La que podría haber sido una buena historia, no es más que otro burdo intento de adoctrinamiento del cine woke de nuestros días. Hombres maltratadores y violentos, frente a mucha "sororidad" femenina entre mujeres que maltratan a sus hijas o rivalizan entre sí. Cine basura mal dirigido y no demasiado bien interpretado por su protagonista femenina principal. Aunque María León está fantástica.

Estoy realmente sorprendido por la calidad de las interpretaciones de absolutamente todos los actores, incluidos los dos menores protagonistas. El nivel interpretativo y la credibilidad de las interpretaciones están muy por encima de la factura general que, siendo bastante aceptable, con demasiada frecuencia abusa de la exagerada dramatización, tan propia de las "telenovelas ".

De argumento más que interesante, destaca el realismo de la acción en su trama, donde no hay golpes superfluos ni artificiosos como ocurre en la mayoría de cintas del género, en las que el empeño en una acción a toda costa lleva a la exageración y a la falta de realismo en las escenas. Aquí cada golpe parece dejar una huella y un agotamiento reales. A destacar también que la heroína femenina es de las pocas (por no decir la única) mujer de acción cuyas habilidades de lucha parecen reales, sus golpes parecen potentes y efectivos y no golpes de mantequilla. Realmente deja un buen sabor de boca al terminar.

Si verdaderamente muestra la realidad sudafricana, confieso que es una realidad muy cruda. Demasiado cruda para mezclarse con historias típicamente adolescentes de instituto. Su crudeza resulta dolorosa incluso para un adulto, por lo que no me parece muy apropiada para el público joven al que se supone va dirigida.

Me disgustan profundamente los argumentos incoherentes, y una cinta cuya primera escena ya presenta incoherencias argumentales deja mucho que desear. Que la copiloto de un vehículo se quite el cinturón de seguridad y acto seguido evite salir disparada en un accidente porque lo lleva puesto, es decepcionante para un comienzo.