Los indestructibles 2
2012 

5,9
23.079
Acción
Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham), Yin Yang (Jet Li), Gunner Jensen (Dolph Lundgren), Toll Road (Randy Couture) y Hale Caesar (Terry Crews) y Billy (Liam Hemsworth), un nuevo colega, se vuelven a reunir cuando el señor Church (Bruce Willis) les encarga un trabajo aparentemente sencillo y muy lucrativo. Sin embargo, el plan se tuerce cuando un peligroso terrorista llamado Villain (Jean-Claude Van Damme) les ... [+]
7 de octubre de 2012
7 de octubre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada, la película es una tontería, no hay lagunas en el guión, sinó todos los lagos juntos de Canadá, las interpretaciones de los robots esos japoneses que salen de vez en cuando por la tele tendrían muchos más matices que la de estos actores, y la verdad, muchos de ellos ya no están ni para correr los 50 metros lisos... pero hay que reconocer que la película en sí entretiene.
Y es que se toma a ella misma con mucho humor (en constantes guiños a un público que, para que nos vamos a engañar, lo estamos deseando) y hay mucha acción, de esa con mucha sangre que salpica y que todos sabemos que es ketchup, de esa que un sólo tipo elimina a dos cientos enemigos (y que si uno se fija piensa que a algún enemigo lo han matado dos o tres veces), de esa en definitiva, tan ochentera, y que algunos echabamos de menos.
Respecto a la primera entrega, esta ahonda en las virtudes (descritas anteriormente, sí, eran virtudes) y elimina ciertos defectos, como el dar un protagonismo desmedido a Stallone (la película funciona mucho mejor cuando es coral) y dar protagonismo al resto de estrellas, que como Willis, tienen un papel algo más destacado. Por ello si te gustó la primera, te gustará aún más la segunda, y la tercera (que mirando el box office mucho me temo que la habrá) igual será aún mejor, quién sabe.
En definitiva, una película que da con creces lo que promete, incluso con muchos toques de humor que son de agradecer, y que no puede tener una crítica negativa ya que no engaña a nadie, y lo mejor de una película de este tipo, es que sea realmente como todos queremos que sea.
Y es que se toma a ella misma con mucho humor (en constantes guiños a un público que, para que nos vamos a engañar, lo estamos deseando) y hay mucha acción, de esa con mucha sangre que salpica y que todos sabemos que es ketchup, de esa que un sólo tipo elimina a dos cientos enemigos (y que si uno se fija piensa que a algún enemigo lo han matado dos o tres veces), de esa en definitiva, tan ochentera, y que algunos echabamos de menos.
Respecto a la primera entrega, esta ahonda en las virtudes (descritas anteriormente, sí, eran virtudes) y elimina ciertos defectos, como el dar un protagonismo desmedido a Stallone (la película funciona mucho mejor cuando es coral) y dar protagonismo al resto de estrellas, que como Willis, tienen un papel algo más destacado. Por ello si te gustó la primera, te gustará aún más la segunda, y la tercera (que mirando el box office mucho me temo que la habrá) igual será aún mejor, quién sabe.
En definitiva, una película que da con creces lo que promete, incluso con muchos toques de humor que son de agradecer, y que no puede tener una crítica negativa ya que no engaña a nadie, y lo mejor de una película de este tipo, es que sea realmente como todos queremos que sea.
24 de octubre de 2012
24 de octubre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un nuevo intento por obtener los buenos dividendos que le dieron algunos de los personajes que supo explotar otrora hasta al hartazgo, el sexagenario Stallone se pone nuevamente en la piel (ritidectomía mediante) de Barney Ross para conducir a su pandilla de descerebrados e indestructibles mercenarios, y darse el lujo de interactuar en tono de solfa con sus ex-socios de Planet Hollywood: Bruce Willis y un contracturado Arnold Schwarzenegger.
Además, y de igual modo que ocurriera con su anterior “capítulo piloto”, en el cual se reservó un rol para otro bueno (Mickey Rourke) y un malo (Eric Roberts), esta vez se hace lo propio con el bueno de Chuck Norris y el malo de Jean-Claude Van Damme. Ya llegará el momento de reclutar a Steven Seagal y Jackie Chan para cubrir esos papeles…
Pero al igual que ocurriera con su anterior trabajo, vuelven a reafirmar la idea que no basta con amontonar a rutilantes figuras del género de acción con tufo de autoparodia, introducir un par de diálogos en tono de “pasada de factura” y disponer de suficiente pirotecnia para celebrar un año nuevo chino, sin ocuparse de construir un guión que aproveche esos recursos, como sí se logró en su momento con "The magnificent seven" (1960) y "A bridge too far" (1977).
Hasta el viejo pedante e individualista de James Bond tomó nota de esto y, antes que perder la pulseada frente al joven norteamericanito de Jason Bourne, tuvo que memorizar mayor cantidad de líneas, transpiró, se ensució, se dejó golpear y llegó a sangrar. Todo un logro que permitió revitalizar al manoseado y desgastado personaje de Ian Fleming.
