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Jason Bourne

Thriller. Acción Jason Bourne ha recuperado su memoria, pero eso no significa que el más letal agente de los cuerpos de élite de la CIA lo sepa todo. Han pasado 12 años desde la última vez que Bourne operara en las sombras. Pero todavía le quedan muchas preguntas por responder. En medio de un mundo convulso, azotado por la crisis económica y la guerra cibernética, Jason Bourne vuelve a surgir, de forma inesperada, cuando desde el pasado reaparece Nicky ... [+]
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Críticas 146
Críticas ordenadas por utilidad
12 de septiembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diez años después, y una película de por medio con Jeremy Renner que no funcionó, regresan dos pilares de una de las más exitosas sagas de los últimos años, la de ‘Jason Bourne’, que reúne a Paul Greengrass con Matt Damon para devolverle a la saga el brío, el vértigo y el nervio que había perdido.

Esta secuela inicia en Reykiavik donde la ex agente Nicky Parsons (Julia Stiles), trabajando para otra persona, consigue hackear a la CIA y tener acceso a toda la información de sus programas secretos, algunos pasados como Treadstone y otros por implementar, encontrando datos donde se especifica el origen de dicho programa, con información desconocida que involucra al padre de Jason Bourne, y otros datos que aclaran el pasado desconocido de éste.

Pero la acción es intervenida por la especialista Heather Lee (Alicia Vikander), quien introduce un virus rastreador en esos archivos, que la llevan a descubrir la nueva ubicación de Parsons, quien ha viajado a Atenas para encontrarse con Bourne, quienes en medio de una protesta social serán perseguidos por un agente (Vincent Cassel) con la idea final de eliminarlos.

Si bien la historia central de esta nueva entrega carece de originalidad temática respecto a las otras películas de la saga, más allá de las precisas actualizaciones de acuerdo a la época, como el uso de nueva tecnología, la crisis económica global y las manifestaciones sociales, así como el poder de las redes sociales y el debate acerca de su privacidad, Paul Greengrass consigue dotar al relato de una precisa tensión a partir de su clara ejecución narrativa, haciendo de esta nueva película de Bourne algo más que simple entretenimiento y todo un derroche estilístico en cuanto a la puesta en escena.

Los nuevos personajes que interpretan Tommy Lee Jones, Alicia Vikander y Vincent Cassel logran incorporarse de manera orgánica a esta vertiginosa secuela, que cuenta con un par de secuencias que demuestran el buen pulso narrativo de Greengrass, como la secuencia en Atenas o la espectacular persecución en Las Vegas, cargadas de suspenso, tensión y emoción gracias a un preciso montaje a cargo de Christopher Rouse, quien además escribió el guión junto a Greengrass.

Así, una vez más la fórmula Greengrass-Damon funciona entregando una película efectiva, entretenida y que vuelve a poner en órbita el universo Bourne.

http://tantocine.com/jason-bourne-de-paul-greengrass/
Quique Mex
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12 de noviembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dios mio, qué película más plana, convencional, sosa y genérica se ha marcado el señor Greenglass.
Con lo soberbia que es la trilogía primigenia, incluso la de Renner, injustamente infravalorada a mi modo de ver, Jason Bourne me parece la peor de las cuatro con diferencia.
Greenglass se limita a hacer un corta/pega de todas las situaciones vistas y vividas en las tres primeras películas, pero lo malo no es eso, sino que encima lo hace con una desgana y una desidia alarmante.

Los actores se limitan a cobrar el cheque y ya. Damon actúa sin alma, sin ganas, Jones con el piloto automático puesto, Vikander y Cassel pasaban por allí....en el poco rato que sale Clive Owen en el Caso Bourne, se come con patatas a todos los actores secundarios de Jason Bourne.
Ahí está la consabida persecución en coche (a años luz de la del Caso Bourne o la persecución en Moscú en el Mito de Bourne), en moto (me gusta bastante más la del legado de Bourne), la consabida "búsqueda" del protagonista (ésta vez movido por la venganza, con una historia tan plana, tan cogida con alfileres y tan deja vú que asusta).

