Willard

Una lástima. Película con planteamiento muy original y buen comienzo pero que se va torciendo según avanza la historia. El desenlace es horriblemente tópico, del tipo "todo apunta a que ha sucedido pero al final inexplicablemente no es así". Además es abierto... recemos porque no hagan una secuela.

El argumento resulta inquietante, pues va más allá de mostrarnos a un hombre marginado dentro de la vida de los humanos que se acaba integrando mejor con las ratas, las cuales le ayudaran en su venganza personal. La forma de tratar la marginalidad y soledad que sienten algunos humanos no es novedosa, lo hemos visto en otras películas como "Carrie" de Brian de Palma (chica adolescente marginada por sus compañeros); en el taxista Travis Bickle de "Taxi Driver" de Martin Scorsese (un hombre con serios problemas de inadaptación social), etc.

La grandeza de todos estos personajes reside en que todos nos hemos sentido en alguna ocasión con un sentimiento de rechazo que nos ha conducido a la soledad. La diferencia está en aquellos que saben aprovechar los períodos de soledad y aquellos que se hunden, aún más si cabe, llegando a volverse excéntricos.

Destacar de manera excepcional la composición del personaje principal servida por Crispin Glover, pese a que evoluciona a impulsos. El lado oscuro del personaje queda interpretado por una jauría de ratas, que recuerdan más a un hámster que a una rata de alcantarilla. Es una lástima que la película no consiga superar el mero entretenimiento.

Aunque no tenga una valoración excepcional de cara a todos los seguidores de cine de terror, Willard es, en mi caso, una de las películas que más me gusta; principalmente porque admiro a Crispin Glover y me siento muy atraída siempre por sus papeles y actuaciones, aunque aún me quede alguna película suya pendiente, que no he visto porque en principio no me ha causado la misma buena impresión, ya se verá; Glover es un actor que llama poderosamente mi atención. Este remake de un clásico del cine de los 70 es para mi una película oscura, diferente, con una atmósfera tétrica y siniestra que no pasa desapercibida a ojos de quiénes nos gustan este tipo de films. Ya no es sólo la sensación de pánico que puede causar una plaga de ratas, sino tambien la imagen de infelicidad reflejada por el protagonista a causa de todas sus carencias emocionales y personales; alguien que es incapaz de mostrar una personalidad fuerte, y que termina por demostrarla a través de estos animales tan dañinos a los que él considera sus amigos, pero que tan sólo pueden llevarle a la perdición.
Como digo, puede que no esté muy bien considerada en general, pero entre mis favoritas desde luego sí se encuentra.

Willard es una película que va sobre alguien incomprendido. El problema es que Glen Morgan tampoco parece haberle entendido, y no se esfuerza mucho por hacer que los espectadores lo hagamos. Willard es un tipo raro, un "weirdo" con el que no acabamos de empatizar y que acabamos viendo como el mismo "freak" al final de la película. Uno ve un universo enorme en el personaje, pero Morgan se queda en lo superficial, en lo clásico y no profundiza en lo que podría haber sido una película diferente, incluso con un toque europeo en su ejecución.

Quitando esto, el hecho de que no se ha recreado en su originalidad, tenemos una película amena y un poco mal contada. Willard es la ejecución de alguien que se vio interesado por un flautista de Hamelin y se quedó en esa idea. No sé como será en cuanto a remake, pero teniendo en cuenta que me ha atraído tanto el personaje debería ver la original, aunque echaré de menos a Crispin Glover si así lo hago ya que hace una actuación soberbia.

Es la típica película de la que se puede hablar dentro de unos años en círculos cerrados. Una película diferente, que podría haber sido mucho más diferente de no ser por la poca ambición de su director.

Quiero reconocer, que antes de empezar a ver Willard no me generaba grandes expectativas, más que nada por el argumento tan simple y paupérrimo de la película, pero realmente he de confesar mi sorpresa mayúscula, al encontrarme con una historia muy interesante. Más allá del tema de las ratitas, la película nos transmite la idea de que el ser humano busca desesperadamente un lugar en la sociedad, sea de la manera que sea, donde sea, cuando sea, como sea y cuanto sea, y si para ser feliz hace falta unirse a un grupo de roedores malvados y repugnantes, pues te unes y santas pascuas benditas. Yo creo que en el fondo todos los que hemos visto la película nos sentimos un poco Willard (jeje).

Centrándome ya más en el film, debo decir, que me gustó mucho la interpretación de Crispin Glover (Willard), realmente hace muy creíble ese papelón de maestro de las ratas, que por cierto, a mí me toca una madre como la de Willard y no sé si acabaría entre ratas o no, lo que si que sé, que acabaría con mis huesos en un psiquiátrico (jiji)... Siguiendo mi particular análisis a la película, no quiero dejar de mencionar la "frase" por excelencia de la misma, "¿Quién diantres es Sócrates?" jajaja, los que no hayáis visto la película no os preocupeis, que Sócrates no tiene nada que ver con el famoso futbolista de la "canarinha" del mundial de fútbol de España y para los que si la hayáis visto, yo no se vosotros, pero yo en mi vida había escuchado el palabro "diantres", la verdad que me entró un descojone con esa escena tremendo. Y ya para terminar también quiero hacer referencia a la banda sonora del film, ¡me encanta!, menudo temazo "Ben my friend", en definitiva, si veis Willard no la recordaréis como la mejor película que hayáis visto en vuestra vida, pero si os aseguro que pasareis un rato muy entretenidos, ya que el film reúne de todo un poco; intriga, terror, algunas dosis de humor y lo más importante para mí, que llegas a meterte muy mucho en la piel del amigo Willard, ¡os la recomiendo!