Decepción. Esta película habla de Leonarda Bernstein como podría hablar de Perico el de los Palotes. No hace ninguna incidencia en la importancia y el valor de su música, se centra en la relación con su mujer. Vamos, que es lo que viene siendo una película sobre un matrimonio y sus vicisitudes. La interpretación y la caracterización son muy buenas, y por eso le he puesto un 3 y no un 0. Y lo más molesto es que tiene pretensiones de ser una gran película y no llega. Podrían ponerla en TVE un domingo después de comer y te la dormirías bien a gusto. Músicos: no perdáis el tiempo esperando algo que no va a llegar.

Escena en la cabina de montaje:
- David, que montándolo todo nos queda una película muy corta...
- Bueno, pues... Las escenas en la que sale la fachada de la casa, que duren el doble.
- Aún así queda corta
- Vale, entonces pon a Rooney Mara comiéndose una tarta durante 10 minutos.
- Esto...
- ¡Y luego que la vomite!
- ¡Venga ya, no hay huevos!
- ¿Que no? ¡Sujétame el cubata!

Y así se logra un valium cinematográfico pretencioso y sobrevalorado.
De cuestiones técnicas no hablo porque no soy un experto, quizá los encuadres sean maravillosos y la iluminación y tal, pero vamos, que pones JFK a mitad de velocidad y es más ágil que este bodrio. Le he puesto un 1 porque los actores son buenos en su trabajo, pero vamos, que no os la metan doblada. Y no, no me esperaba una peli de terror ni nada parecido, ya había leído algunas críticas. De verdad, aprovechad el tiempo mirando crecer a una planta, que va más rápido.

La película es magnífica, al igual que sus predecesoras: entretenida, imaginativa, tierna, divertida... Pero tiene el ENORME defecto de haber introducido a una figura mediática, que ni siquiera es actor (se autodenomina “cantante”) como Melendi para ponerle voz a uno de los personajes principales... Y se carga toda la película. ¿Cuándo aprenderemos aquello de “zapatero a tus zapatos”?

“Normalmente son entretenidas” me dije. “Echémosle un vistazo”. He perdido 2 horas y media de mi vida viendo esta basura. Parecía que en la sala de montaje se habían fumado una plantación entera de marihuana, pero de la mala. Guión absurdo, tópicos manidos, chistes (por llamarlo de algún modo) cutres... Ah, bueno, sí: los efectos, como siempre, espectaculares, pero eso ya no tiene mérito. Esa mezcla absurda de la leyenda artúrica con los robots, esos personajes que no se definen entre buenos, malos, graciosillos, serios, inteligentes, estúpidos... Un verdadero caos narrativo en todos los aspectos. Y lo peor, es que va con pretensiones de hacer algo serio y profundo. Basura. No perdáis el tiempo viéndola.

Somne es una película que no aporta nada nuevo. Jugar con la mente añadiendo un poco de informática... Es una especie de Matrix ('Bienvenido al mundo real' es una frase que repiten algunas veces los protagonistas) venido a menos. Un guión bastante predecible, desarrollado por unos actores que no terminan de entrar en su papel, especialmente Óscar Jaenada; sólo se salvan Nancho Novo, Jordi Dauder y Manuel Dios. Y no se puede ser más cutre que elegir para hacer de un personaje con acento francés a Gary Piquer, de padre catalán y madre escocesa. ¿No habría sido más fácil coger a algún actor francés o, en su defecto, a alguien que pudiese imitar el acento de forma más convincente? Y quiero rematar esta crítica con una pregunta: ¿es que en las escuelas de arte dramático no enseñan dicción? Es lamentable escuchar al amigo Jaenada hablando como si tuviera la lengua del tamaño de una zapatilla...