Film efectista, tramposo, sensacionalista, manipulador e inverosímil. La sorpresa del final resulta hasta ridícula. Brad Pitt se lo pasó muy bien, se nota. Tiene algo que hace que sea representativa de nuestro tiempo:
No tenemos nada sólido a que agarramos, nadamos como podemos a favor de la corriente. Dejamos que nos programen y vivimos vidas de robot. Nos refugiamos en falsos mundos para evitar que nos aplaste una vida real vacía y hostil. No tenemos ideales, moral, conciencia de clase ni rebeldía revolucionaria. Nos son ajenas las preguntas y las respuestas.Nos tocó vivir entre los restos del nafragio. Tenemos relaciones vacías que no sacan de la soledad. Pero nos juntamos mucho entre nosotros. Buscamos, algo que seguramente no existe. La impotencia y la rabia nos acaban colmando y destruimos, sólo por destruir.

La llamada alta cultura va a ser cosa del pasado. La llamada cultura popular también. El cutrerío se gusta, se autoreconoce con satisfacción y se impone, acabando con todo lo demás, degradándose cada vez más y riendo ante el divertido espectáculo. Jamás pensó el pedante Ortega y Gasset que lo de la rebelión de las masas llegara a tal extremo. Y el cutrerío audiovisual influye en la vida cotidiana, degradándola.
Sobre, la película,por llamarla de algún modo, ¿qué decir?. Basura, evidentemente, una tomadura de pelo con la gracia de los chistes de caca, culo, pedo, pis.

Bien realizada. Irreprochable en todos sus apartados técnicos. Un tanto académica y fría. Muy bien Kate Winslet. Bien Leonardo Di Caprio. No he leído la novela, por lo tanto no se como de buena es la adaptación. Interesante el tema que plantea: La vida cotidiana, la gente de alrededor. La realidad, y su consecuencia inevitable, la vida real. La degradación progresiva de algo que en otro tiempo pareció ser grande. La mediocridad y mezquindad, ajena y propia. Las limitaciones. Pensar que asumir y aceptar es inevitable, pues hay que vivir. Olvidar ensoñaciones quiméricas y posibles realizaciones personales, que no son posibles, ni aquí ni en cualquier otra parte. Pero a pesar de todo no poder, sentir que no se puede acabar con lo que uno considera la parte más valiosa de su ser, y convertirse en un agradable zombi. y al ver fracasar todas las posibles salidas desesperadas, emprender una huída hacia delante, que conduce inevitablemente a la autodestrucción.

Mi esposa me cambió. Acabó con el demonio que había en mí y me llevo lejos con ella. Nos establecimos e hicimos la vida de una familia honrada. Un día murió. Pero continuó viva en mí y mi existencia sin ella fue suya. Pero un día faltó y para proveer fue necesario que yo regresara al lugar del que provenía y volviera temporalmente a ser el hombre que era. Y el demonio resucitó.

Extraordinaria película, de los mejores westerns, demuestra que John Ford era un artista con mayúscula. Memorable John Wayne(en un papel de solitario racista amargado). ¡Qué hermoso es el Monument Valley! y que bien lo utiliza Ford. He improvisado un monólogo del loco de Ethan Edwards. Ahí va:
"Permanecieron allí. Echaron raíces y crecieron todos juntos, algo nuevo y hasta entonces inexistente crecía con ellos. En otros tiempos formé parte, fueron mi gente, pero un día partí y desde entonces no he parado de moverme sin rumbo.Nadie a mi alrededor y nada que crezca o se construya en torno a mí. Vacío y arena, y esos seres,que son parte integrante de la inmensa nada. Los odio. Persiguiéndolos y matándolos trato de acabar con el desierto que forma parte de mí, que soy yo."