Interesante reflexión sobre los amores de la infancia. Muy recomendable para el típico día nostálgico.

Altamente recomendable fábula amorosa con alma. Altamente poética, tanto en imágenes como en palabras. Altamente reaccionaria de la glándula lacrimal de nuestros ojillos. Todo debe ser alto o elevado en una producción, pero a esta le bastan esos centímetros que están llenos de bellas escenas en que los personajes que no necesitan decir nada. Es una de las obras animadas que no requieren acción a raudales para que alcance el interés y el alma del espectador. Es sencilla y a la vez ambiciosa, contiene espíritu y delicadeza en cada uno de sus fotogramas. Makoto Shinkai (Your Name) creó este mediometraje (63 min) sabiendo que no necesitaba más duración para expresar la soledad, la separación, el desasosiego y las lamentaciones de un amor perdido entre las islas de Japón, el saber que en un país con millones de almas, las coincidencias pueden ocurrir por muy remotas que sean.
Dicen que Shinkai es el nuevo Miyazaki (El Viaje de Chihiro, La Princesa Mononoke), pero yo lo considero un nuevo maestro con otro estilo diferenciado por su capacidad de encoger el alma de los espectadores.

Bella pelicula de animación con un exquisito tratamiento de la luz nunca antes visto y una intensa melancolía que invade cada fotograma. Un film para ver relajados en una soleada tarde de otoño.

He de aceptar que cuando leí la sinopsis no me atrajo mucho. Un amor adolescente separado por el destino, la lucha de ambos por volverse a ver, aceptar que sus caminos son muy distantes. Sin embargo, lo que vino después me dejó fascinado.

He de hacer énfasis en 3 puntos:

1.- Los personajes: Se conectan bellamente con el espectador, llegando incluso a sentirse identificado con alguno de ellos. Cautivadores y agradables para el público, como debe ser.

2.- Lo mas impactante: el ambiente y la animación. Detallista, colorido y dulce a la vista.

3.- La banda sonora: Concuerda perfectamente con el desarrollo de la historia y los hechos importantes que se dan a lo largo de ella. Esos últimos tres minutos son de antología.

Pero definitivamente lo mejor es el hecho de que los tres concuerdan perfectamente, siendo este, su mayor mérito.

Lo único que critico de esta casi obra maestra de Makoto Shinkai, es que al darle tanto esmero a la calidad de la animación, los personajes y el desarrollo de la trama quedan, por un minúsculo momento, relegados a un segundo plano. Es decir que, irónicamente, la animación fue demasiado buena para tratarse de un drama romántico.

Si lo que el señor Shinkai quería era dejarnos una parábola sobre la vida y, sobre todo, una reflexión, entonces logró su objetivo.

Japón es el país de los grandes estudios de animación. Y aqui se demuestra de largo. Un desbordante nivel técnico para un guión sumamente dulce. Me encanta que salgan este tipo de productos porque es una forma de abrir el anime a un público, por decirlo de alguna manera, normal. Nada de ciencia ficción, ni futuros postnucleare ni nada por el estilo. Una sencilla historia de amor.
Pero el guión rezuma un exceso de nectarina que yo no puedo aguantar. La apruebo por el nivel técnico pero por nada más.