Resulta sorprendente pensar como demonios pueden, estas criaturas, atravesar el espacio para llegar a la tierra.

No pretendo desmerecer la película, que está bastante bien. Es una reflexión sobre todas las películas en las que nos vemos agredidos por seres de otro planeta, a quienes se atribuye una inteligencia superior, dado que han sido capaces de construir complejas naves capaces de alcanzar nuestra casa, sin que nosotros, de momento, tengamos capacidad para devolverles la visita.

Sin embargo de estos “bichos” se puede decir de todo menos que parezcan inteligentes.

Demuestran tener, eso sí, agilidad felina, buenos dientes y mejores garras pero, la verdad, no veo a un “alien” tripulando uno de estos ingenios espaciales, y muchísimo menos construyéndolo.

Digo yo que para construir complejísimas naves, capaces de surcar el universo y recorrer miles o millones de años luz, debe hacer falta algo mas que dar buenos bocados y tremendos zarpazos.

Dicho lo cual, y abstrayéndonos de este tipo de reflexiones, hay que reconocer, a la película, una buena calidad en su género. Cierto que la primera media hora se hace un poco tediosa, pero luego se “viene arriba” con una tensión “in crescendo”, hasta alcanzar un ritmo endemoniado, y dejando la agradable sensación de haber visto, ni mas ni menos, que aquello que habías ido a ver.

Sucede muchas veces. Acudes al cine atraído por las buenas críticas de los "entendidos", y los espectaculares carteles que anuncian la película; ("aterradora"..."te helará la sangre"...un nuevo concepto del cine de terror"). Te acomodas en la butaca y esperas (al principio con ansiedad, luego con frustrante decepción) a que suceda algo en la película que te saque del ostracismo profundo en el que te vas sumiendo poco a poco. Estéril y larga espera. Carente de ritmo y anodinamente lenta (lo único que se salva son las interpretaciones), la cinta adolece del peor defecto que se puede imputar a una película: aburre a un muerto. De miedo o terror ni hablamos, no merece la pena.

Lo cierto es que esta película reúne todos los tópicos de este tipo de cine, desenlace previsto, sucesos imposibles, exaltación patriótica...pero es una película de "catástrofes" y muy bien hecha, por cierto, lo que brinda mas de cien minutos de pura diversión. La película es rabiosamente entretenida y, pese a que prevés, sin muchas dudas, el final, no puedes por menos de retorcerte en el asiento. La película es puro espectáculo, por eso es cine, y no le des mas vueltas.

Bueno, pasa muy a menudo. Después de leer las críticas de los "sesudos" entendidos, la verdad es que te lo piensas dos veces antes de entrar al cine. Pero te decides, y una vez sentado en tu butaca te preguntas a ti mismo ¿porqué he elegido esta película?...¿porque necesitaba una profunda reflexión sobre el ser o no ser?....evidentemente no. La elegí porque era una película de aventuras y sólo pretendía pasar un par de horas entretenido, y a fe que lo conseguí. Si buscar ahondar en lo profundo del pensamiento humano, esta no es tu película. Si sólo pretendes divertirte con una película de aventuras bien realizada y con una fotografía que te deja sin aliento, de verdad....no le hagas mucho caso a los "intelectuales" del cine, que no se que esperaban ver en ella, porque el género de la película se anuncia por sí sola. Si el cine es diversión, esta película cumple su objetivo.

Pues eso, un auténtico peñazo, sin guión, sin ritmo,,,sin nada. La película no dura mucho, pero se hace eterna por la ausencia de un ritmo narrativo medianamente adecuado. No engancha en ningún momento y al final resulta un auténtico tostón, de los que te hace mirar el reloj para ver si queda mucho.