Disney vuelve a sus orígenes con una entretenidísima película en las que las carcajadas estan aseguradas sin faltar grandes momentos enternecedores.
Llenita de personajes entrañables, alegres, estrambóticos, sabios, tontos y un malo malísimo cuyos métodos llegan a asustar . Y todo ello acompañado de un sinfín de canciones al mas puro estilo Nueva Orleans, que pese a ser demasiado continuas, su brevedad y su gran ritmo impiden que te canses de ellas.
Imprescindible para todos aquellos amantes de los clásicos Disney que disfrutaron con Peter Pan, El Libro de la Selva, Aladín o la Bella y la Bestia.

Vuelta a la animación en 2D de Disney, dejando atrás las porquerías que se hacen por ordenador (exceptuando a Pixar, evidentemente). Un príncipe y una camarera negra que se convierten en ranas, para deshacer el hechizo cuentan con la ayuda de una luciérnaga y un cocodrilo freak. Canciones y más canciones nos acompañan durante toda la peli, sin que nos lleguen a emocionar. Entretenida, pero muy infantil como es normal, aún así, buena noticia que Disney vuelva a lo tradicional.

Me esperaba el sumun de la animación, se decía, desde el Rey león no ha habido ninguna peli Disney de nivel, pero a mi parecer sigue sin haberla, esta no le llega a los talones a ninguna de las clásicas.
Lo que siempre ha destacado de Disney es su música, aquí la tiene, pero ¿alguien me puede tararear alguna canción?, siempre fueron músicas y canciones muy pegadizas (casi todas galardonas con el Oscar), ¿será por algo?, aquí, como no te guste el sonido Made in Nueva Orleans vas apañado, mis hijos (4 y 2) no comprendían ninguna canción, era imposible seguirlas, son canciones muy rápidas, si me costaba a mi cogerlas, pues la mitad ni la entendía, imagínate unos críos de 4 y 2 años, para morirse.
Eso sí, la animación es fabulosa, por eso le pondré un 6, porque la mayoría es musical (no me gustan esas canciones ¿se nota?) y si le quitas las canciones, que las hay para reventar, se queda en una película de 30 minutos de calidad, pero yo pago por 97 minutos, realmente me llevé un chasco y gordo.
Empezó muy bien y eso prometía, pero al oír la primera canción pensé, mira que gracioso, un homenaje a Nueva Orleans (¿será por la catástrofe que hubo?), pero no, no era un homenaje a las víctimas, si no que era yo la víctima de su homenaje, vino una canción ensordecedora, acompañada de otra y hasta un número infinito, pues a mí se me hizo infinito, muy bonitos los bailes pero la letra no la recuerdo ¿y vosotros?, era como ver una película en versión original sin subtítulos, que ves el baile y a la gente moviendo la boca articulando unos sonido para lo que mi oído no está acostumbrado.
La historia, bueno original, por los protagonistas, no por la historia en sí, pero estaba bien, el animalito gracioso caía en una luciérnaga que no se hacía nada cargante, al contrario que el caimán, cansino como él solo. El príncipe, más gracioso de sapo que de príncipe y Tiana era la más cuerda de toda esta algarabía de animación y con una historia muy bonita de trasfondo, la lucha por un sueño tanto suyo como de su padre.

Nunca pensé que iba a terminar yendo a ver esta película en el cine. El pasado domingo me acerqué a mi centro comercial más cercano y, cuando mi madre y yo vimos la cartelera, no teníamos especial interés por ninguna de las que había que no hubiéramos visto ya. Tras un breve período de decisión, acabamos sentados ante la última obra de Disney. No sabía qué era lo que me iba a encontrar, las críticas eran buenas, pero aún así uno nunca sabe cómo va a reaccionar. El caso es que salí muy agradado.

La historia, aunque se basa fundamentalmente en la típica historia de la factoría con sus príncipes y princesas, tiene algo que la hace muy original y divertida. Se da un vuelco total a un cuento popular, el del príncipe sapo, y se nos presente un nuevo personaje, la princesa sapo. La aventura de nuestros mucosos protagonistas en el bosque es realmente entretenida, toda una regresión a nuestra infancia, aquella en la que todas estas historias nos parecían reales. La mayoría de los personajes logran llegar al espectador, se hacen simpáticos y agradables. Destacar la libélula, todo un descubrimiento que demuestra el poder de soñar. Quizás lo que no me ha gustado es el antagonista, que no encaja dentro de la historia.

La cinta es entretenidísima, en ningún momento se hace aburrida. Desde mi punto de vista tiene demasiados momentos musicales, puede que el que no me lo esperara influyera para que no me convenciera del todo. Aún así, es un mal menor, pues la BSO es otro aspecto muy positivo, con canciones muy animadas y otras que no lo son tanto. El final, creo que estaba clarísimo.

En conclusión, vale la pena echarle un vistazo. No es una de esas obras maestras como las que nos trae normalmente Pixar, pero está bastante bien...!

Esta película tiene un tono moderno, no es como la cenicienta etc. Disney a sabido retratar muy bien esta historia