VikingosSerie
2013 

Michael Hirst (Creador), Ken Girotti ...
7,5
35.282
Serie de TV. Acción. Drama. Bélico
Serie de TV (2013-2020). 6 temporadas. 89 episodios. Narra las aventuras del héroe Ragnar Lothbrok, de sus hermanos vikingos y su familia, cuando él se subleva para convertirse en el rey de las tribus vikingas. Además de ser un guerrero valiente, Ragnar encarna las tradiciones nórdicas de la devoción a los dioses. Según la leyenda era descendiente directo del dios Odín. Sexta temporada (SPOILER DE LA 5ª): La temporada 6 de Vikings ... [+]
14 de julio de 2015
14 de julio de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la segunda vez que Michael Hirst cimenta bien el argumento de una serie de televisión gracias a una mezcla de rigor histórico, perfecta ambientación y excelente puesta en escena. Ya puso en marcha esta técnica para construir la exitosa ‘Los Tudor’ y, habiendo comprobado su eficacia, no ha dudado en volverla a utilizar para erigir su nueva apuesta, ‘Vikingos’.
La acción transcurre en el S.IX d.c y está basada en los saqueos de las tribus vikingas escandinavas a los reinos de Francia y Bretaña. Dichas incursiones son documentadas a través de Ragnar Lodbrok, un vikingo que pasó a la historia por ser un guerrero tenaz, rebelde y lo suficientemente curioso como para lanzarse a explorar territorios desconocidos haciendo uso de las técnicas de navegación más innovadoras.
Ragnar es un humilde granjero que vive en Kattegat junto con su esposa, la escudera lagertha y sus dos hijos, Bjorn y Guida. Cuando llega el momento de que el conde Haraldson, el jefe de la tribu a la que pertenece Ragnar, decida acerca de los saqueos de la temporada Lodbrok propone ir a explorar nuevos territorios hacia el oeste, idea que el conde rechaza de inmediato. Insatisfecho con la respuesta obtenida, Ragnar desobedece a Haraldson. En secreto reúne a un equipo de guerreros que, en un barco construido por Floki el carpintero, le acompañarán en una travesía hacia tierras inexploradas del oeste. Hasta ahí el planteamiento del primer capítulo y de la serie, que se va complicando en gran medida a lo largo de las tres temporadas.
Quien pasa del cuarto episodio se convierte inevitablemente en un auténtico vikingo. Conforme se van sucediendo las andanzas de Ragnar nos vamos introduciendo en la cultura de los norteños, sus costumbres y creencias. Nos vamos dejando atrapar por las espadas, los escudos, las frondosas barbas y las trenzas en el pelo, las pieles y la pintura de los ojos. Las historias de los dioses van calando, empezamos a notar la influencia que Odín, Freya, Thor y Loki ejercen sobre nosotros desde los salones del Valhalla. Empieza a embargarnos un desdén irrefrenable hacia las refinadas formas de los cristianos. Una sed de sangre, batalla y oro nos ahoga. Y al final resulta que no podemos pensar en otra cosa más que en saquear y fornicar antes de ofrecer un sacrificio a los dioses.
Muy pocas series consiguen que el espectador implore formar parte de ellas, pero ‘Vikingos’ lo logra con éxito. Los bellísimos paisajes de Irlanda recrean a la perfección los territorios de la antigua Escandinavia. Vestuario y decorados gozan de un gran realismo. La escenografía es excelente, destacando por su atmósfera hipnotizante las escenas referidas a rituales y contacto con las divinidades. Las correctísimas interpretaciones de los actores son de agradecer, el veterano Gabriel Byrne cumple como siempre en su papel de Jarl Haraldson y Travis Fimmel logra con éxito transformarse en un carismático e impredecible Ragnar Lodbrok. Pero lo que más complace es el descubrimiento del sueco Gustaf Skarsgard, cuya interpretación del excéntrico Floki ha dejado a más de uno boquiabierto.
Quizá es cierto que cuesta identificarse con los personajes porque a la mayoría no se les llega a conocer del todo, pero hay que tener en cuenta que esta no es una serie intimista. En ningún momento se pretende que comprendamos a los protagonistas y ni mucho menos que les cojamos cariño, sino que disfrutemos viéndoles desenvolverse en el salvaje mundo de los vikingos. Otro detalle que parece incordiar a unos cuantos es que se dejan algunos cabos sueltos y que los protagonistas no son explícitos, tampoco sus diálogos. Para los espectadores a los que no nos gusta que nos den todo mascado y regurgitado, esto no es sino un punto a favor. Muchas veces es más inteligente sugerir que mostrar. Algunos disfrutamos tratando de comprender nosotros mismos a los personajes, sin que los realizadores nos fuercen a la comprensión en una dirección determinada. Esto puede hacer que el guion llegue a flaquear en ciertas ocasiones, pero la documentación y la contextualización histórica logran compensarlo.
