El dúo de productores de fantasía Jason Faller y Kynan Griffin (saga Mythica), vuelven con su primera serie, "The Outpost", una extraña mezcla de fantasía épica con fantasía oscura y ciencia ficción.

Sin destripar la trama, "The Outpost" está centrada en el personaje de Talon, una guerrera de una supuesta raza a la que se llama "Sangre negra" porque tienen la sangre negra. Y sin más información, la aventuras y los enemigos van apareciendo en el camino de Talon, en un mundo que parece ambientado la edad media.

Y hablando de la trama, empecemos por lo negativo de la serie. Porque aunque la idea es original, es muy ambigua, y tiene un guion muy pobre. El lore en el que se ambienta la serie ni se entiende ni se explica. La trama cambia constantemente. Hay muchas incoherencias, que se hacen muy evidentes cuanto se ve la serie de forma consecutiva. Los personajes no tiene un arco claro, y su carácter cambia constantemente, por no decir la de veces que mueren y resucitan. Y reitero, que pese a crear un mundo de fantasía nuevo, sin referencia, no se toman la molestia de explicar el contexto, y de hecho, no hay ningún topónimo, es decir, ningún lugar tiene nombre. Tampoco se les pone nombre a las razas, ni se sabe si son de otra dimensión, planeta o de donde surgen.

Pero pese a tener un guion flojo, el resto de la serie está dentro de lo que se espera de una serie de fantasía de serie B. Un trabajo bastante bueno de caracterización de criaturas y de seres sobrenaturales. El decorado, en cambio, se ve totalmente impostado. También desatacan algunos actores, como Anand Desai-Barochia, que aunque algo sobreactuado, lo da todo con su personaje, y destaca sobre todos sus compañeros.

Así que haciendo balance, "The Outpost" se queda floja en su desarrollo argumental, pero cumple su función de entretener a los que nos gusta la fantasía, siendo otra serie más, que no deja huella.

No estaba premeditado, pero me encuentro con que tengo pendiente la crítica de "The Outpost", que terminé de ver la semana pasada, y se me ha ocurrido publicarla coincidiendo con este 8 de marzo, que creo que viene muy a tono. Dicho esto, me parece bien que se celebre el día de la mujer y más cosas pero de ninguna manera que sea el de la "mujer feminista". Me temo que en los últimos años el feminismo ha monopolizado sin ningún rubor esta festividad de tal forma que lo ha convertido en una plataforma más para imponernos sus reivindicaciones, dogmas y políticas. Es decir, no les interesan las mujeres sino en tanto éstas se amolden a su radical concepto de igualdad.

Aclarado este punto, vamos con "The Outpost", una serie de cuatro temporadas y 49 episodios, del género de espada y brujería, fantasía pseudomedieval, que veo que se ha llevado malas críticas profesionales, si bien entre el público ha gustado lo suficiente como salir a defenderla. Y no me extraña, porque sin grandes alharacas, sin los medios, ni la publicidad, ni el casting afamado de otros productos, les ha salido una serie bastante entretenida. Cierto es que dado el vistoso género lo tiene relativamente fácil para hacer algo al menos potable, pero tal y como están las cosas, estamos hartos de comprobar cómo destruyen planteamientos atrayentes con los rollos modernos.

"The Outpost" mezcla con acierto y con un aire más bien ligero, la aventura, el humor, el romance y algo de drama. La serie no se complica y va a lo esencial, a los valores más elementales y humanos, cosa que le sienta bien, quizá porque le da un aspecto claramente conservador. Sin embargo, su mayor mérito son sus carismáticos personajes y las relaciones que establecen entre ellos. De estos, quien más se hace querer es Talon (Jessica Green), que pese a ser una guerrera, es uno de los personajes más tradicionalmente femeninos, con más poder diádico y más atractivos de estos años. Es decir, el tipo de mujer que las feministas odian y tratan de erradicar del planeta.