondidas de manera separada.
-MaM deja caer que los policías pudieron robar la muestra de ADN que le extrajeron de la ingle a Steven para después colocarla en la escena del crimen. Se omite que la enfermera declaró que se deshizo de ella personalmente.
-MaM no cuenta la verdad sobre la prueba estrella de la defensa de Steven, el vial de sangre abierto. Steven ocultó a sus abogados de 2006 que este vial había sido abierto (en presencia de sus abogados anteriores) y utilizado durante su proceso de excarcelación en los 90.
-MaM incide continuamente en las contradicciones del interrogatorio en 2006 a Brendan, pero no dice que el dibujo de Brendan sobre la localización del cadáver en el garaje coincide exactamente con la localización del área que se limpió con lejía.
-MaM no le da importancia a que Brendan volvió a confesar el crimen a su madre en la primera llamada desde la cárcel. Dice literalmente que "Steven lo hizo", y que él "hizo algunas cosas de las que ha confesado".
-MaM intenta hacer creer que Brendan padecía una discapacidad intelectual. Nada más lejos de la realidad, era una persona poco inteligente pero que llevaba una vida absolutamente funcional.
-MaM miente cuando habla sobre la famosa bala del .22. La fiscalía nunca sostuvo que atravesara el cráneo de Teresa, y su análisis es perfectamente compatible con haberse disparado contra una persona. Tampoco se dice que se sabe a ciencia cierta que esa bala fue disparada por el rifle propiedad de Steven.
-MaM no dice que en el juicio se demostró como la testigo estrella de la defensa, la conductora del autobús, estaba equivocada. Dijo que había visto a Teresa y Steven en el cartel de entrada al desguace, y eso había ocurrido dos semanas antes.
Me dejo muchas más pruebas e indicios, pero creo que ya es suficiente. Ni voy a comentar las falsas premisas, experimentos disparatados sin contrastar, y falsas acusaciones de la abogada Kathleen Zellner. Abogada que por cierto desde el estreno de la segunda temporada, de la que se convirtió en protagonista, apenas ha vuelto a tomar acciones en el caso. Tampoco merece comentario como de manera evidente se recortan las intervenciones de la fiscalía para sólo dejar sus errores y sus alegatos puramente emocionales.
Si alguien se cree que este delincuente habitual ha sido objeto de una serie de casualidades increíbles y conspiraciones a gran escala (ojo a la teoría del "me robaron la sangre del lavabo"), que se lo haga mirar. Tampoco es la primera vez que Netflix publica un documental "true crime" de dudoso rigor. Teresa Halbach, descanse en paz.
-MaM oculta que Steven Avery no podía llevar el coche a la trituradora porque para ello debía pasar por delante de la casa de sus padres y la de su hermano. Las matrículas del coche estaban escondidas de manera separada.
-MaM deja caer que los policías pudieron robar la muestra de ADN que le extrajeron de la ingle a Steven para después colocarla en la escena del crimen. Se omite que la enfermera declaró que se deshizo de ella personalmente.
-MaM no cuenta la verdad sobre la prueba estrella de la defensa de Steven, el vial de sangre abierto. Steven ocultó a sus abogados de 2006 que este vial había sido abierto (en presencia de sus abogados anteriores) y utilizado durante su proceso de excarcelación en los 90.
-MaM incide continuamente en las contradicciones del interrogatorio en 2006 a Brendan, pero no dice que el dibujo de Brendan sobre la localización del cadáver en el garaje coincide exactamente con la localización del área que se limpió con lejía.
-MaM no le da importancia a que Brendan volvió a confesar el crimen a su madre en la primera llamada desde la cárcel. Dice literalmente que "Steven lo hizo", y que él "hizo algunas cosas de las que ha confesado".
-MaM intenta hacer creer que Brendan padecía una discapacidad intelectual. Nada más lejos de la realidad, era una persona poco inteligente pero que llevaba una vida absolutamente funcional.
