Personalmente, Starship Troopers es una de mis películas favoritas, y una de las mejores películas del género ciencia ficción de finales de los 90. Paul Verhoeven, este gran maestro, consigue una vez más crear una película fantástica, francamente original, cruda, con un alto grado de crítica y sarcasmo hacia el militarísmo. Una película que muchos consideraron como un bodrio injustamente, pues cumple perfectamente con lo que ofrece, sin ser pretenciosa, ni buscar nada más que hacer disfrutar al espectador siempre y cuando no se la tome en serio.

Esta película, es una adaptación muy libre de la novela de culto del mismo nombre, Las Brigadas del Espacio del año 1959 escrita por Robert A. Heinlein.

En mi opinión, este excepcional director holandés, que estuvo en la cumbre con Robocop, Desafío total, Instinto básico entre otras, comenzó su declive en Hollywood no por la mala calidad de sus películas a partir curiosamente de Showgirls, la cual en América sentó como una patada en el culo. A partir de ahí, a Verhoeven le empezaron a llover críticas y todas sus películas posteriores fueron todas catalogadas de malas, infumables, pretenciosas y no se cuantos calificativos más, incluyendo esta película, la cual tildaron de fascista gracias a esos críticos tan reputados y que tanto entienden de cine...

En Starship Troopers, Verhoeven ofrece un filme de acción espacial al más puro estilo de serie b, mezclando unos escenarios y naves espaciales al más puro estilo ochentero cutre, que en algunos momentos parecen las naves hechas de plástico, mezclado con impresionantes efectos especiales y escenografías bélicas muy bien hechas, con salvajes y violentas imágenes de un crudo realismo, made in Verhoeven. Gran banda sonora también, que cumple perfectamente con su cometido, una composición de aire militar que ambienta perfectamente la película, el estilo de Basil Poledouris consigue introducirte en la atmósfera creada por Paul Verhoeven.

Desde el minuto 1 se puede apreciar la crítica contra el fascismo, la militarización, la guerra y la sociedad, con anuncios y telediarios televisivos anunciando la política, la discriminación social, el patriotismo, la degeneración de occidente y del espacio. En todo momento se aprecia la crítica, sobre todo hacia la cultura americana. De ahí que no entienda porqué ha sido tildada por muchos de fascista, cuando la que realmente sí es fascista es la Novela de Robert A. Heinlein, la cual está considerada aún encima de culto.

Así pues, Starship Troopers es impresionante y maravillosa, consigue unos personajes que poco a poco ganan en carisma a pesar de ser todos bastante malos actores, con ligeras dosis de erotismo, explosiones, acción, aventuras, batallas espaciales épicas, mucho gore y casquería gracias al buen hacer de Rob Bottin, excelentes efectos especiales a cargo de Phil Tippett ( Robocop, Desafío Total... ), cinismo, humor negro y violencia. Un entretenidísimo cocktail muy injustamente valorado pero que con los años se ha convertido en una obra de culto freak.

Feast, es otra joya más de terror muy desconocida para muchos, estrenada directamente en dvd y con mucho retraso en su momento.

Feast, que tiene muchas similitudes con Abierto hasta el amanecer, o la mítica Temblores, nos plantea una historia en un escenario que sirve para una carnicería donde gente encerrada debe luchar por su vida del ataque de unas extrañas criaturas. Evidentemente no ganara un premio al guión del año. Sin embargo aporta un desarrollo de una historia típica dotada de un ritmo vertiginoso en cada una de sus escenas que no da respiro y por una puesta en escena sucia, sangrienta, que recuerda mucho a aquellas maravillosas producciones de terror de los años ochenta.

Amputaciones, cabezas cortadas, descomposiciones... Todo un festival de hemoglobina acompañado de un humor negrísimo. Un filme refrescante y original donde se nota que el director sabe lo que hace y en ningún momento se lo toma en serio mofándose de los tópicos del género, aportándole una gran mala leche necesaria para crear una obra por encima de la media.

En definitiva, Feast es una gamberrada de terror y gore pasada de rosca, muy muy sangrienta. Una desconocida joya para los amantes de la buena serie b que quieren pasar un buen rato. También destacar sus notables efectos especiales que están francamente bien para una producción de bajo presupuesto.

El metro es un buen lugar para desarrollar una historia de terror por su oscuridad que ayuda en la creación de atmósferas fantasmales. Creep o el Vagón de la muerte son filmes que se desarrollaban en tan escalofriante escenario que suele actuar como un personaje más en la trama.