En este caso, la troupe de Sly nos ofrece un cine de acción chato, obsoleto, cándido y asexuado que, de manera despreocupada y con aires de homenaje, pareciera querer recorrer innecesariamente por su cuenta, todo el largo camino que necesaria y circunstancialmente tuvieron que recorrer otros que los precedieron, para terminar adaptándose a estos tiempos si querían permanecer vigentes. Aunque a juzgar por la edad de sus principales protagonistas, no creo que les quede mucha soga en el carretel para que alcancen otra madurez que no sea la que les imponga una merecida jubilación.
Además, y de igual modo que ocurriera con su anterior “capítulo piloto”, en el cual se reservó un rol para otro bueno (Mickey Rourke) y un malo (Eric Roberts), esta vez se hace lo propio con el bueno de Chuck Norris y el malo de Jean-Claude Van Damme. Ya llegará el momento de reclutar a Steven Seagal y Jackie Chan para cubrir esos papeles…
Pero al igual que ocurriera con su anterior trabajo, vuelven a reafirmar la idea que no basta con amontonar a rutilantes figuras del género de acción con tufo de autoparodia, introducir un par de diálogos en tono de “pasada de factura” y disponer de suficiente pirotecnia para celebrar un año nuevo chino, sin ocuparse de construir un guión que aproveche esos recursos, como sí se logró en su momento con "The magnificent seven" (1960) y "A bridge too far" (1977).
Hasta el viejo pedante e individualista de James Bond tomó nota de esto y, antes que perder la pulseada frente al joven norteamericanito de Jason Bourne, tuvo que memorizar mayor cantidad de líneas, transpiró, se ensució, se dejó golpear y llegó a sangrar. Todo un logro que permitió revitalizar al manoseado y desgastado personaje de Ian Fleming.
En este caso, la troupe de Sly nos ofrece un cine de acción chato, obsoleto, cándido y asexuado que, de manera despreocupada y con aires de homenaje, pareciera querer recorrer innecesariamente por su cuenta, todo el largo camino que necesaria y circunstancialmente tuvieron que recorrer otros que los precedieron, para terminar adaptándose a estos tiempos si querían permanecer vigentes. Aunque a juzgar por la edad de sus principales protagonistas, no creo que les quede mucha soga en el carretel para que alcancen otra madurez que no sea la que les imponga una merecida jubilación.
9 de noviembre de 2012
9 de noviembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelve a juntar a los ídolos de acción de los ochenta y principios de los noventa, esta vez con nuevas incorporaciones.
La película llena de acción y testosterona, tiene un final previsible y familiar, con el que crecimos; los buenos siempre ganan y si son de los Estados Unidos de América más.
Reaparece la leyenda, el hombre que le perdonó la vida al mismísimo Bruce Lee en el Coliseo de Roma, Chuck Norrys. Hace un par de apariciones estelares en las que salva la vida a sus amigos. En esta ocasión y como sorpresa reaparece Bruce Willys y nos regala unas cuantas escenas de acción al final de la película. Dolph Lundgren sigue siendo el gran rescatado para el cine con esta saga. Creo que todavía le podría enseñar unas cuantas cosas a los nuevos actores de acción un poco afeminados y nada que ver con esa raza de los 80. No meteremos en el mismo saco a Jason Statham, de estilo "antiguo" y uno de los nuevos que está a la altura, junto con Jet Li.
Jean-Claude Van Damme también hace un buen papel como villano europeo. Podemos volver a ver sus patadas giratorias, en un alarde de buena forma a pesar de su edad. Y que decir del gran Sylvester que se ha machacado para estar en perfecta forma en esta película.
Muchos tiros, un toque de humor e ironía y sobre todo mucha nostalgia. Una buena película de hombres para disfrutar y recordar viejos tiempos.
http://pensamientofriki.blogspot.com.es/2012/11/los-mercenarios-2.html
La película llena de acción y testosterona, tiene un final previsible y familiar, con el que crecimos; los buenos siempre ganan y si son de los Estados Unidos de América más.
Reaparece la leyenda, el hombre que le perdonó la vida al mismísimo Bruce Lee en el Coliseo de Roma, Chuck Norrys. Hace un par de apariciones estelares en las que salva la vida a sus amigos. En esta ocasión y como sorpresa reaparece Bruce Willys y nos regala unas cuantas escenas de acción al final de la película. Dolph Lundgren sigue siendo el gran rescatado para el cine con esta saga. Creo que todavía le podría enseñar unas cuantas cosas a los nuevos actores de acción un poco afeminados y nada que ver con esa raza de los 80. No meteremos en el mismo saco a Jason Statham, de estilo "antiguo" y uno de los nuevos que está a la altura, junto con Jet Li.
Jean-Claude Van Damme también hace un buen papel como villano europeo. Podemos volver a ver sus patadas giratorias, en un alarde de buena forma a pesar de su edad. Y que decir del gran Sylvester que se ha machacado para estar en perfecta forma en esta película.
