Los seguidores de este youtuber no nos lo creíamos: ¿Jägger en la gran pantalla?
Sin embargo, y para nuestra grata sorpresa, no era una broma. Así mismo, se publicaron las fechas del estreno en varios cines de la geografía española, las cuales recibimos con ilusión.

Antes de empezar la crítica, me gustaría resaltar el comportamiento impecable de Jägger al presentar las sesiones y, posteriormente, quedarse para recibir a todos sus fans y demorarse con unas palabras y abrazos para cada uno de ellos. Se pudo apreciar su gran dedicación y paciencia a pesar de las largas colas.

En cuanto a la película, esta sigue, lógicamente, la misma dinámica que sus vídeos. Sabíamos de antemano que estarían muchos de sus personajes, pero esto no le restó emoción a sus apariciones, aplaudidas por el público. No obstante, creo que se echa en falta cierta coherencia en cuanto a las alianzas entre los distintos personajes: no se entiende el por qué de los pactos, siendo que algunos llegan a quedar forzados.

En general, el mayor fallo de la obra es lo caótico de su desarrollo. Si bien esto puede parecer natural debido al argumento de la película —inspirado en Battle Royale, en el que se desarrolla una lucha entre múltiples personajes y donde solo puede quedar uno—, llega a ser excesivamente confuso. En definitiva, se echa en falta un hilo argumental más estructurado y fuerte.

Aspectos como la banda sonora, la fotografía y la ambientación son aceptables (teniendo en cuenta el presupuesto) y coherentes con el resto de la «filmografía» de Jägger. Hay que destacar los efectos especiales, que no desentonan en absoluto, sino que brillan en su cutrez, aportando un buen toque a las escenas.

Los diálogos, plagados de un humor sencillo, son también aceptables, con algunas frases y escenas que sobresalen positivamente (ver spoiler). Sin duda, el reparto ha sido muy acertado.

En general, se trata de una película que no es brillante, pero que se disfruta. Esto es algo que los seguidores de Jägger —o Alberto, como descubrimos en los créditos— agradecemos.