Three Kingdoms: Resurrection of the Dragon

Muy entretenida y con un metraje corto que permite pasar hora y media a gusto, sin ir más allá.


Ambientada en el siglo III en plena guerra civil, tres reinos, Su, Wei y Wu, se disputan la unificación del país a través de su hegemonía militar. Tras años de cruentas batallas sin que nadie pueda cambiar el rumbo de la historia, surge un héroe que pronto acabará forjando su nombre: Zhao Zilong. La película se centra en este personaje a través de tres décadas de combates sin conocer la derrota.


Es una adaptación al cine de una famosa obra literaria que Lou Guanzhong escribió hace más de 600 años, llamada "El romance de los tres reinos".


Zilong está interpretado por el incombustible Andy Lau (Future X-Cops), que una vez más demuestra sus dotes para las escenas de acción con un puñado de peleas muy bien coreografiadas que son suficiente razón para ver Three Kingdoms. Eso sí, SPOILER: ojo a la secuencia en la que lleva un bebé a la espalda en la que él solito se enfrenta a todo un ejército y casi ni le tocan. Creo que se les ha ido la olla un rato, demasiado exagerado.


Su inseparable compañero de fatigas no es otro que Sammo Hung (Ip man 2), un clásico en el cine hongkonés de artes marciales, del que he echado en falta alguna escena de acción. Y no me puedo olvidar de la principal rival de Zilong en el film. Estoy hablando de una estupenda Maggie Q (The warrior and the wolf) que nos regala la mejor escena de la peli: un duelo con Andy Lau peleando ambos con lanzas. Espectacular y muy vistoso.


Resumir 30 años de intrigas y luchas en 100 minutos, es complicado e inevitablemente la historia queda algo coja en algunos momentos. La transformación física de Andy Lau me ha gustado. Le quedan muy bien las canas...


Otro aspecto interesante es la banda sonora que acompaña a la perfección cada escena y que incluye algunos instrumentos musicales de la China antigua. En definitiva, una cinta de acción sin pretensiones que entretiene y cuyas coreografías de acción tienen suficiente calidad para que las disfrute cualquier amante del género.

Y es que de éstas ya hemos visto muchas. De batallas entre los reinos existentes por la victoria total y la unificación en un imperio. Todas muy parecidas, sí. Pero hay algunas que sirven de somnífero y otras que te hacen pasar un muy buen rato. Y ésta es de las segundas.

Sangre mucha, grandes peleas, grandes batallas, una gran fotografía y un metraje nada excesivo. La historia tampoco está nada mal y encima nos regalan a Maggie Q, qué belleza!

Si os gusta este tipo de películas, ésta no os defraudará. Seguro que pasais un buen rato.

El film está basado en las creencias milenarias chinas de la novela, “El Romance de los Tres Reinos”, llena de cuentos complicados, leyendas populares, relatos fantásticos e inexactitudes históricas, parecido a La Ilíada del poeta Homero. La historia del film transcurre en las épocas de las dinastías chinas (entre los años del 184 y el 280) y presenta las luchas políticas y militares entre los tres reinos Wei, Shu y Wu.

El film goza de una estupenda trama, las milenarias batallas chinas entre los reinos dinásticos de la época, sus escenas de batallas están excelentemente coreografiadas y las actuaciones de Andy Lau, Sammo Hung Kam-Bo y Maggie Q son de primera

La película tuvo un presupuesto de $25 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $22 millones, además recibió dos nominaciones a los “Asian Film Awards” y una a los “Hong Kong Film Critics Society Awards”.

Desde luego, el señor Lee ha mancillado miles de años que ha cosechado la legendaria novela de la historia china.
Desde su producción con una coreografía patética hasta el pésimo plagio del efecto visual a lo 300.
Los actores no desprenden virtualidad ninguna, exceptuando Andy Lau y Sammo Hung que son los veteranos del cine, y se nota cómo la experiencia influye en su presencia.
A excepción de los párrafos copiados de la novela, el resto del diálogo es totalemente novato.
La acción nunca se ve con claridad y los actores no estan ni lo mas mínimamente preparados para escenas de lucha, y lo rellenan con un efecto digital bastante patoso.
Metraje altamente recomendado para los degustadores del cine B, y para los que pagan una entrada solo por ver sangre, armas, y grandes multitudes vestidos a lo Señor de los anillos.