-MaM miente cuando habla sobre la famosa bala del .22. La fiscalía nunca sostuvo que atravesara el cráneo de Teresa, y su análisis es perfectamente compatible con haberse disparado contra una persona. Tampoco se dice que se sabe a ciencia cierta que esa bala fue disparada por el rifle propiedad de Steven.
-MaM no dice que en el juicio se demostró como la testigo estrella de la defensa, la conductora del autobús, estaba equivocada. Dijo que había visto a Teresa y Steven en el cartel de entrada al desguace, y eso había ocurrido dos semanas antes.
Me dejo muchas más pruebas e indicios, pero creo que ya es suficiente. Ni voy a comentar las falsas premisas, experimentos disparatados sin contrastar, y falsas acusaciones de la abogada Kathleen Zellner. Abogada que por cierto desde el estreno de la segunda temporada, de la que se convirtió en protagonista, apenas ha vuelto a tomar acciones en el caso. Tampoco merece comentario como de manera evidente se recortan las intervenciones de la fiscalía para sólo dejar sus errores y sus alegatos puramente emocionales.
Si alguien se cree que este delincuente habitual ha sido objeto de una serie de casualidades increíbles y conspiraciones a gran escala (ojo a la teoría del "me robaron la sangre del lavabo"), que se lo haga mirar. Tampoco es la primera vez que Netflix publica un documental "true crime" de dudoso rigor. Teresa Halbach, descanse en paz.
22 de enero de 2016
22 de enero de 2016
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe creer que cuando lees una novela de John Grisham pienses que nos presenta las historias y las actuaciones de los abogados como golpes continuos de efecto para que sigas queriendo leer más y más. Pues no, resulta que lo único que hace es coger lo que pasa en la América profunda y darte en los morros con ello.
Esta serie documental te hace cuestionarte a cada minuto en lo que crees, en lo que basas tus principios morales y sobre todo, en quien puedes confiar y porque.
Da igual lo que creas, te irás a la cama de mal rollo!
Esta serie documental te hace cuestionarte a cada minuto en lo que crees, en lo que basas tus principios morales y sobre todo, en quien puedes confiar y porque.
Da igual lo que creas, te irás a la cama de mal rollo!
19 de marzo de 2017
19 de marzo de 2017
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Making a Murderer bien podría ser el reverso de The People vs. O. J.:
-Si en el caso de OJ asistimos a un espectáculo mediático en torno a una estrella estadounidense, con todo el lujo y voyerismo que implica realizar un examen de las miserias de una vieja gloria deportiva (sus casas, sus coches, su vida sexual…), lo que presenciamos aquí es la crucifixión de un don nadie, de un paria, de un white trash (en esta ocasión literalmente: Avery vivía y trabajaba en un desguace), de alguien que en definitiva no tiene la consideración de persona, de ciudadano en un sentido legal, ni, por tanto, derecho a un juicio justo.
-Más: mientras que en el caso de OJ se absolvía a un culpable, al menos en primera instancia, dado que posteriormente los buenos y blancos ciudadanos sí lo condenaron; así que, a pesar de todo, la Justicia finalmente triunfó…, lo que vemos aquí es cómo se procesa implacablemente y sin dejar posibilidad de redención alguna a dos inocentes. El reverso es tenebroso porque mientras que la absolución de un culpable solo implica una falla en el sistema legal, la condena de un inocente desvela una maquinaria diseñada para castigar (al margen de las circunstancias que rodearan este proceso en particular). Y también de un sistema legal que en el mejor de los casos funciona más como una maquina de la venganza, cuando no directamente como un negocio (véase el documental Enmienda XIII), que como un método de reeducación y reinserción social. (Perdón por las risas).
-La absolución de OJ fue económica. OJ pudo permitirse contratar a unos abogados que astutamente transformaron el juicio en algo puramente emocional, apelando a la “raza” y clase social de su cliente para dejar entrever al jurado una conspiración policial de la que no había prueba alguna. Así mientras en el caso de OJ asistimos al proceso de un “rico negro” acusando de conspiración al sistema judicial, lo cual es “creíble”, en el de Avery asistimos al de un tipo que vive en un tráiler y en el que no sólo se insinúa tal conspiración: se demuestra. He ahí lo que no se puede creer, lo que no se Debe creer. Y lo que es peor, una persona que se mantiene firme en su acusación, que no se corrompe ni doblega. Alguien que está dispuesto a pasar muchos años en la cárcel con tal de mantener su inocencia. Un paria con dignidad al que hay que arrebatar la credibilidad. Especialmente cuando mantener esa inocencia y dignidad implicaba hundir la de muchos buenos ciudadanos.