Sigo en el spoiler.
La acción transcurre en el S.IX d.c y está basada en los saqueos de las tribus vikingas escandinavas a los reinos de Francia y Bretaña. Dichas incursiones son documentadas a través de Ragnar Lodbrok, un vikingo que pasó a la historia por ser un guerrero tenaz, rebelde y lo suficientemente curioso como para lanzarse a explorar territorios desconocidos haciendo uso de las técnicas de navegación más innovadoras.
Ragnar es un humilde granjero que vive en Kattegat junto con su esposa, la escudera lagertha y sus dos hijos, Bjorn y Guida. Cuando llega el momento de que el conde Haraldson, el jefe de la tribu a la que pertenece Ragnar, decida acerca de los saqueos de la temporada Lodbrok propone ir a explorar nuevos territorios hacia el oeste, idea que el conde rechaza de inmediato. Insatisfecho con la respuesta obtenida, Ragnar desobedece a Haraldson. En secreto reúne a un equipo de guerreros que, en un barco construido por Floki el carpintero, le acompañarán en una travesía hacia tierras inexploradas del oeste. Hasta ahí el planteamiento del primer capítulo y de la serie, que se va complicando en gran medida a lo largo de las tres temporadas.
Quien pasa del cuarto episodio se convierte inevitablemente en un auténtico vikingo. Conforme se van sucediendo las andanzas de Ragnar nos vamos introduciendo en la cultura de los norteños, sus costumbres y creencias. Nos vamos dejando atrapar por las espadas, los escudos, las frondosas barbas y las trenzas en el pelo, las pieles y la pintura de los ojos. Las historias de los dioses van calando, empezamos a notar la influencia que Odín, Freya, Thor y Loki ejercen sobre nosotros desde los salones del Valhalla. Empieza a embargarnos un desdén irrefrenable hacia las refinadas formas de los cristianos. Una sed de sangre, batalla y oro nos ahoga. Y al final resulta que no podemos pensar en otra cosa más que en saquear y fornicar antes de ofrecer un sacrificio a los dioses.
Muy pocas series consiguen que el espectador implore formar parte de ellas, pero ‘Vikingos’ lo logra con éxito. Los bellísimos paisajes de Irlanda recrean a la perfección los territorios de la antigua Escandinavia. Vestuario y decorados gozan de un gran realismo. La escenografía es excelente, destacando por su atmósfera hipnotizante las escenas referidas a rituales y contacto con las divinidades. Las correctísimas interpretaciones de los actores son de agradecer, el veterano Gabriel Byrne cumple como siempre en su papel de Jarl Haraldson y Travis Fimmel logra con éxito transformarse en un carismático e impredecible Ragnar Lodbrok. Pero lo que más complace es el descubrimiento del sueco Gustaf Skarsgard, cuya interpretación del excéntrico Floki ha dejado a más de uno boquiabierto.
Quizá es cierto que cuesta identificarse con los personajes porque a la mayoría no se les llega a conocer del todo, pero hay que tener en cuenta que esta no es una serie intimista. En ningún momento se pretende que comprendamos a los protagonistas y ni mucho menos que les cojamos cariño, sino que disfrutemos viéndoles desenvolverse en el salvaje mundo de los vikingos. Otro detalle que parece incordiar a unos cuantos es que se dejan algunos cabos sueltos y que los protagonistas no son explícitos, tampoco sus diálogos. Para los espectadores a los que no nos gusta que nos den todo mascado y regurgitado, esto no es sino un punto a favor. Muchas veces es más inteligente sugerir que mostrar. Algunos disfrutamos tratando de comprender nosotros mismos a los personajes, sin que los realizadores nos fuercen a la comprensión en una dirección determinada. Esto puede hacer que el guion llegue a flaquear en ciertas ocasiones, pero la documentación y la contextualización histórica logran compensarlo.
