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Bestias del sur salvaje

Drama En el Sur del planeta, el nivel de las aguas está subiendo vertiginosamente y todos los diques se hunden. Al mismo tiempo, los animales salvajes vuelven de sus tumbas. Esta es la historia de una niña de seis años que vive con su padre en un lugar aislado del mundo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 125
Críticas ordenadas por utilidad
28 de marzo de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y mientras cae lluvia a toneladas como en la película uno empieza a sudar. Ese sudor frío que recorre tu espalda y baja lentamente hasta perderse donde la espalda pierde su nombre.
Este sudor lo produce el ver que en determinado momento no sabes a donde se dirige la película y que se está haciendo eterno un film de hora y media.

Y claro que tiene buenas intenciones. Pero que durante todo momento te tiran a la cara frases filosóficas es agotador. Y encima lo hace una niña sacada de "El señor de las moscas".
Pero es que es una pena ya que con un comienzo prometedor se va lanzando al fondo del pantano hasta perder de vista que intenta contar. Seguramente es que quiere contar tantas cosas que no cuenta nada metiendo cosas mágicas sin orden ni concierto.
Incluso la música que es buena está metida con calzador que parece susurrar "llora ya, que toca".

Vamos que resulta pretenciosa y aburrida y solo lo salva las buenas intenciones.
FOR8NER
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28 de enero de 2013
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El mundo, nuestro mundo, es un mosaico de microuniversos que se sostienen unos a otros en un equilibrio, que por momentos se muestra indivisible, y en ocasiones resulta precario y altamente inestable. "Bestias del sur salvaje" ahonda en uno de esos microuniversos y busca transportarnos a un mundo desconocido pero cercano; una realidad ajena, pero realmente propia.

La cámara de Benh Zeitlin es un caleidoscopio que fragmenta la pantalla en una mezcla de lirismo y realismo sorprendente mostrándonos una realidad salvaje que sobrevive a base de devorarse a si misma. Una violencia emocional que se necesita para justificarse y retroalimentarse en los pantanos de su propia miseria humana. Y un mundo de temores infantiles que alcanzan en la muerte su máximo apogeo.

Entre los pedazos de este mundo que se desmorona, o mejor dicho, que se hunde, emerge Quvenzhané Wallis, como la quintaesencia de la espontaneidad, y con una interpretación digna de una actriz consagrada se deja llevar de la mano de Zeitlin para contarnos una de las historias más originales que han pasado este año por nuestras pantallas.

Sin embargo, y pese a muchas virtudes acuñadas por una producción hecha desde el cariño que otorga la independencia, existen también muchos lastres que empañan el resultado final. Es cierto que Zeitlin pone todo lo mejor de su arte, que se puede prever gigantesco, al servicio de esta historia, pero sus intentos constantes por explicar la realidad y nuestro universo, hacen decaer en ocasiones el ritmo de la cinta. El mensaje no termina de calar hondo cuando no consigues conjugar todos los elementos de los que dispones para construir lo que podría ser una obra maestra. "Bestias del sur salvaje" está hecha con retales de magia y genialidad que no han conseguido hilvanarse debidamente y que no terminan de emocionar como deberían al espectador.

Puede que las expectativas que generan los premios y el reconocimiento mundial jueguen en contra de Benh Zeitlin; pero no podemos dejar de recordar que esta es la ópera prima de un director con personalidad propia arrolladora que busca llamar con ganas a lo más alto del séptimo arte.
EuTheRocker
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31 de enero de 2013
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Bestias del sur salvaje es una magnífica demostración de cómo una película de formas sencillas rodada con modestia y dignidad puede llegar a ser mucho más compleja de lo que en un principio cabria esperar. La belleza de la opera prima de Benh Zeitlin se encuentra en un logrado juego de contrastes que comienza en la sorprendente profundidad que esconde algo aparentemente sencillo y termina en una tesis concerniente al humanismo en medio de una historia repleta de naturaleza salvaje. La prueba de la abundancia de simbolismos y reflexiones que se esconden tras esta aventura de envoltorio pretendidamente engañoso es la dificultad que me está suponiendo plasmar en palabras algo que resulta tan evidente en el aspecto emocional. Veamos.