En efecto: la dignidad, el estoicismo radical de Avery, su nobleza y humildad los deja a todos en evidencia. Ellos, los policías, los investigadores, el fiscal… son los buenos ciudadanos, todos insisten constantemente en este punto: ellos son los que van a misa, los miembros respetables de la comunidad, los trabajadores, los honestos padres de familia. Y de repente llegó Avery, descorrió el telón y, sin tan siquiera pretenderlo, nos mostró que las cosas quizás no eran en absoluto como parecían.
Que quizás el corazón de esos que se definen a sí mismos como buenos no esté tan limpio como ellos creen. Que quizás no sean tan buenos, ni tan nobles. Que quizás, y en absoluto quizás, el corazón de los USA esté carcomido por el fanatismo y la arrogancia. Sí, Dios, de una manera u otra, siempre estaba detrás de cada una de las acciones y testimonios de los que se autodenominaban buenos. Encontró el coche en el desguace porque Dios la guió hasta allí. Lagrimita. La sentencia expresó la voluntad de Dios. Mirada de satisfacción. Avery es la persona más peligrosa que ha pisado esta corte, llegó a decir el juez tras escuchar el alegato del hermano de la víctima realizado, por supuesto, con la ayuda de Dios.
Qué derecho a un juicio justo o a la presunción de inocencia podía tener Avery cuando era el mismísimo Dios quien guiaba a sus secuestradores. Qué tipo de juicio o diálogo era posible con aquéllos que no solo creían tener la verdad y toda la verdad, sino, OMG, la Verdad Divina.
-Si en el caso de OJ asistimos a un espectáculo mediático en torno a una estrella estadounidense, con todo el lujo y voyerismo que implica realizar un examen de las miserias de una vieja gloria deportiva (sus casas, sus coches, su vida sexual…), lo que presenciamos aquí es la crucifixión de un don nadie, de un paria, de un white trash (en esta ocasión literalmente: Avery vivía y trabajaba en un desguace), de alguien que en definitiva no tiene la consideración de persona, de ciudadano en un sentido legal, ni, por tanto, derecho a un juicio justo.
-Más: mientras que en el caso de OJ se absolvía a un culpable, al menos en primera instancia, dado que posteriormente los buenos y blancos ciudadanos sí lo condenaron; así que, a pesar de todo, la Justicia finalmente triunfó…, lo que vemos aquí es cómo se procesa implacablemente y sin dejar posibilidad de redención alguna a dos inocentes. El reverso es tenebroso porque mientras que la absolución de un culpable solo implica una falla en el sistema legal, la condena de un inocente desvela una maquinaria diseñada para castigar (al margen de las circunstancias que rodearan este proceso en particular). Y también de un sistema legal que en el mejor de los casos funciona más como una maquina de la venganza, cuando no directamente como un negocio (véase el documental Enmienda XIII), que como un método de reeducación y reinserción social. (Perdón por las risas).
-La absolución de OJ fue económica. OJ pudo permitirse contratar a unos abogados que astutamente transformaron el juicio en algo puramente emocional, apelando a la “raza” y clase social de su cliente para dejar entrever al jurado una conspiración policial de la que no había prueba alguna. Así mientras en el caso de OJ asistimos al proceso de un “rico negro” acusando de conspiración al sistema judicial, lo cual es “creíble”, en el de Avery asistimos al de un tipo que vive en un tráiler y en el que no sólo se insinúa tal conspiración: se demuestra. He ahí lo que no se puede creer, lo que no se Debe creer. Y lo que es peor, una persona que se mantiene firme en su acusación, que no se corrompe ni doblega. Alguien que está dispuesto a pasar muchos años en la cárcel con tal de mantener su inocencia. Un paria con dignidad al que hay que arrebatar la credibilidad. Especialmente cuando mantener esa inocencia y dignidad implicaba hundir la de muchos buenos ciudadanos.
En efecto: la dignidad, el estoicismo radical de Avery, su nobleza y humildad los deja a todos en evidencia. Ellos, los policías, los investigadores, el fiscal… son los buenos ciudadanos, todos insisten constantemente en este punto: ellos son los que van a misa, los miembros respetables de la comunidad, los trabajadores, los honestos padres de familia. Y de repente llegó Avery, descorrió el telón y, sin tan siquiera pretenderlo, nos mostró que las cosas quizás no eran en absoluto como parecían.
Que quizás el corazón de esos que se definen a sí mismos como buenos no esté tan limpio como ellos creen. Que quizás no sean tan buenos, ni tan nobles. Que quizás, y en absoluto quizás, el corazón de los USA esté carcomido por el fanatismo y la arrogancia. Sí, Dios, de una manera u otra, siempre estaba detrás de cada una de las acciones y testimonios de los que se autodenominaban buenos. Encontró el coche en el desguace porque Dios la guió hasta allí. Lagrimita. La sentencia expresó la voluntad de Dios. Mirada de satisfacción. Avery es la persona más peligrosa que ha pisado esta corte, llegó a decir el juez tras escuchar el alegato del hermano de la víctima realizado, por supuesto, con la ayuda de Dios.
Qué derecho a un juicio justo o a la presunción de inocencia podía tener Avery cuando era el mismísimo Dios quien guiaba a sus secuestradores. Qué tipo de juicio o diálogo era posible con aquéllos que no solo creían tener la verdad y toda la verdad, sino, OMG, la Verdad Divina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y es que justo en el centro de todos esos buenos ciudadanos hay un pequeño nazi. Y ese pequeño nazi es en realidad quien tiene el control, quien dicta cada una de sus palabras, el que motiva cada una de sus acciones y el que se emociona ante cualquier repugnante atrocidad. Ese pequeño fanático, ese niño interior, ese nazi reprimido, fantásticamente interpretado por el fiscal, es quien permitió aquella “legendaria” rueda de prensa y quien les permitió mandar a la cárcel sin una sola prueba a un adolescente con una edad mental de 10 años. Hasta el 2048. Total, para qué narices hacen falta las pruebas cuando no eres más que la mano derecha de Dios. Y a eso lo llamaron impartir Justicia. Y luego se felicitaron y se repartieron aplausos y ascensos.
Esos pequeños nazis son los que han puesto a un psicópata como presidente. Y Making a Murderer es en este sentido una radiografía casi insoportable de ese tumor llamado fanatismo que asola cada rincón del mundo. Y es que aquí (y -aquí- es sólo otro ejemplo más) podría pasar los mismo en cualquier momento. Al fin y al cabo, también tenemos un montón de buenos, honrados, trabajadores y respetables ciudadanos; algunos también van a misa cada domingo. Y que la narración no sea la misma no cambia el hecho fundamental de vivir en una añeja fantasía. Make America great again. Deutschland über alles. Y viva España.
Una última observación: En Making a Murderer la Ley No es lo Bueno. No sirve para realizar lo Bueno, al menos desde un punto de vista ético en el que se respete la dignidad de Avery. Es más, en este caso la Ley está al servicio de, perdonen la expresión, el Mal: observen todas y cada una de las decisiones del juez, decisiones siempre realizadas conforme a Ley. De hecho, la serie puede hacerse reiterativa, pero esto es debido a que el proceso legal que pretende reflejar es extraordinariamente reiterativo: observen los interrogatorios, los registros… Y mediante esa reiteración parece señalar, no sé si es aposta o no pero en cualquier caso es consustancial al propio proceso legal, que toda esa proliferación de leyes y trámites burocráticos no es más que el síntoma de una sociedad enferma, dado que no habría necesidad de ellas si las personas que la integran no estuvieran corrompidas hasta su nivel más profundo y central, prestas a saltárselas mediante cualquier subterfugio imaginable, como efectivamente sucede en el caso del fiscal, los investigadores, los policías, el FBI, los jueces y la mayor parte de los habitantes del condado de Manitowoc.
