Haz click aquí para copiar la URL

Esperanza y gloria

Drama En plena Segunda Guerra Mundial, a las afueras de Londres, el joven Bill Rohan es un inocente niño inglés que vive la guerra como una experiencia apasionante y llena de emociones que ponen fin a la rutina diaria. En unos tiempos tan trágicos como convulsos Bill descubrirá nada menos que el sexo, el amor, la hipocresía y la muerte, mientras los adultos tratan de sobrevivir mientras hablan de patriotismo, esperanza y gloria... Basada en ... [+]
<< 1 2 3 >>
Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
16 de abril de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que John Boorman es un cineasta personal, en el sentido que él mismo suele escribir y producir sus films, tomándose todo el tiempo del mundo para llevar a buen puerto sus propuestas, nadie lo puede discutir. Ese sentimiento de autor suele redundar en propuestas originales y sugestivas, en esta ocasión el cineasta repasa sus recuerdos de infancia, pero al mismo tiempo quiere encontrar un equilibrio formal y narrativo más clásico, más arquetípico si se quiere, tomando como referente obras bien consensuadas públicamente como: “La señora Miniver” de William Wyler, “La vida manda” de David Lean, o “Yanquis” de John Schlesinger.

“Esperanza y gloria” narra algunos hechos acontecidos en Londres durante la 2ª Guerra Mundial, cuando la capital británica aparecía poblada de mujeres, viejos y niños a la espera de que el marido, el padre volviera sano y salvo al hogar, y el desasosiego de recibir una carta con nefastas noticias del imposible regreso. Es obviamente, un melodrama sobre la retaguardia, planteado con todos los lugares comunes de este tipo de historias, sólo que aquí está planteada desde una óptica infantil, desde el prisma distorsionado sin duda, por el paso del tiempo, de un Boorman que evoca con cálidas imágenes los años vividos bajo la opresión de los bombardeos germanos, que terminaría siendo para esa mente infantil una especie de juego más intenso y estimulante que la vida cotidiana y familiar, las correrías amorosas de su hermana, los problemas de sus padres y los gratos momentos de esparcimiento con su abuelo.

Como no podía ser de otra forma, la música británica popular, ceremoniosa y patriótica como el célebre tema musical compuesto por Edward Elgar, con el que titulo esta reseña, además del himno británico, ilustran en momentos claves de celebración de la familia protagonista. El film se articula sobre recuerdos seguramente manipulados por la reconversión adulta del propio protagonista, el cineasta, que logra hacer fluir a través de los juegos infantiles y otras aventuras de niñez una magia especial que sirve para recrear lo banal y lo importante en la vida de aquellos seres sufriendo en la retaguardia. Film de estética y factura elegante, de momentos poéticos y románticos, una película nostálgica que puede entenderse como un eslabón coherente en la carrera de Boorman, una vez más plantea el conflicto entre civilización y barbarie, como lo hacía en “La selva esmeralda” o en “Defensa”. Una película sencilla, humana y nada desdeñable.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de John Boorman sobre la vida de una familia en un Londres asediado por los bombardeos nazis en plena segunda guerra civil.

Un canto vitalista aunque con cierto sabor agridulce que me recuerda en cierta manera a 'La Señora Miniver' aunque quizás está fuese bastante más amarga y con ese fondo propagandístico del que carece esta.

Hay momentos muy conseguidos como la puesta en escena de la familia pasando un día en la playa, primero de forma natural para luego mostrárnoslo a través de una alambrada con ayuda de un travelling lateral o aquellos hilarantes momentos en casa del abuelo entre otros.

