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El ángel azul

Drama Adaptación cinematográfica de la novela "Profesor Unrat" de Heinrich Mann. Narra la tragedia de un severo profesor que una noche va a "El Ángel Azul", un cabaret de mala fama, para llevarse de allí a sus alumnos, que acuden al local seducidos por los encantos de la cantante Lola-Lola (Dietrich). Sin embargo, el profesor Rath, un solterón de 50 años, acaba cayendo en las redes de la cabaretera. A partir de entonces, su vida será un ... [+]
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
27 de agosto de 2010
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le acabo de otorgar siete estrellitas a “El ángel azul” y algo me dice que quizás debería haber sido más generoso con la peli de Von Sternberg. No en vano su tramo final y su soberbio desenlace exigirían -a priori- una valoración mucho más elevada. De ocho o nueve estrellitas, lo menos. Pero no puedo adjudicárselas, amigos. Y no puedo porque sería incoherente, por mi parte, mear colonia ante una peli cuya primera mitad me ha parecido -francamente- una bufonada ingenua, banal e incluso patética.

De poco o nada me sirve, pues, que en esta primera parte la puesta en escena y la iluminación ostente clarísimos rasgos expresionistas o que la mitificadísima Marlene Dietrich se pasee en bragas durante buena parte del metraje. Entre otras cosas porque el casi siempre suntuoso y barroco Von Sternberg se muestra en esta ocasión -a mi juicio- excesivamente blando. Tan blando, casto y recatado que ese pozo de degradación, iniquidad y lujuria que debería haber sido ese célebre antro conocido como “El ángel azul” se queda -por momentos- en un lamentable anticipo del mismísimo camerino de los Hermanos Marx. Algo que, mucho me temo, no entraba precisamente en los planes de Von Sternberg.

Me quedo, entonces, con ese soberbio tramo final en el que un inconmensurable Jannings se adueña de la pantalla para componer un extraordinario retrato de la caída en picado de un hombre culto y respetable. De uno de tantos hombres reconvertidos en tristes payasos por culpa de una mujer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Taylor
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11 de abril de 2011
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser un perdedor implica muchas cosas. Puedes perder el dinero, tu casa, tus bienes mas preciados, en fin, cosas materiales. Tambien puedes perder seres queridos, como la persona a la que amas, un familiar o un amigo. Todas estas cosas, obviamente no en el mismo grado de importancia, duele mucho perderlas, pero la mayoría de las personas en un momento dado de su vida se reponen del golpe y afrontan el futuro con optimismo. Sin embargo hay una cosa que podemos perder y dificilmente podremos recuperar: la dignidad.

Josef von Sternberg nos muestra a través de esta magnífica película cómo perder tu dignidad en un santiamén. Nos relata la historia de un desdichado profesor que ve como el destino le arrebata todo lo que tenía por el simple hecho de enamorarse de la mujer equivocada. Probablemente si el pobre profesor hubiese sabido lo que le esperaba a lo mejor habría pensado las cosas más friamente...

Sternberg dirige genialmente una película que, a pesar de no ser expresionista, desprende sutilmente ciertos aromas de este movimiento artístico (la escena de la paliza al chivato es la mejor prueba). Protagonizada magníficamente por una joven Marlene Dietrich, el que es digno de aplauso es el señor Emil Jannings que hace un papel colosal.

Buena música, algunas escenas extraordinarias y un final antológico son otras de las razones por las cuales no deben dejar pasar esta grandísima película, les hará pensar y desde luego les hará amar más aún este arte al que llamamos cine.
Yeyo
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14 de octubre de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ángel azul no fue el primer papel de Dietrich en el cine, pero sí que fue su primera gran película. Y no era nada fácil la tarea, delante suya tenía nada más y nada menos que al coloso Emil Jannings. Sin embargo, supo estar a la altura, y su interpretación la convirtió en mito y estrella internacional.

