No sabría ni por dónde empezar, la vi con mi pareja que no es especialmente cinéfila y hasta ella me dijo en un punto no muy avanzado de la peli "a que pasa como en esa que salía la niña de la tele..." y vaya, ¡sorpresa!

En efecto hablo de la película "ringu", que tuvo un remake que se llamó "the ring", y que dio pie a un género que hizo furor en Japón llamado J-horror, del cual seguro que todos hemos visto alguna porque las hicieron como churros, pero las primeras tenían todas unas premisas relativamente parecidas.

Pero es que señoras y señores, esto que comento en el párrafo anterior, ocurrió a finales de los 90 y principios de los 2000, sí, hace más de 20 años que se puso de moda ese género y que hoy en día está algo de capa caída.

Lo menciono porque este subproducto tiene una trama chapuceramente calcada a "ringu", una niña sobrenatural vestidita de blanco que hace de las suyas, una suerte de espíritu vengativo, vaya usted a saber por qué, cuyos restos yacen en el fondo de....sí macho, un pozo y no se sabe muy bien cómo, los protagonistas deducen que si la sacan de allí y puede descansar en paz se librarán de los problemas (supongo que sacaron la idea de alguna película de J-horror que viesen en VHS, aunque también debieron prever que no funcionaría, tal como pasa en las películas cuyo guion plagian, iba a hablar de inspiración pero creo que se ajusta más ese término)

Es que la estructura del guion e historia de ringu es tan peculiar y concreta que me sorprende que se puedan hacer este tipo de películas sin algún tipo de repercusión legal, imagino que la suerte que tienen es que fuera de España esto no lo verá ni el Tato.

En cuanto a los elementos "propios" o "legítimos" de la obra, madre mía, insalvable, meten con calzador una especie de parejita de amigas rebeldes, con sus dramas familiares expuestos atropelladamente que a nadie interesan y ahí queda. Y en cuanto a la digamos "fase de investigación" que tiene cualquier película de este género que se precie, hacia el último tercio de la cinta, en la que los protagonistas se ponen a indagar sobre la génesis del ente que quiera que les está atormentando, es imposible que de toda la gente que trabajaba en la película, nadie se atreviese a decir en voz alta que era una soberana basura.

A ver, al principio vemos a la loca del pueblo preguntando por su hija, a lo que alguien dice que lo hace todos los años desde hace ya bastante tiempo, y cuando por fin alguien le hace casito, va a su domicilio nada menos y le pregunta que por qué pregunta por su hija en las comuniones, dice que no es ella...vamos lo más normal, una persona levantada de cascos que delira con encontrar a su hija desaparecida se hace la loca, nunca mejor dicho, cuando aparecen unas personas con un repentino interés por el caso...anda ya tío.

Y el final, pues nada, si es que tampoco me he puesto a desgranar la trama en sí porque como digo es un calco de las películas que menciono. Cualquiera que tenga un mínimo recorrido en cine de terror se va a ver venir el final a un kilómetro. Mas un flashback irrelevante que tampoco aporta mucho como guinda del pastel.

En fin, tiempo perdido, me ha cundido más escribir esta crítica para desahogarme que la propia película en sí.

Entendería que pongan a Ignatius a doblar si fuese guionista, productor o que estuviese implicado en el proyecto, pero no parece ser el caso. Quien haya tomado esa decisión creativa se ha coronado.

En el relato somos testigos de cómo un investigador se hospeda en la antigua habitación de una bruja juzgada y ejecutada tiempo atrás la cual afirmaba que podía viajar entre diferentes planos de la realidad o mundos. Hasta aquí llega cualquier similitud con la obra de Lovecraft, y hasta eso está adaptado traicionando totalmente el estilo del maestro de Providence, aquí se nos presenta a la bruja como un ente demoníaco de aspecto ígneo y muy arbóreo y el otro plano como una especie de purgatorio donde moran los fantasmas atormentados de difuntos humanos y en el cual parece estar atrapada la bruja, que necesita de la ayuda del protagonista que viaja al mismo a través de la ingesta de psicotrópicos (este punto es lo más fiel al relato prácticamente).

La idea de las geometrías no euclidianas, los viajes oníricos de descubrimiento progresivo y descenso a la locura del protagonista, las visiones de los primordiales...nada, podía haberse hecho una adaptación estupenda y como dije antes, han hecho un cuento de fantasmas tontorrón con giros y recursos que ya hemos visto mil veces.

En esta versión, wesker es negro y ha tenido dos hijas mellizas de un vientre de alquiler de dos óvulos diferentes. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Pero es una es negra y otra es menos negra, una de ellas es vegana, y le hacen bullying por ser vegana.

Van a liberar a unos conejos de un complejo de Umbrella de alta seguridad porque aparte de vegana es animalista colándose con la acreditación de su padre y al soltar a los conejos sueltan a un perro que está infectado de algo malo malísimo. Pero su padre (Albert Wesker, el negro) que es un padrazo, las encubre ante su jefa que parece un poco mala pécora, y justo en ese momento llega su esposa (la de la jefa, no la de Albert, que no tiene, recordemos que las hijas son de vientre de alquiler)

Y así sigue...