En un principio podríamos pensar que nos encontramos ante un relato naturalista relativo al instinto humano como herramienta necesaria para sobrevivir en el mundo, una reivindicación de la necesaria convivencia entre personas y naturaleza. Pero lo cierto es que toda esta reflexión, en cierto modo presente en la película, acaba por tener muy poca importancia en la verdadera historia. El planteamiento del ser humano como criatura salvaje prisionera de la sociedad es algo que la película de por conocido, y evita cuidadosamente que este se confunda con el verdadero aprendizaje. De hecho, la lección de vida adquirida por la protagonista de la aventura casi podría extrapolarse a cualquier otro contexto.

El argumento de la película no gira en torno a la vida salvaje de la joven protagonista, sino que trata sobre la relación que esta tiene con su padre. Así, el hecho de que los dos protagonistas se hallen en medio del bosque apartados de la urbanización no le sirve al director para hablar de asuntos naturalistas, sino para dejar al desnudo la verdadera esencia de una relación paterno-filial. Benh Zeitlin se pregunta cómo es la vida familiar cuando no existen envoltorios superficiales (como la televisión o los regalos materiales) que puedan enmascarar un vacío afectuoso. Y lo cierto es que encontrar la respuesta no resulta fácil.

Al principio todo parece indicar que Hushpuppy (la pequeña niña que protagoniza la aventura) lleva una vida perfecta y a la que nada le falta, repleta de felicidad y diversión. Ella es una criatura valiente, decidida y con iniciativa, y esto es algo que enorgullece a su padre. “Ni una sola lágrima”, le repita una y otra vez, pues la filosofía de vida de la pequeña comunidad a la que pertenecen se reduce a la constante lucha por la supervivencia, llevada a cabo con entusiasmo y sin tiempo para las lamentaciones. Y el hecho es que a Hushpuppy parece sentarle bien. Sin embargo, llega un día en que su padre desaparece, y lo peor de la experiencia se da cuando este regresa para mostrarse sorprendentemente distante negándose a hablar de lo ocurrido. ¿Podría ser que en realidad algo fallara?

El director Benh Zeitlin nos muestra cómo la pequeña Hushpuppy va desarrollando su sentido salvaje para ganarse poco a poco su propia autonomía. Cada día adquiere nuevos conocimientos que ensanchan su fortaleza física, y cada obstáculo que encuentra en su camino le sirve para aprender nuevas lecciones de supervivencia. “Ni una lágrima”, se repite. Aun así, de vez en cuando se imagina a si misma hablando con su madre fallecida, quien para ella no es más que un ente sin forma al que su padre sólo describe como una criatura fantástica cuya imagen desprendía tanta belleza que los fogones se encendían cuando pasaba por su lado. Y del mismo modo, también imagina su carácter salvaje como algo tangible, representado en su mente como unas extrañas y gigantescas criaturas que lo derriban todo a su paso. Así pues, mientras el físico de la pequeña lucha por la supervivencia, su imaginación, empleada como arma de auto-conocimiento, gestiona como puede su apartado emocional. Y lo hace de este modo porque esta imaginación es la única herramienta con la que puede contar dentro del terreno sentimental.

Para exponer la bella tesis del relato sin desvelar su desenlace, diremos que el objetivo de Hushpuppy acabará siendo reunir la fuerza suficiente para dejar a un lado su aspecto salvaje y prestar atención a las lágrimas que recorren sus mejillas. Pues saber llorar también requiere un duro aprendizaje, y este es, en realidad, el que costará más esfuerzo a la pequeña protagonista. Y es que en realidad, la aventura de Hushpuppy consiste en descubrir por si misma aquello que su padre nunca se ha atrevido a mostrarle, aquello a lo que él solo se refiere mediante adornos fabulescos para camuflar la tristeza. Es solo entonces cuando padre e hija lograrán encontrarse, ya que aprender a vivir tal vez signifique combatir duramente con esfuerzo y sin tregua, pero en el mundo real las lágrimas existen y aprender a aceptarlas también puede suponer la victoria de un combate.

http://cinemaspotting.net/2013/01/31/bestias-del-sur-salvaje/
Martí
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3 de febrero de 2013
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El director Benh Zeitlin consiguió con esta historia de carácter fantástico e hiper realista el premio a la mejor película en el Festival de Sundance en 2012. La recolección de premios que vino después y el efecto "boca a boca" hizo de 'Bestias del sur salvaje' una de las mayores sorpresas del año a pesar de su escaso presupuesto, su argumento atípico y la ausencia de cualquier conocido en su reparto.