Muchos tiros, un toque de humor e ironía y sobre todo mucha nostalgia. Una buena película de hombres para disfrutar y recordar viejos tiempos.
http://pensamientofriki.blogspot.com.es/2012/11/los-mercenarios-2.html
16 de diciembre de 2012
16 de diciembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parecía que Stallone había fabricado “Los mercenarios” más como un ejercicio lúdico, casi una excusa para reunirse con colegas y rivales, sin mayores pretensiones que recordar los viejos tiempos del cine de los 80. Pero su éxito no podía pasar desapercibido para los responsables del film, y aquí tenemos la segunda entrega, en la que además se han subido al carro otros iconos de la época que habían rechazado aparecer en la primera. Además de los ya conocidos Stallone, Statham, Lundgren y Jet Li, se amplia el tiempo en pantalla de Schwarzenegger y Willis y cuenta con Van Damme y Chuck Norris como novedades
En esta ocasión, Stallone ha cedido los mandos de la dirección a Simon West (cuyas aportaciones al cine de acción son films como “Con Air”, “Tomb Raider”, “The Mechanic” o la más reciente “Contrarreloj” ), el cual ejerce más bien un papel de asalariado puesto que lo cierto es que apenas se nota su huella en una película que se limita a ofrecernos prácticamente lo mismo que en la primera parte pero con más medios y más caras conocidas.
Si nos vamos a poner estrictos, el guión hace aguas por todas partes, hay personajes que aparecen y desparecen sin saber muy bien como han llegado hasta allí, o como si en la mesa de montaje se hubieran dejado alguna escena, es previsible a más no poder y no hablemos de lo baqueteados que están los rostros de algunos de estos tipos que no llevan nada bien eso de tener arrugas. Si eran inexpresivos en los 80, ahora con tanto botox y operaciones en la cara es difícil saber cuando están apesadumbrados y cuando contentos.
Pero eso no es lo importante. Prácticamente se puede decir lo mismo que en la anterior película. Lo importante es disfrutar con las evoluciones de los que fueron los héroes de los que vivimos los 80, y que además aún tienen la capacidad de reírse de sí mismos, soltando continuas puyas entre ellos que nos remiten directamente a los films que les hicieron famosos. Así, lo que nos ofrece Stallone y compañía es una nueva dosis de acción y violencia, al estilo de hace casi 30 años pero con los efectos especiales del siglo XXI. Y el que salga decepcionado del cine es porque se ha equivocado de sala.
En esta ocasión, Stallone ha cedido los mandos de la dirección a Simon West (cuyas aportaciones al cine de acción son films como “Con Air”, “Tomb Raider”, “The Mechanic” o la más reciente “Contrarreloj” ), el cual ejerce más bien un papel de asalariado puesto que lo cierto es que apenas se nota su huella en una película que se limita a ofrecernos prácticamente lo mismo que en la primera parte pero con más medios y más caras conocidas.
Si nos vamos a poner estrictos, el guión hace aguas por todas partes, hay personajes que aparecen y desparecen sin saber muy bien como han llegado hasta allí, o como si en la mesa de montaje se hubieran dejado alguna escena, es previsible a más no poder y no hablemos de lo baqueteados que están los rostros de algunos de estos tipos que no llevan nada bien eso de tener arrugas. Si eran inexpresivos en los 80, ahora con tanto botox y operaciones en la cara es difícil saber cuando están apesadumbrados y cuando contentos.
Pero eso no es lo importante. Prácticamente se puede decir lo mismo que en la anterior película. Lo importante es disfrutar con las evoluciones de los que fueron los héroes de los que vivimos los 80, y que además aún tienen la capacidad de reírse de sí mismos, soltando continuas puyas entre ellos que nos remiten directamente a los films que les hicieron famosos. Así, lo que nos ofrece Stallone y compañía es una nueva dosis de acción y violencia, al estilo de hace casi 30 años pero con los efectos especiales del siglo XXI. Y el que salga decepcionado del cine es porque se ha equivocado de sala.
27 de diciembre de 2012
27 de diciembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película entretenida que da lo que promete bajo un guión sencillo pero efectivo para mostrar lo que de verdad importa; la violencia llevada a cabo por sus estrellas, no hay mucho más que rascar.
El humor vía autoparodias y los clichés están a la orden del día... pero ¿no es eso lo que busca la película?
Como punto negativo quizás pondría el hecho de que las situaciones de acción son excesivamente inverosímiles y es que ir a pecho descubierto mientras se cargan ejércitos enteros de hombres sin recibir rasguño alguno repetidamente se me hace algo "cansino".
A destacar que el romance entre alguno de los protas queda reducido a la mínima expresión y es que hoy día es difícil encontrar películas en las que el intercambio de fluidos no este presente.
¡Acción en estado puro! Recomendable para los amantes del género.
El humor vía autoparodias y los clichés están a la orden del día... pero ¿no es eso lo que busca la película?
Como punto negativo quizás pondría el hecho de que las situaciones de acción son excesivamente inverosímiles y es que ir a pecho descubierto mientras se cargan ejércitos enteros de hombres sin recibir rasguño alguno repetidamente se me hace algo "cansino".
A destacar que el romance entre alguno de los protas queda reducido a la mínima expresión y es que hoy día es difícil encontrar películas en las que el intercambio de fluidos no este presente.
¡Acción en estado puro! Recomendable para los amantes del género.
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