Esos pequeños nazis son los que han puesto a un psicópata como presidente. Y Making a Murderer es en este sentido una radiografía casi insoportable de ese tumor llamado fanatismo que asola cada rincón del mundo. Y es que aquí (y -aquí- es sólo otro ejemplo más) podría pasar los mismo en cualquier momento. Al fin y al cabo, también tenemos un montón de buenos, honrados, trabajadores y respetables ciudadanos; algunos también van a misa cada domingo. Y que la narración no sea la misma no cambia el hecho fundamental de vivir en una añeja fantasía. Make America great again. Deutschland über alles. Y viva España.
Una última observación: En Making a Murderer la Ley No es lo Bueno. No sirve para realizar lo Bueno, al menos desde un punto de vista ético en el que se respete la dignidad de Avery. Es más, en este caso la Ley está al servicio de, perdonen la expresión, el Mal: observen todas y cada una de las decisiones del juez, decisiones siempre realizadas conforme a Ley. De hecho, la serie puede hacerse reiterativa, pero esto es debido a que el proceso legal que pretende reflejar es extraordinariamente reiterativo: observen los interrogatorios, los registros… Y mediante esa reiteración parece señalar, no sé si es aposta o no pero en cualquier caso es consustancial al propio proceso legal, que toda esa proliferación de leyes y trámites burocráticos no es más que el síntoma de una sociedad enferma, dado que no habría necesidad de ellas si las personas que la integran no estuvieran corrompidas hasta su nivel más profundo y central, prestas a saltárselas mediante cualquier subterfugio imaginable, como efectivamente sucede en el caso del fiscal, los investigadores, los policías, el FBI, los jueces y la mayor parte de los habitantes del condado de Manitowoc.
7 de febrero de 2016
7 de febrero de 2016
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la realidad supera en muchas ocasiones a la ficción es algo que habréis leído u oído alguna vez en vuestra vida pero lo que se puede ver en 'Making a Murderer' va mas allá de toda lógica posible. Es tan realisticamente surrealista todo lo que ocurre que jamas creeréis estar viendo un caso basado en hechos reales. Vuestra mente se negara a aceptarlo y no daréis crédito a lo que vuestros ojos verán durante diez episodios. Me resulta algo difícil escribir sobre el nuevo pelotazo de Netflix sin caer en algún spoiler así que dividiré esta reseña en dos partes. En esta, la primera, tratare de contaros lo mínimo posible sobre la serie SIN SPOILERS e intentare que terminéis viéndola porque merece muchisimo la pena. Todo lo escrito ANTES DEL TRAILER NO TIENE SPOILERS. BAJO EL TRAILER,TODO SPOILERS y lo que es una opinión mas formada sobre lo que le ocurrió, ocurre y ocurrirá a Steven Avery, el protagonista de 'Making a Murderer'. Sobre que trata este nuevo éxito de Netflix? Trata sobre Steven Avery, un hombre acusado de violación y asesinato que fue liberado tras 18 años en prisión gracias a la reapertura del caso y la posibilidad de unas pruebas de ADN que demostraron que Steven, no tuvo nada que ver con dicha muerte. Tras salir de la cárcel, y a los pocos días de que se aprobara una ley de indemnización para victimas de juicios injustos, un nuevo cadáver aparece en la propiedad de Steven y, como no podía ser de otra manera, vuelve a prisión. La serie se centra en esta segunda investigación donde las innumerables y contradictorias pruebas empiezan a involucrar a miembros de la policía y al estado de Manitowoc en Winconsin. Conspiración? Conflicto de intereses? Durante diez capítulos de 65 minutos aproximadamente, las directoras Moira Demos y Laura Ricciardi, muestran un montaje de lo grabado en los últimos 10 años sobre este caso con entrevistas, imagenes de archivo, vídeos de interrogatorios, llamadas pinchadas, etc para ofrecer al mundo una visión sobre el caso de Steven Avery, uno, sino el que mas, de los casos mas importantes de la historia de