Hay que decir que 'Bestias del sur salvaje' es también una película que se presta al aplauso fácil y a la aceptación generalizada de crítica y festivales sin que la película destaque mucho en realidad. El filme aporta un punto de vista sobre la naturaleza y la socialización del hombre interesante y poco común, pero al final se ve rendida a los excesos estéticos de su director. Por momentos la película parece un anuncio de una fundación de ayuda para el tercer mundo. Este carácter de vídeo publicitario despista y por momentos marea, lo que lastra demasiado una narración fluida.

Donde la película más destaca es en su vertiente fantástica de cuento infantil con claros ecos de aquella película de Spike Jonze basada en el libro de Maurice Sendak, 'Donde viven los monstruos'. Igual de satisfactorio es el camino recorrido por su protagonista, perfectamente interpretada por la joven Quvenzhané Wallis, hacia la madurez y la comprensión del mundo y la naturaleza. Una naturaleza cruel y despiadada pero al mismo tiempo bella y ordenada, donde cada cual tiene su aportación vital para el funcionamiento de la misma. Destaca también dentro de ese viaje, la construcción de la relación de la pequeña Hushpuppy con su padre, interpretado con mucha fuerza por el desconocido Dwight Henry. La banda sonora escrita por el propio Zeitlin y Dan Romer se encuentra también entre lo más reseñable del filme.

Es de admirar el resultado impactante a pesar del escaso presupuesto, así como también el hecho de tratarse de la opera prima de su director. No obstante, 'Bestias del sur salvaje' se siente muy sobrevalorada, consecuencia de un goteo incesante de premios incomprensible y una adulación constante por parte de la prensa especializada, siempre ávida por descubrir las jóvenes promesas. Es cierto que la carrera de Zeitlin promete más de un filme interesante y merece nuestra atención desde ahora. Pero todavía ha adquirir mayor madurez en la narración y dejar a un lado la dictadura estética con la que ha pretendido captar la atención de los más impresionables. 'Bestias del sur salvaje' no es una excelente película sino, simplemente, un buen punto de partida.
La voz en off
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15 de febrero de 2013
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No he sido capaz de ponerle una nota a esta película, por lo que el seis que le pongo es una nota de compromiso sin mucho significado. Salí de ella bastante impresionado y con sensaciones contradictorias: en parte molesto (ver spoiler), y en parte asombrado.

Una cosa está clara: esta película es de las que no se olvidan. Partiendo de unos elementos primarios y casi míticos (una isla en medio del agua, gente viviendo como si estuviera en una década pasada, referencias a animales prehistóricos y las glaciaciones, referencias constantes a la naturaleza, fenómenos meteorológicos indomables, vida animal y humana completamente en contacto... y una niña llena de fuerza primaria que se merece un párrafo aparte), la película narra básicamente una trama de paso a la edad adulta en la que la pequeña protagonista debe aprender a no depender de nadie para salir adelante y ayudar también a toda su comunidad.

Y qué protagonista. La pequeña actriz de nombre kilométrico hace un despliegue de madrurez interpretativa simplemente espectacular. Emmanuelle Riva, que hasta este momento había señalado como mi favorita para ganar de calle el Oscar por su papel en "Amor", se ha encontrado con una rival durísima, y ya no sé qué pensar. En fin, a lo largo del metraje, la pequeña Hushpuppy va del miedo a la ira, del desconocimiento al aplomo, del odio al respeto, y por el camino aprende a valerse por sí misma y enfrentarse a cosas que la superan en tamaño pero no en fuerza.

La película está narrada de forma sensorial y física, con planos descarnados de la naturaleza (sucia, ingobernable, llena de barro y plantas salvajes), animales de sobreviven o mueren o son devorados por los humanos, y un uso curioso y recurrente de los latidos como parte de la banda sonora.

En fin, desde luego una película especial y con mucha personalidad, de la que sin embargo no salí realmente "contento" por las razones que explico en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hugo
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