He descubierto otra obra de un cineasta que ya me parecía muy interesante y que ahora me lo parece más.
Maestro de Marionetas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de enero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las comparaciones con la película "El Imperio del Sol" fueron notables por el tema principal de las dos películas, la guerra vista a través de los ojos de un niño. Sin embargo son dos films completamente distintos. En este caso, refleja las vivencias de una familia metida en el conflicto bélico. En especial de un padre que se alista voluntario. La guerra, el dramatismo, la pérdida de bienes comunes, los sentimientos (ira, amor, rabia, alegrías); se hacen patentes en una buena cinta firmada por John Boorman. La fotografía es un hábil reflejo para comprender los sentimientos de las personas. Las interpretaciones de los actores son buenas. Especialmente la del abuelo del niño. Buena película, sin dudarlo.
EXCELSIOR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
247/04(09/12/12) Sobrevalorada cinta, aunque interesante propuesta del realizador inglés John Boorman, que expone un relato basado en sus experiencias juveniles en Londres durante la WWII que recuerda bastante a ‘La Sra. Miniver’ de William Wyler,, lo hace con un trasfondo idealizado, quedándose en la superficie. El escenario es la capital inglesa en 1939, la población se entera del comienzo del conflicto bélico a través de la radio, el centro del argumento es la familia Rowan de clase media, el protagonista es Billy Rowan (buen Sebastian Rice-Edwards), se cuenta como se sufrió tras el frente, la población civil la Guerra, el padre, Clive (buen David Hayman) se alista esperando que lo manden al frente pero es enviado cerca de su casa a trabajo burocrático, su madre, Grace (buena Sarah Miles) queda en solitario a cargo de sus tres hijos, la mayor, Dawn (buena Sammi Davis), que una joven con las hormonas en ebullición que comenzará a salir con un soldado canadiense, Bruce Carrey (Jean-Marc Barr), él protagonista Nilly, y la hija menor, Sue (Gerealdine Muir). Es la historia de una familia común, filtrada por los ojos de Billy, chico de diez años, son sus volubles recuerdos, una nostálgica narración, el despertar de la inocencia, contada con inocencia y humor, cómo para él todo es motivo de jolgorio, algo que le saca de la rutina diaria, los continuos bombardeos son aventuras, simbólico cuando los chicos contemplan la escuela derruida y dan las gracias en medio de vítores a Hitler. se une a un grupo de mozalbetes para hacer todo tipo de tropelías, los barrios son un amasijo de escombros, casas derruidas donde los niños encuentran una mina para sus juegos, buscan cosas de valor entre las ruinas, mientras los mayores sufren, en la mejor escena del film hay un excelente travelling en el que vemos el contraste de la tragedia provocada por un bombardeo que destroza hogares y vidas, los mayores sufren los duros rigores de la contienda, mientras la cámara observa y se desliza al otro lado del espejo donde los niños disfrutan, buscan metralla, se esconden en los cráteres dejados por las explosiones, juegan a guerrear, es un mundo nuevo cada día en medio del horror, en la escuela recitan la tabla de multiplicar con la máscara de gas. Es el relato de cómo afectó a la población civil una Guerra, como el cabeza de familia viró del padre a la madre por la ausencia de él, nos presentan el día a día de esta familia, una recreación estupenda de la época gracias al excelente diseño de producción de Anthony Pratt (‘Excalibur’ ‘Hermanos de sangre’ o ‘El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber’), los escenarios irradian realismo, el vestuario, los vehículos, la música diegética que se oye, la banda sonora de Peter martin (‘Buenos días y buena suerte’) con prominencia a de temas jazzísticos encaja muy bien en su tono, todo enmarcado en la magnífica fotografía del galo Philippe Rouselot (‘El oso’, ‘Las amistades peligrosas’ o ‘Big Fish’), está presente el éxodo de niños para que estos estén lejos de la guerra, los problemas que se establecen por la falta de recursos, el racionamiento de comida o cuando Dawn se pinta la raya de las medias en las piernas para simular las costuras, está presente la paranoia cuando Grace no quiere probar la mermelada alemana que Clive ha traído a casa por miedo a que este envenenada, los germanos saben lo mucho que les gusta a los británicos este alimento. Resaltaré la tierna subtrama en que queda al descubierto el viejo amor que Grace siente por un amigo de Clive que no es apto para la guerra (buen Colin Higgins). La cinta en un momento dado cambia a un escenario bucólico a las orillas del Támesis, la familia se ve forzada a trasladarse a la residencia de los abuelos, los padres de Grace, allí parecen estar en una burbuja, la vida pasa plácidamente, Billy se lo pasa en grande con su cascarrabias abuelo George (carismático Ian Bannen), comidas campestres, jugando al cricket o escuchando los comentarios sarcásticos del abuelo, el único atisbo bélico que tienen es un bomba que cae al rio y que sirve de alegría pues les proporciona montones de peces muertos. Todo esto con el objetivo de mostrarnos que la vida continuaba a pesar de que cerca había un Guerra, uno de los contrastes es la subtrama de Sue que se queda embarazada y da a luz, metáfora de que el ciclo de la vida continuaba. Las taras están en su tono de ligereza y banalidad, todo se huele plúmbeo, sin peso ni calado, no hay hondura dramática, cayendo por momentos en una bajada de ritmo, no hay grandes momentos que muevan a una catarsis emocional, todo queda lineal derivando en que los personajes quedan algo artificiosos. Queda por debajo de obras similares como la francesa ‘Adiós muchachos’ o la muy similar ‘La Sra. Miniver’, a la que plagia el momento en que cazan a un piloto alemán (interpretado por el hijo del director, Charley Boorman). Es una película tras la que subyace un canto a los valores familiares tradicionales. Como anécdota John Boorman hace un guiño a su popular film ‘Excalibur’ cuando Billy juega en el jardín con unas figuritas medievales, una de ellas es Merlin, personaje clave en la cinta mencionada. En conjunto queda una obra recomendable pero a la que le falta profundidad. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de agosto de 2010
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno aprecia, en ocasiones, la fidelidad a lo real, a lo sucedido, sobre todo cuando se trata de un film histórico (que no bélico), pero la realidad puede llegar a ser muy aburrida…

He aquí el mejor ejemplo de lo que le puede suceder a una familia trabajadora de Londres durante la segunda Guerra Mundial: de poco a nada.
A pesar de los bombardeos, Boorman decide que no toque ningún cadáver en la familia. A pesar de la llamada a filas no hay problemas entre los protagonistas,… tan sólo son meros observadores de lo que sucede a su alrededor.

Gran banda sonora y buena forma de grabar de un Boorman que ya contaba con mucha experiencia, pero película aburrida y envejecida (ya que, en absoluto, parece estar cronológicamente donde está en la filmografía del director).

Visible.
Follawski
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow