Antes de nada, la conclusión de una producción así es : Mucha leña y pocas nueces.
Es verdad que la actuación de James Franco y Seth Rogen no es del todo vomitiva como lo puede llegar a ser en ocasiones esta película.

Un vano intento de humorizar y criticar la política de Corea del Norte que queda, sin duda, en menos que la típica película fácil y ridiculizante..

Nadie podrá negar que su único éxito es debido a las amenazas sufridas, motivo por el cual muchos de nosotros llegamos a tragarnos 112 minutos de eterno largometraje.