Con esta película nos adentramos poco a poco en el derrumbe psicológico de un hombre (genialmente interpretado por Jannings) en un mundo ajeno al suyo. Es un autoritario y severo profesor que eligió el mundo del estudio dejando a un lado el culto a los vicios y las pasiones, y que no dudará en reprender a sus alumnos por poseer postales de una cantante de un club de cabaret denominado "El ángel azul". El intento de sorprenderlos en el cabaret marcará el inicio del embrujo de Lola. Todo empieza con pequeñas excusas para poder verla, pero cuando se quiere dar cuenta ya está profundamente enamorado e incluso ha sido desposeído de su puesto de profesor.

Siempre que acude al cabaret se topa con un payaso del que siente compasión e incluso cierta superioridad, sin saber que pronto se convertirá en lo mismo.

Ajeno a ese mundo nuevo que se le abre ante sus ojos sentirá un amor puro por Lola y no dudará en pedirle matrimonio, es aquí cuando empezará su particular decadencia...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tarko86
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5 de junio de 2009
21 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mataría por ella.
La noche cae sobre la ciudad. Como un manto sobre la gran ramera. El Foxy´s está a reventar. Cuantos parroquianos hay en el lugar. Se siente un ambiente pesado. Creo que en cualquier momento alguien me clavara un puñal en la espalda. Veo en cada un de ellos, rostros cabrones, rostros que me ensañaron a tenerle miedo a la noche. Son como ghuls errantes.
El capitán de meseros me da la mesa de siempre, junto a la pista. En la pasarela hay algunas chicas. No las tomo mucho en cuenta. Entonces aparece ella, vestida de azul, parece un ángel, un ángel de azul. Esbelta y de cabellos dorados. Mi puta favorita. ¡Lola! Mataría por ella. Lola nació para lo que es. Un instrumento de placer que hechiza a los hombres. Cuantos desgraciados han caído por ella. Es un ave de mal agüero para los que se enamoran de esa chica.
Noche a noche a noche sueño con Lola, casi no puedo esperar a verla. Es una obsesión que me mata y me aniquila pero no puedo escapar de ella. Algunos le llaman embrujo de amor.
Su mejor cliente, el profesor está por llegar. Su ángel de la muerte le espera. Lola se mueve en la pista… si parece una virgen de la lujuria, sus labios invitan al placer, su mirada adormilada me narcotiza. Me deleita escuchar su voz. Lola es la clase de alimaña que necesito para vivir. Tengo miedo que algo le pase. Tal vez algún loco la estrangule y la cuelgue de la regadera. Pero sé que eso no sucederá. Ella es como una cucaracha inmortal. ¡Mi puta favorita!... si hasta… mataría por ella.
RAMON ROCEL
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25 de febrero de 2016
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es de las primeras de cine sonoro que produce alemania y, por otro lado, es la cinta que da paso a un cine más realista, alejándose de los prolíficos años del "expresionismo alemán", cuyos frutos principales fueron sembrados por Fritz Lang (Metrópolis, M, El Testamento del Doctor Mabuse), y por Friedrich Wilhelm Murnau (Nosferatu, El Último, Amanecer). Este nuevo realismo presente en "El Ángel Azul", no renuncia a la opresión de las cintas precedentes, sino más bien, dota a las escenas de cierto clasisismo narrativo, que es enriquecido en el montaje con elementos metafóricos como el ruido de campanas, pájaros enjaulados y figuras de reloj en primer plano, todas con el objeto de prefigurar a la muerte. Se trata del primer largometraje que protagonizó Marlene Dietrich (Lola Lola, actriz de cabaret), pero es el profesor Immanuel Rath (Emil Jannings) el personaje que se roba la película. Una interpretación mezcla de ingenuidad y suficiencia, en un minuto admirando el show de Lola Lola desde la altura de un balcón, para hacia el final sumirse en las profundidades de la mente humana. Un ser odiado por sus alumnos e incapaz de entender un abrazo, un beso o una palabra cariñosa, un ser emocionalmente primitivo que nos sumerje en la degradación del amor. Las escenas de soledad son conmovedoras y dan cuenta de una progresión irremediable, sin vuelta atrás, donde la cámara se aleja y el sonido desaparece. La película simboliza cierta caída moral del pueblo alemán en los años posteriores a su derrota de la Primera Guerra Mundial. La letra que canta Dietrich refleja a la perfección esa degradación y alienación, siendo el contrapunto ideal a las escenas más crudas.
Anibal Ricci
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