Me da pena como una saga que me ha hecho pasar momentos tan buenos en el cine ha acabado en esto, pero tampoco me sorprende, es signo inequívoco de que Hollywood hace aguas.
Prescindible y triste a partes iguales.
krelian34
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24 de junio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuanto más avanza el personaje por su pasado, más inverosímil todo parece.
Vamos a dar un breve repaso por su filmografía:
1º Quiere descubrir quién es y por qué no recuerda nada (BIEN)
2º Quiere acabar con el responsable de la misión que lo llevó a su estado (Okey)
3º Quiere acabar con la persona que le adiestra en el programa
4º Jason no aparece
5º Quiere acabar con la persona responsable de reclutarle y el responsable de observación para el mismo.

A este paso solo cabría esperar que Bourne lo que en realidad quiere es purgar toda la CIA, repartidores de correo y bedeles incluidos.

¿Por qué digo esto?
Si bien entiendo que lo que hay detrás de esta película, es una empresa con ansias de generar dinero, me resulta frustrante el ver como de forma sistemática generan conflictos internos en el propio Bourne y su entorno para justificar más tiroteos, violencia, etc.
Un ejemplo claro es el conflicto del padre; Nunca antes mencionado, nunca antes se ha percibido un mínimo conflicto derivado del mismo, pero oh, sorpresa, ahora esto es lo que lo mueve a arriesgar su vida una vez más.

Este problema podría haberse solventado justificando que su psique requiere de conflicto, y es el propio Bourne el que elabora los conflictos para justificar la violencia en la que se envuelve. Pero claro, esta idea no se puede exponer de forma profunda o excesivamente explícita, puesto que el héroe pararía a ser un villano psicológicamente desequilibrado, y el gobierno un bastión de sensatez con métodos un tanto poco ortodoxos. En cambio, justificaremos todo esto con un: “Pobre, no lo dejan en paz”

Resulta hasta indignante ver como el guion es tan vago que deja al descubierto el movil que justifica la insubordinación de la joven agente a la hora de ayudar a Bourne, o cómo es posible que Parssons en esta entrega siga EXACTAMENTE el mismo destino que Marie, de la misma forma que la agente suplanta el rol subversivo que en el pasado ejercía Niki. Es como ver la misma película dos veces
Termino esta saga con muy mal sabor de boca.
Alberelvis
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24 de noviembre de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando parecía que la saga Bourne iniciada magistralmente por Doug Liman y perfeccionada hasta su industrialización de manera igualmente magistral por Peter Greengrass había llegado a su fin con todos los cabos sueltos atados y todos los secretos desvelados (más, incluso, de lo que yo hubiese esperado) y, como poniendo otro clavo en el ataud de la franquicia, ya se había tratado de expandir el Universo Bourne hacia otros personajes en la perfectamente disfrutable “El legado de Bourne” (que cerraba aún más algunas tramas originales), Damon y Greengrass reabren el melón asociándose en otro peliculón (*).

Reconozco que acogí el retorno con bastante escepticismo por diferentes motivos. Para empezar, por lo ya comentado: si estaba todo atado (y bien atado), qué iba a provocar de manera creíble el regreso del héroe a la arena. Luego está el tema de los villanos, las películas de este corte suelen ser tan buenas como los malvados y, tras sacar a la luz todos los trapos sucios de las cloacas de los Servicios Secretos de EEUU, ¿habría alguien a la altura de Bourne como para ponerle en aprietos? Y, finalmente, estaba el factor tiempo. Todos nos hacemos mayores y habían pasado quince años desde la primera entrega: ¿aguantaría Matt Damon la exigencia física de un papel así? ¿le quedaría a Greengrass alguna idea con la que sorprendernos?

La película no tardó en ir despejando todas mis preocupaciones con notas bien alta. A Damon se le ve más mayorcete, como es normal, pero la escritura del personaje se adapta para mostrarnos un Jason Bourne más maduro y que resuelve las situaciones con formidables despliegues físicos, pero dentro de lo esperable para alguien que se cuida. Más aún, le ponen como archienemigo a Vincent Cassell, que tampoco es un chaval, y sus enfrentamientos son pura adrenalina que demuestra que hacer las cosas bien y verosímiles depende de pensarlas y trabajarlas, no de las capacidades atléticas de los actores. El argumento es también muy bueno: oscuro y de actualidad, sin saber qué esconden muchos personajes ni cuáles son sus lealtades hasta que la trama decide ir soltando pistas y revelando incógnitas. Nuevamente, Bourne se enfrenta a una conspiración mundial comprensible, perfectamente explicada y verosímil en el tiempo que muchas series de HBO dedican a los créditos iniciales (en malas manos, “Jason Bourne” daría para dos temporadas de una serie de streaming).