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Probablemente, la clave de que Hirst convierta en joya todo lo que produce esté en una máxima bastante simple que muchos realizadores parecen no terminar de comprender: La calidad siempre debe anteponerse a la búsqueda desesperada de audiencias. Afortunadamente esto es algo que la industria británica tiene asimilado, materializándolo en series del calibre de ‘Downton Abbey’, ‘Sherlock’, ‘Skins’, ‘Doctor who’,’Misfits’ y un largo etcétera. Porque cuando la calidad está presente el reconocimiento está asegurado, viene por sí solo. Ese, por supuesto, no es el estilo de la mayoría de series americanas, que invocan el reconocimiento antes si quiera de haber puesto en marcha el proyecto. La inteligencia de los estadounidenses a la hora de crear radica en que saben perfectamente lo que funciona, lo que nos gusta y lo que demandamos, por lo que no tienen más que ejecutarlo y sentarse con los brazos abiertos a esperar los aplausos. No obstante, el gran atractivo de un producto no garantiza que dicho producto tenga una calidad superior al resto. En otras palabras y sin más preámbulos: que ‘Juego de tronos’ cumpla con las máximas indispensables para enganchar al espectador no quiere decir que esta sea mejor que ‘Vikingos’. La primera constituye un culebrón muy entretenido y la segunda es una estupenda reconstrucción histórica en la que se dan una serie de situaciones ficticias, pensadas también para entretener. Por ello resulta incomprensible que la crítica se empeñe en comparar a ambas series y que el argumento de los críticos americanos a la hora de valorar a la de Michael Hirst se base en la evidencia de que esta no es la de George R. R Martin.
Los únicos elementos que comparten las dos producciones son sexo desenfrenado, sangre, lucha y traición. Aunque en ‘Vikingos’ están justificados y bien tratados a diferencia de en ‘Juego de tronos’, cuyos guionistas parecen haber dado rienda suelta al maltrato femenino aun no apareciendo este de forma tan desmesurada en los libros.
En definitiva, puede decirse que los más aventureros quedarán más que satisfechos con las andanzas épicas de Ragnar Lodbrok y sus compañeros vikingos. La calidad del rodaje les hará elevarse de placer hasta las puertas del Valhalla para suplicar a los Ases que se den prisa en estrenar la cuarta temporada.
Los únicos elementos que comparten las dos producciones son sexo desenfrenado, sangre, lucha y traición. Aunque en ‘Vikingos’ están justificados y bien tratados a diferencia de en ‘Juego de tronos’, cuyos guionistas parecen haber dado rienda suelta al maltrato femenino aun no apareciendo este de forma tan desmesurada en los libros.
En definitiva, puede decirse que los más aventureros quedarán más que satisfechos con las andanzas épicas de Ragnar Lodbrok y sus compañeros vikingos. La calidad del rodaje les hará elevarse de placer hasta las puertas del Valhalla para suplicar a los Ases que se den prisa en estrenar la cuarta temporada.
19 de julio de 2015
19 de julio de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en realidad la serie es buena desde el primer capitulo no es hasta el final de la tercera temporada donde se ve una mejora en la calidad, gracias a un aumento substancial del presupuesto. En los primeros episodios se puede ver como tan solo aparece un barco vikingo y actualmente ya hay una flota entera, sin decir que los asaltos a las ciudades actuales son muy espectaculares.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El asalto a París es de lo mas espectacular que he visto en una serie, incluso supera a juego de tronos.
13 de agosto de 2024
13 de agosto de 2024
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, a ver por dónde empezamos a destripar esto de los vikingos. Todavía estoy recuperándome del cansancio, el hastío, la decepción y el soberano esfuerzo que me ha costado terminarla. No se si merezco la medalla de chocolate, unas orejas de asno o un hueso por haber sido tan cabezón y cazurro de no haberla plantado al final de la cuarta e interminable temporada. Ahí ya me tenía pinta de que el tema se iba a despeñar cuesta abajo y sin frenos. Pero no, me he metido las seis temporadas como buen gilipollas que soy esperando algo absurdo. Que la cosa remontara y no se fuese a la mierda como era visto.