End of the line que se estrenó directamente en dvd, es un Slasher dentro de los ya mencionados metros recreándose en una potente atmósfera con una fotografía muy buena, inquietante banda sonora y sobre todo los planos de cámara siendo destacados los fijos sobre el rostro del asesinado. Brillante en su puesta en escena a la vez que el maquillaje que cubre cada asesinato de forma muy realista y espectacular.

Así pues, End of the line es cine de género en toda regla, sin coartadas, con el tema del fanatismo religioso utilizado como telón de fondo y un grupo de personajes atrapados que deben luchar por su vida. Bien desarrollados con una personalidad de mayor calado que el que se le suelen dar en esta clase de productos de terror.

Por lo tanto, este filme es una más que notable muestra de que lo mejor del género pasa muchas veces directamente de los festivales al dvd, filmes desconocidos que sorprenden gratamente gracias a su genialidad y originalidad. Quizá lo único que puede que le resulte a la gente algo chirriante es su parte sobrenatural de su último tercio, pero que para mí en mi opinión personal le queda francamente bien y que para nada pienso que sobre. Las actuaciones todas correctas.

El director Neill Blomkamp, quien me sorprendió en 2009 con Distrito 9, regresa con una nueva película de este género: Elysium, Acción de corte futurista con trasfondo de denuncia social y un toque de romance es el blockbuster veraniego que nos ofrece, una película poderosa y original visualmente, muy intensa y dirigida con pulso firme. Desde mi humilde opinión sólo tiene dos puntos flacos: un final algo flojo y algunas escenas con demasiado movimiento de cámara que hace la acción algo confusa. No obstante el resultado global es el de un thriller futurista repleto de adrenalina, con garra e intensidad suficientes para mantener al espectador pegado a la butaca durante toda la película.

En cuanto a los actores tenemos a Matt Damon que vuelve al género de ciencia ficción, al que le secundan Jodie Foster, Alice Braga, Diego Luna y Sharlto Copley, que ya había trabajado en Distrito 9.

El arranque de la película es de lo mejor que he visto en mucho tiempo, dando la sensación de estar a punto de ver un verdadero peliculón, con la infancia del protagonista que lo presentan como alguien especial llamado a hacer algo importante. Un mesías dotado de un aura de carisma desde el principio. Luego se desarrolla todo con un ritmo trepidante pero nítido. En todo momento sabemos lo que ocurre sin marearnos ni confundirnos. Además combina muy bien la descripción del mundo en que se desarrolla la historia y como evoluciona la misma.

Mención especial también el uso de los efectos visuales, combinando perfectamente los efectos digitales y pirotécnicos para ponerlos al servicio de la historia creando una ambientación muy original y particular.

Sin embargo, a partir de la mitad del filme, decae un poco acabando en un desenlace algo tópico que estropea un pelín el conjunto. Aún así, se puede decir que estamos ante una película de ciencia ficción de primera línea, con sus pequeños defectos, pero en su conjunto muy completa y un nuevo soplo de aire fresco a una época en la que encontrar una película que merezca la pena, es cada vez más difícil.

Neil Marchall con solo un par de títulos fue uno de los directores más alabados de la nueva oleada de realizadores de serie b europeos junto con Alexandre Aja, Julien Mauri y Alexandre Bustillo entre otros, de aquella famosa vertiente de terror más descarnado y extremo. Sin lugar a dudas méritos no le faltan en Dog Soldier, o mi favorita The Descent, donde da toda una lección de cine sin faltar el gore, humor negro y acción por los cuatro costados.

Por eso, tras dos trabajos tan buenos, Doomsday me parece por debajo de las expectativas creadas. En primer lugar la originalidad brilla por su ausencia en un refrito de varias películas bastante famosas: 28 días después, Resident Evil y Mad Max.

Lo normal es que pensemos que con tantas referencias, un sonoro fracaso en la taquilla americana y algunas críticas negativas nos encontraremos ante un verdadero bodrio. Sin embargo, Marshall sabe jugar sus cartas y realizar una serie b de simple entretenimiento que funciona a la perfección en sus aspectos técnicos, escenas de acción bien llevadas a cabo e interpretaciones bastante dignas hacen de Doomsday un digno espectáculo al que no se le debe pedir más de lo que da a pesar de tener un guión mil veces visto.

¡Interesante!.