Y, para el que dudara (es decir, yo), “Jason Bourne” es frenética pero con personalidad propia, sin apreciar elementos repetitivos o que Greengrass recicle de productos previos. Tampoco es sólo una película de gente corriendo y disparando, todo sucede por un motivo, pero el framework de Greengrass, como esos ciclistas que en Tour de Francia cogen la mochila de avituallamiento y comen sobre la bici sin parar, no necesita detener la trama para contarte las cosas cuando puede montar las escenas de manera que las explicaciones en la war room se superpongan con los sicarios haciendo parkour para tratar de pillar a Bourne. Hay ocasionales bajadas de pulsaciones para avanzar en las subtramas políticas paralelas o de investigaciones internas, que sirven para dar un descanso mental al espectador, pero en momentos cuidadosamente seleccionados para asentar conceptos antes de pedir más.

Peliculón miembro por derecho propio del Universo Bourne. Pido perdón por haber dudado. Cuantas más así, mejor.

(*) No, no es ninguna omisión no hablar de la serie “Trendstone” en la introducción. He corrido un tupido velo por respeto a una de mis series favoritas. Por decirlo en pocas palabras, la serie “Trendstone” no merece la pena. Parece realizada por un equipo de trabajo en el que ninguno de sus miembros ha visto ninguna de las películas y, si las han visto, no las han entendido o los conceptos Bourne no han entrado en ellos. Sí, la estética es común y trata de tender puentes con la trama general de la corporación Trenstone, pero de una manera entre lo circense, lo woke y lo ridículo. Si Bourne en general va en la línea de LeCarre, “Trendstone” va en la línea de un Ian Flemming vegano y tecnificado que intenta parasitar un caso de éxito… en la línea que la esperpéntica serie “Watchmen (ft. Black Live Matters)”.
OsitoF
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30 de julio de 2016
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras que la saga Bourne es sinónimo de calidad (excepto por la larga y fantasiosa "El legado de Bourne"), nunca es que me pareciesen obras maestras. Son películas de acción frenéticas, que viven de un argumento presentado en la película original ("El caso Bourne") y de ahí ya toca estirar la trama de la manera más natural posible adaptando al protagonista a los cambios actuales. Por lo que a mí personalmente no me molesta que partan de un esquema o de que la forma de rodar acción ya se antoja de conocida.

Lo que valoro es que esta entrega posee fácilmente más argumento y más motivaciones personales que cualquiera de las entregas anteriores, así como una exploración al pasado personal del protagonista que hasta entonces nunca se había tenido (sólo teníamos brochazos de su pasado como agente o activo). Sus dos horas son entretenidas, construyéndose como una sinfonía: desde un desarrollo de personajes correcta y unas escenas de acción que sirven para calentar la trama, hasta llegar a un clímax lleno de suspense, sorpresas y espectacularidad que pocas veces habíamos visto en el cine de acción actual. Es en esos instantes cuando te das cuenta de cómo Bourne era necesario o cómo se le echaba tanto de menos en estos tiempos. Más si tiene un buen consigo, cosa que ha de ser obligatoria para este personaje.

No creo que sea tan mala o floja como la crítica quiere hacerla parecer. Es más, yo la considero mi preferida como Matt Damon a la cabeza desde ya. Una secuela lujosa, emocionante, que ya deja totalmente expuesto al personaje a mi parecer y de la que ya sólo se puede tirar hacia adelante. Y si se atreven a tirar hacia adelante, muchas cosas jugosas pueden pasar. Pero mejor centrémonos en el presente. "Jason Bourne" es la mejor película del verano, una de las estimulantes de acción y la mejor de Bourne hasta la fecha para mí.
cantaalapiedra
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