Bueno, como disculpa diré que a quién no le apetecía una buena serie de vikingos como tenía pinta de que podía ser. A mi me apetecía y mucho. Y al principio ahí estábamos, muy a bordo del drakkar de Ragnar y colegada. Y sí, al principio daba el pego. Diría que en sus tres primeras temporadas. Buena factura, buena ambientación, vestuario, fotografía, bien dirigida y sobre todo con unos buenos personajes que se van perfilando según avanza la serie. Destaca el bueno de Ragnar, líder natural, carismático, ambiguo, inteligente y con una visión nueva del futuro de su pueblo. Pero ahí estaban también Ladgerda, Rollo, Floki, Athelstan, Aslaug y algunos más con también unos antagonistas de buen nivel como Haraldson, Horik, Jarl Borg, el rey Ecbert y alguno más que se me olvidará. También nos cuentan una historia con varias tramas y con pies y cabeza. Todo parece con sentido y con buen rumbo entre luchas internas y ganas de conquista. Cierto que tampoco era perfecta, mucho capítulo de relleno, situaciones estiradas más de lo deseable, algunas lagunas de guión y una tendencia al folletín de folleteo la lastraban un poco, pero nada que no se pudiera perdonar. Ojalá mantuvieran ese nivel de bien o notable incluso de la tres primeras temporadas.
Pero no es así, por lo menos en mi opinión y además, para joderla más a fondo alguien tuvo la brillante idea de hacer temporadas de 20 capítulos. A la ya fuerte sensación de que los que van al timón no tienen ni idea de adonde van, de que improvisan el rumbo según la corriente del día, se le une estirar todo al límite para rellenar esa veintena de episodios. Asistiremos a la lenta y estirada hasta el aburrimiento agonía del gran líder, que pasa de ser carismático a un coñazo que ya aburre con sus tics, su parloteo y su sobreactuación junto con su querido Floki, que aburre tanto o más que el líder y aún está más sobreactuado y una Ladgerda con nuevas inclinaciones amorosas y reina de las amazonas vikingas de la noche a la mañana. Y cuando por fin la palma el amado líder es como si tiraran de la cadena del inodoro. Todo se va a la mierda.
Empezando con los hijos de Ragnar que carecen totalmente de carisma o fuerza para sostener la serie. El único podría ser Björn piel de hierro, pero su personaje está desdibujado y perdido, claramente desaprovechado. La tendencia controlada al rollo telenovela de folleteo se acaba descontrolando. Palman personajes principales y los sustitutos no dan la talla. Giros y alianzas inverosímiles sacados de la manga. El tema espacio temporal y cronológico se lo pasan por el forro. Según cuadre, un drakkar hace el camino a Wessex en 2 meses o 10 minutos. Empiezan a surgir subtramas a cada cual más pobre que no hacen más que cortar el ritmo de una historia principal que ya va dando tumbos. Las chorradas de Rollo en Francia, el muermo de los locos viajes de Floki en Islandia, los paseos fugaces por España, por Oriente Próximo, por América, puro relleno, el despropósito total que es el personaje de Ivar sin huesos allí por donde pasa aunque se crea un dios y sus esperpénticas peripecias por Rusia para acabar de rematarlo, la interminable cantidad de parloteo y relleno sin que pase nada relevante, los folletines de cama, los follones de poder y un revuelto de idas y venidas que se sacan de la manga sin un criterio ni una idea clara de a donde se va, improvisando sin rubor. Si, hay algunos chispazos de épica, alguna buena batalla, alguna muerte memorable, algún capítulo que merece la pena, algún diálogo decente pero parecen gotas de luvia en el vasto océano.
No tienen ni puta idea de adonde van pero nos calzan 3 temporadas con nada más y nada menos que 60 capítulos de tira palante y a lo que salga, lo cuadramos sobre la marcha si tal. Y todo para estirar el chicle hasta un final de los más ridículos y poco memorables que pueda recordar en una serie. Justo lo que nadie desearía para ir al Valhalla tranquilo. Ni de lejos merecía el esfuerzo llegar hasta ahí y el camino fue infumable desde la tercera temporada.
Un 7 hasta la tercera y un 1,5 el resto. Lo dicho, había que echarle un par de pelotas para acabar este fiasco anunciado o ser muy tonto para no ver venir que iban como pollos sin cabeza. Me inclino por la segunda opción y hasta me diría a mi mismo ese jodido,… te lo dije. Pero apetecía una buena serie de vikingos. Ya llegará ese día.
Pd.- A la nueva esa de Vikingos Valhalla le pueden dar mucho por saco de mi parte...
Y antes de que se me olvide, a los que gusten de la vikingada y aún no la hayan visto, recomendar sin duda The Last Kingdom. Quizás no tenga un protagonista con el carisma de Ragnar pero en cuanto a todo lo demás le pasa la mano por la cara a esta sin duda. Y sobre todo, la historia que cuenta siempre sabe a donde va y nunca pierde el rumbo, quizás porque está basada en una saga literaria que llega a buen puerto con alguien al timón.