Wisconsin y por ende, de Estados Unidos. Tras el sorprendente y shockeante exito de 'The Jinx' en HBO, Netflix no pierde el tiempo y se saca de la manga una serie que pasaria tranquilamente por un capitulo alargado de 'Crimenes Imperfectos' de esos que emiten por las mañanas pero con la capacidad de atraer a millones de personas que como un servidor, no son capaces de creer y dejar de ver todo lo que se ve en esos diez episodios. Una serie que este generando una corriente de noticias diaria a cual mas impactante y que ha conseguido poner al sistema judicial de Estados Unidos en una posición peor que el documental sobre Snowden. Moira Demos y Laura Ricciardi leyeron un articulo en 2005 en el New York Times sobre el caso de Steven Avery titulado 'Freed by DNA, Now Charged in New Crime' que les parecio tan fascinante que ni se lo pensaron dos veces, alquilaron un coche y con una sola camara se dirigieron a Manitowoc para empezar a rodar lo que hoy se puede ver en la serie. Un impecable trabajo de documentación que desgraciadamente funciona a la perfección como thriller, como la tercera temporada de 'True Detective' si me apurais, pero donde todo, absolutamente todo es real. Una gran serie documental para empezar el año que no os podeis perder bajo ningún concepto. Altamente recomendable.
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/01/making-murderer.html
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2016/01/making-murderer.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cito textualmente una frase que aparece en la pagina de Wikipedia de la serie: 'A petition to the White House to pardon Avery garnered more than 128,000 signatures. In response, President Obama stated he had no authority to act in a state case.'. Indignante. Impotencia. Como puede ser que pase esto realmente? Porqué parece que nadie dice la verdad? Porqué nadie mas puede ver lo que yo veo en este caso y al parecer tambien el propio Avery? Porqué a veces tengo pensamientos sobre su inocencia? Contando que son 10 años resumidos en 10 capitulos y que la muestra de información apenas es completa, uno puede hacerse una idea de lo que le ocurrió a Steven Avery, bueno, de lo que le esta ocurriendo porque sigue preso y sin posibilidad de un nuevo juicio. Cadena perpetua lo llaman. Porqué se lo toma tan tranquilamente? Porqué nunca se altera con toda la mierda que le estan echando encima? Cierto si, en alguna ocasión asegura que se va a suicidar. En fin, primero me quitare mi teoria de encima porque no poder soltar spoilers en las redes sociales sobre este caso me tiene negro. Es la siguiente. Steven Avery es inocente, de todo, tanto el como su sobrino. En el primer asesinato queda claro que no fue el por las pruebas de ADN, hasta ahi bien. Despues viene la ley para que lo indemnizen y ahi el condado de Manitowoc no tiene un puñetero dolar para hacer frente a tan grande suma. A los pocos dias aparece el coche de Teresa en el desguace de Steven. 'Aparece' .... lo encuentra su hermana, que al parecer sabia por donde mirar nada mas entrar al desguace. Y ojo, que la mujer llega alli como por arte de magia, no se donde buscar asi que...bueno, voy a mirar en el desguace porque nadie me lo ha dicho antes. Jajaja es que me rio por no llorar, y asi con todas las pruebas. Es mas, dos dias antes, Colborn pregunta sobre ese mismo coche por radio a la comisaria!!! Madre mia, el tal Colborn tiene una cara de culpable que no puede con ella. Al igual que Lenk, que para mi junto a Colborn son los dos principales culpables de la muerte de Teresa Halbach. Mi teoria es que no podian pagar la indemnizacion a Avery porque ni tenian dinero ni estaban dispuestos a quedar mal con lo que, Colborn y Lenk mataron a Teresa Halbach para incriminar a Steven y asi no tener que pagar nada y dejar al sistema judicial como el bueno de la historia corroborando con ello tambien que tenian razon y que Steven Avery jamas debio salir de prision.
