Y que conste que no tengo nada en contra de la ciudad alemana aunque esta película sea pura promoción turística de Colonia y alrededores. Escenas ridículas, diálogos absurdos y desfile de coches de gama alta, casi todos deportivos de firmas germanas. Han intentado salvar la película con la presencia del siempre gigante Anthony Hopkins, pero hasta su personaje chirría como las ruedas del flamante Mercedes SLS AMG. Un completo despropósito donde lo único que se salva es un histriónico Ben Kingsley tuneado como Gigi D’Agostino.

Korine se autoplagia en una película llena de guiños a sus anteriores obras, sobre todo a Spring Breakers, copiando planos y la misma estética. Una consecución de imágenes de excesos, personajes marginales y en general pajas mentales del director tiradas de cualquier manera sobre la línea de tiempo sin llegar a construir un relato coherente. Por lo menos en Spring Breakers James Franco salvaba la cinta. En ésta, McConaughey interpreta a un personaje plano que apenas evoluciona a lo largo del relato y carente de carisma. Cameos que nada aportan y situaciones ridículas. Solo se salva la secuencia de Martin Lawrence, con unos toques de humor negro muy hilarantes que fue el único momento que la película me arrancó una risa.
Una verdadera pérdida de tiempo

Tuve la ocasión de verla en el marco del Atlántida Film Fest que se celebró en Palma. Antes de la presentación advirtieron al público sobre una escena controvertida que sería "censurada" durante la proyección aunque podría ser seguida en directo desde un smartphone metiendo una URL que aparecería en pantalla minutos antes.
No me gusta extenderme mucho con las críticas así que iré al grano. Vacía de contenido y pretenciosa en su forma. No cuenta absolutamente nada, diálogos y situaciones que no conducen a ningún sitio. Largos planos generales y estáticos en esa línea danesa estilo Lars Von Trier.
Respecto a la susodicha escena se trataba de una violación, pero nada del otro mundo que no se haya visto hasta ahora. Un plano general estático lo suficientemente alejado para no mostrar más que lo imprescindible y poder disimular mejor las prótesis de látex. Algo que ya hemos visto en películas como "Irreversible" o "El último tango en Paris", entre otras...

Esto es básicamente un documental sobre la esquizofrenia, una enfermedad mental por desgracia bastante común en nuestra sociedad, estigmatizada y silenciada por el pudor y la vergüenza de quien la sufre y de su entorno familiar. Solo algunos individuos, por suerte, terminan llevando a cabo actos violentos. Y básicamente es la historia de este documental. Podría ser Slenderman o perico el de los palotes... Ya que pierde un tiempo muy valioso en analizar este personaje ficticio de internet nacido en un foro de historias de terror y como supuestamente indujo a unas adolescentes a apuñalar a otra muchacha de su comunidad. Lo realmente interesante de la película -y retirando con cuidado esa capa de sensacionalismo que lo cubre- es ese retrato íntimo de como conviven los padres y las menores con aquellos hechos, como pesan en la conciencia y como una sociedad cruel e hipócrita busca culpabilizar a las familias de lo sucedido. También es muy interesante el análisis de la controversia que genera el actual sistema judicial estadounidense que pretende juzgar como adultas a unas menores de edad.

La verdad que cuesta creer que esté filmada por el famoso fabricante de Blockbusters de digestión rápida. Y es que pese a tener esa seña de identidad de todas sus películas, con esa estética y esa fotografía ultrasaturada e hiperdefinida, es la primera vez que veo una película del señor Bay que me hace reír de verdad, con unos golpes de humor bastante ingeniosos, situaciones absurdas y personajes ridículos y en ocasiones patéticos.
El director intenta envolver este pastel con un envoltorio noventero pero ni la estética, ni la fotografía es acorde a la época. No obstante el porcentaje de explosiones y disparos que tanto gustan a Bay se ve reducido considerablemente y se agradece.
Está entretenida para pasar una tarde, sin más pretensiones.