Bueno, como disculpa diré que a quién no le apetecía una buena serie de vikingos como tenía pinta de que podía ser. A mi me apetecía y mucho. Y al principio ahí estábamos, muy a bordo del drakkar de Ragnar y colegada. Y sí, al principio daba el pego. Diría que en sus tres primeras temporadas. Buena factura, buena ambientación, vestuario, fotografía, bien dirigida y sobre todo con unos buenos personajes que se van perfilando según avanza la serie. Destaca el bueno de Ragnar, líder natural, carismático, ambiguo, inteligente y con una visión nueva del futuro de su pueblo. Pero ahí estaban también Ladgerda, Rollo, Floki, Athelstan, Aslaug y algunos más con también unos antagonistas de buen nivel como Haraldson, Horik, Jarl Borg, el rey Ecbert y alguno más que se me olvidará. También nos cuentan una historia con varias tramas y con pies y cabeza. Todo parece con sentido y con buen rumbo entre luchas internas y ganas de conquista. Cierto que tampoco era perfecta, mucho capítulo de relleno, situaciones estiradas más de lo deseable, algunas lagunas de guión y una tendencia al folletín de folleteo la lastraban un poco, pero nada que no se pudiera perdonar. Ojalá mantuvieran ese nivel de bien o notable incluso de la tres primeras temporadas.
Pero no es así, por lo menos en mi opinión y además, para joderla más a fondo alguien tuvo la brillante idea de hacer temporadas de 20 capítulos. A la ya fuerte sensación de que los que van al timón no tienen ni idea de adonde van, de que improvisan el rumbo según la corriente del día, se le une estirar todo al límite para rellenar esa veintena de episodios. Asistiremos a la lenta y estirada hasta el aburrimiento agonía del gran líder, que pasa de ser carismático a un coñazo que ya aburre con sus tics, su parloteo y su sobreactuación junto con su querido Floki, que aburre tanto o más que el líder y aún está más sobreactuado y una Ladgerda con nuevas inclinaciones amorosas y reina de las amazonas vikingas de la noche a la mañana. Y cuando por fin la palma el amado líder es como si tiraran de la cadena del inodoro. Todo se va a la mierda.
Empezando con los hijos de Ragnar que carecen totalmente de carisma o fuerza para sostener la serie. El único podría ser Björn piel de hierro, pero su personaje está desdibujado y perdido, claramente desaprovechado. La tendencia controlada al rollo telenovela de folleteo se acaba descontrolando. Palman personajes principales y los sustitutos no dan la talla. Giros y alianzas inverosímiles sacados de la manga. El tema espacio temporal y cronológico se lo pasan por el forro. Según cuadre, un drakkar hace el camino a Wessex en 2 meses o 10 minutos. Empiezan a surgir subtramas a cada cual más pobre que no hacen más que cortar el ritmo de una historia principal que ya va dando tumbos. Las chorradas de Rollo en Francia, el muermo de los locos viajes de Floki en Islandia, los paseos fugaces por España, por Oriente Próximo, por América, puro relleno, el despropósito total que es el personaje de Ivar sin huesos allí por donde pasa aunque se crea un dios y sus esperpénticas peripecias por Rusia para acabar de rematarlo, la interminable cantidad de parloteo y relleno sin que pase nada relevante, los folletines de cama, los follones de poder y un revuelto de idas y venidas que se sacan de la manga sin un criterio ni una idea clara de a donde se va, improvisando sin rubor. Si, hay algunos chispazos de épica, alguna buena batalla, alguna muerte memorable, algún capítulo que merece la pena, algún diálogo decente pero parecen gotas de luvia en el vasto océano.
No tienen ni puta idea de adonde van pero nos calzan 3 temporadas con nada más y nada menos que 60 capítulos de tira palante y a lo que salga, lo cuadramos sobre la marcha si tal. Y todo para estirar el chicle hasta un final de los más ridículos y poco memorables que pueda recordar en una serie. Justo lo que nadie desearía para ir al Valhalla tranquilo. Ni de lejos merecía el esfuerzo llegar hasta ahí y el camino fue infumable desde la tercera temporada.
Un 7 hasta la tercera y un 1,5 el resto. Lo dicho, había que echarle un par de pelotas para acabar este fiasco anunciado o ser muy tonto para no ver venir que iban como pollos sin cabeza. Me inclino por la segunda opción y hasta me diría a mi mismo ese jodido,… te lo dije. Pero apetecía una buena serie de vikingos. Ya llegará ese día.