Vamos con algunas de las pruebas. La sangre en la camioneta de Teresa es de Steven Avery en la parte delantera, cerca del contacto, y apenas unas gotas. Supuestamente de una herida que Steven tiene el dedo. En la parte de atras encontramos rastros de sangre de Teresa junto a algunos cabellos. Si uno piensa en poner sangre para que incrimen a alguien esa serie la forma de hacerlo, justo ahi. Si supuestamente la mato en la camioneta de un disparo como indica un casquillo encontrado en el garage, debia haber mas salpicaduras de sangre, y tres cuartas partes de lo mismo si donde la mato fue en el garage o en su caravana. Donde esta la sangre de Teresa Halbach? No hay rastro de ADN o sangre de Teresa en toda la propiedad de Steven, en ningun lado, probado. Pudo quemarla directamente en la hoguera y asi evitaba lo de la sangre pero para ello deberia estar dormida, sino, chillaria y alguien oiria algo, quiero decir que es que no hay sangre por ningun lado y Steven Avery o su sobrino, este menos incluso, no tiene pinta de saber limpiar una escena del crimen a la perfeccion, mas que nada porque uno se ha pasado media vida preso y el otro no es muy listo que digamos, solo hay que verlo en los interrogatorios. Un niño al que la policia engaña y manipula de una manera brutal, capaz de decir lo que los demas quieren con tal de que lo dejen en paz. Su mirada, su porte. Es muy triste. Y triste que alguien acepte una declaración similar en un juicio. Sin un abogado delante ni tutor y en mitad del horario escolar.
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Vamos con algunas de las pruebas. La sangre en la camioneta de Teresa es de Steven Avery en la parte delantera, cerca del contacto, y apenas unas gotas. Supuestamente de una herida que Steven tiene el dedo. En la parte de atras encontramos rastros de sangre de Teresa junto a algunos cabellos. Si uno piensa en poner sangre para que incrimen a alguien esa serie la forma de hacerlo, justo ahi. Si supuestamente la mato en la camioneta de un disparo como indica un casquillo encontrado en el garage, debia haber mas salpicaduras de sangre, y tres cuartas partes de lo mismo si donde la mato fue en el garage o en su caravana. Donde esta la sangre de Teresa Halbach? No hay rastro de ADN o sangre de Teresa en toda la propiedad de Steven, en ningun lado, probado. Pudo quemarla directamente en la hoguera y asi evitaba lo de la sangre pero para ello deberia estar dormida, sino, chillaria y alguien oiria algo, quiero decir que es que no hay sangre por ningun lado y Steven Avery o su sobrino, este menos incluso, no tiene pinta de saber limpiar una escena del crimen a la perfeccion, mas que nada porque uno se ha pasado media vida preso y el otro no es muy listo que digamos, solo hay que verlo en los interrogatorios. Un niño al que la policia engaña y manipula de una manera brutal, capaz de decir lo que los demas quieren con tal de que lo dejen en paz. Su mirada, su porte. Es muy triste. Y triste que alguien acepte una declaración similar en un juicio. Sin un abogado delante ni tutor y en mitad del horario escolar.
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27 de marzo de 2019
27 de marzo de 2019
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede decir que no sea interesante, pero tal vez tener que comprobarlo durante diez horas (la primera temporada, pues la segunda con sus otras diez horas puede resultar inaguantable) sea un precio muy alto. El formato y la naturaleza del documental es posible que así lo exija. Si te sobra tiempo, adelante.
Nota:
No obstante, la primera temporada es un buen trabajo. Si su duración hubiera sido un tercio más breve, la hubiera puntuado con un 6.
La segunda temporada, como digo arriba, casi insufrible, excepto el último capítulo, el 10, que es un poco más interesante.
Nota:
No obstante, la primera temporada es un buen trabajo. Si su duración hubiera sido un tercio más breve, la hubiera puntuado con un 6.
La segunda temporada, como digo arriba, casi insufrible, excepto el último capítulo, el 10, que es un poco más interesante.
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