Pd.- A la nueva esa de Vikingos Valhalla le pueden dar mucho por saco de mi parte...
Y antes de que se me olvide, a los que gusten de la vikingada y aún no la hayan visto, recomendar sin duda The Last Kingdom. Quizás no tenga un protagonista con el carisma de Ragnar pero en cuanto a todo lo demás le pasa la mano por la cara a esta sin duda. Y sobre todo, la historia que cuenta siempre sabe a donde va y nunca pierde el rumbo, quizás porque está basada en una saga literaria que llega a buen puerto con alguien al timón.
19 de abril de 2017
19 de abril de 2017
30 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me pregunto si he sido la única en contrastar la veracidad histórica de la que se vanagloria esta serie. Es interesante como presentan las costumbres y cultura vikinga (por cierto terriblemente sanguinarias), pero a parte de eso incluso su personaje principal, Ragnar Lodbrok, es dudosamente histórico. Destacar que el propio Michael Hirst (guionista de la serie se justificó diciendo que: "mientras un retrato histórico de los vikingos sería visto tal vez por cientos o miles, esta dramatización ficticia llega a millones.")
Dejando de lado su escaso valor histórico (no es histórico aquello que nos molaría que fuera así), me pregunto si con los años se hará alguna serie que presente al DAESH y a sus fanáticos yihadistas como héroes protagonistas de una gloriosa saga. Pues lo que muestra esta serie sobre los vikingos no difiere mucho de lo que hace este actual grupo terrorista (asesinar incluso a indefensos, violar, esclavizar, saquear...). Eso en cuanto a "acción", por lo demás un guión lleno de incongruencias e improvisaciones, personajes poco creíbles y algunos muy previsibles.
Sinceramente creo que el éxito de esta serie se debe a que es un producto MUY COMERCIAL. Presenta lo que la gente demanda pero sin faltar a lo políticamente correcto: sexo liberal tipo "tírate a mi mujer que te dejo" pero camuflado en el obligado feminismo de moda. Mucha sangre y violencia, si, pero es que no entendemos a esta "pacífica cultura", y los diálogos tontos, muy tontos, pero enormes porque ridiculizan todo lo que huela a cristiano.
Dejando de lado su escaso valor histórico (no es histórico aquello que nos molaría que fuera así), me pregunto si con los años se hará alguna serie que presente al DAESH y a sus fanáticos yihadistas como héroes protagonistas de una gloriosa saga. Pues lo que muestra esta serie sobre los vikingos no difiere mucho de lo que hace este actual grupo terrorista (asesinar incluso a indefensos, violar, esclavizar, saquear...). Eso en cuanto a "acción", por lo demás un guión lleno de incongruencias e improvisaciones, personajes poco creíbles y algunos muy previsibles.
Sinceramente creo que el éxito de esta serie se debe a que es un producto MUY COMERCIAL. Presenta lo que la gente demanda pero sin faltar a lo políticamente correcto: sexo liberal tipo "tírate a mi mujer que te dejo" pero camuflado en el obligado feminismo de moda. Mucha sangre y violencia, si, pero es que no entendemos a esta "pacífica cultura", y los diálogos tontos, muy tontos, pero enormes porque ridiculizan todo lo que huela a cristiano.
11 de abril de 2014
11 de abril de 2014
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suelo ser bastante aficionado de esta clase de ficción. El drama histórico siempre ha sido uno de mis géneros favoritos ya que me encanta saber que paso en épocas pasadas y mucho mas verlo como si lo estuviese viviendo en directo, pero he de decir que esta serie, que a muchos gusta, para mi ha supuesto una enorme decepción.
Tiene muchas cosas buenas, como una muy buena ambientación y escenas de acción bien rodadas. Pero la trama resulta demasiado lenta y los pesonajes demasiado planos, sin demasiados sobresaltos ni elementos que hagan que la trama despierte demasiado interés.
En definitiva, ha sido una gran decepción, esperaba mas.
Tiene muchas cosas buenas, como una muy buena ambientación y escenas de acción bien rodadas. Pero la trama resulta demasiado lenta y los pesonajes demasiado planos, sin demasiados sobresaltos ni elementos que hagan que la trama despierte demasiado interés.
En definitiva, ha sido una gran decepción, esperaba mas.
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