Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Críticas de Ferdydurke
Críticas 2.808
Críticas ordenadas por utilidad
5
2 de marzo de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había calladas sospechas de que el último trabajo de los Coen solo nos iba a deparar alguna sonrisa compungida. Y así fue, casi tristeza más que risa; una sensación de desdicha, de fiesta recién acabada, de sucia colada, de obra poco trabajada, sin terminar, perezosa, desganada, completamente fallida.
Es decir, está todo su cine concentrado: el gusto por el género negro, la imaginación desbordante, el humor, la fábula, el juego feliz de las ideas, la suma de bobos tramando tontadas..., pero descafeinado, pobremente representado; sin fuerza, alma ni verdad; una pequeña estafa, perdonable por su muy brillante trayectoria, pero indudable, evidente. Un todo deshilachado.
Quizás uno de los problemas, por lo menos el más importante, radique en su falta de claridad, en el no saber si tirar por la sátira descacharrante o por el homenaje candoroso. Ahí, en esa duda, en esa tibieza, la historia se pierde y se ahoga; muerta de indecisión. Como si el descarado cariño que tienen hacia el cine de antaño, la nostalgia por unos tiempos en los que se creaban películas puramente evasivas y fastuosas, sin ninguna coartada ni necesidad realista, magia desnuda, como si todo eso que se perdió por el camino y nunca más volvió, la fuerza de la inocencia, el desparpajo juvenil, el péplum, los bailes acuáticos con sus sirenas, los musicales gloriosos, los wéstern tiernos, las canciones, toda esa parafernalia y desvarío circense, se hubiese impuesto, hubiese sodomizado sus habituales ganas de esperpento y juego, de farsa y despelote crítico. Algo hay, claro, no lo vamos a negar, pero muy limado y aguado, apenas recordable. Sí, algo se dice de la trastienda chusca de las estrellas, de sus líos de faldas, sus escasas luces, su desvergüenza y chapuza. Pero brillan más, mucho más, los remedos de películas antiguas, claramente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
13 de febrero de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diástole y raspado.
Entre Porky´s y los hermanos Marx, esta sátira desmadrada, guarra y cafre acaba siendo no ya un claro corte de mangas al ejército, la guerra y todos los horrores que la rodean, sino además una gran carcajada en toda la cara de la vida/muerte, ahí es nada.
Desde el alucinante comienzo musical, ya se juega fuerte, no se disimula ni se esconden: el suicidio no duele, es estupendo, sin duda lo mejor. Por lo tanto, todo lo que vendrá a continuación ya no podrá sorprender ni escandalizar/molestar a nadie (salvo a los más puritanos y pacatos, claro); después de semejante enmienda bromista a la totalidad, al sentido mismo de toda la creación, o a su indigna perpetuación, el resto será un juego de niños, un pellizco de monja, cura sana, culito de rana.
Y de eso se trata, de reírse a calzón quitado, como jóvenes granosos y pajilleros, gamberros a tiempo completo, el humor como aguafuerte o esperpento disolvente, de toda forma de orden, autoridad, solemnidad, pomposidad o hipocresía, es decir, de todas las máscaras que adoptan los oportunistas y miserables, tantísimos, para tratar de salirse con la suya/sacara ventaja y convertirlo todo en un aberrante, y muy aburrido, valle de lágrimas, que nos quieren robar la primavera los muy cabrones.
Ya que una guerra es la prueba irrefutable de lo ridículamente absurdo, dolorosamente sarcástico y, en el fondo, cómicamente triste que es el mundo entero, muy al completo, como diría, más o menos, el bueno de Vonnegut, pues, entonces, dediquémonos a lo que de verdad importa; a jugar, reír, follar y compartir; a tratar de hacerlo todo más llevadero, a quitarle peso a las cosas, liberarlas de toda la carga de impostura, mendacidad, mediocridad y seriedad granujienta que acarrean debido al trabajo incansable, como hormigas obedientes o mansos borregos, de todos los innombrables severos.
No hay sutileza ninguna, aquí no cabe, no hay medias tintas ni medida, es una enorme y grosera bufonada. Pero es el espejo justo y necesario, el más apropiado, para el engendro más atroz que ideó el hombre, esa monótona y monstruosa carnicería, ese grotesco teatro bélico que nos ha acompañado desde el principio de los tiempos (y que lo hará hasta el fin, de eso no cabe duda posible).
P.D.: Los médicos que hicieron/protagonizaron esta función, los inmortales Hawkeye, Trampero, Sin dolor... y las maravillosas camaradas enfermeras que los acompañaron con tanto rigor y garbo, y dieron, además, mucho calor y regocijo, declaran, en bien de la comunidad y como urgente medida sanitaria, que esta obra inmarcesible no es recomendable, contraindicada más bien, para esa gente sensible, buena, melindrosa o con una gran conciencia. Menos todavía para madrugadores, abstemios o seres responsables y maduros; ni hablar de solidarios o tolerantes, vade retro a todos ellos. En casos parecidos el riesgo de epidemia, llantina y mareos enfebrecidos es alto, muy probable seguramente. Mejor dejar el juguete solamente para el recreo/manejo de todos los desastrosos/desesperados bufones que lo perdieron (casi) todo por el camino, hasta, hay que joderse, la puta vergüenza y el elevado decoro y, no por ello, hay que ver, dejaron de reír.
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
31 de julio de 2015
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Profunda película religiosa, deslumbrante abismo psiquiátrico, apabullante pintura distorsionada sobre la (falta) de identidad, tremendo retrato de la pesadilla norteamericana... Un sinfín de capas y lecturas, como una sinfonía abigarrada de temas que van y vuelven en armoniosa dulzura y en continuo juego de referencias, un artefacto iluminado.
Es, también, un intento, casi logrado, de ser la obra perfecta (mente mala). Un autorretrato del (mal) arte.
De entrada, vamos con lo importante; con Dios, no me quiero extender demasiado en este obvio asunto, pero hay datos meridianos: Jordan, como es bien sabido por todos, llevaba el 23 a la espalda y jugaba en los rojizos Bulls (de ahí el rojo rabioso del libro y las paredes), así como 9 títulos (6 anillos, 2 Olimpiadas y 1 cetro universitario) colectivos y 14 individuales (6 MVP de las Finales, 5 de la RS y 3 del All Star) consiguió para un total de 23; y metió 32 mil puntos, 23 al revés. Lo dicho, no os quiero marear con redundantes e infinitas cifras si la conclusión siempre es la misma: sí, es cierto, el 23 es un número sagrado; y así fue: Dios, justo después de morir, decidió reencarnarse en jugador de baloncesto; son tantas las pruebas y evidencias que sonrojarían a los más escépticos y melindrosos, no quiero insistir, llueve sobre mojado, el terreno está arado.
Pero el problema de esta película es su origen, ya que es una obra del Anticristo (que vive en Hollywood con todos los gastos pagados, a cuerpo de rey, y quiere destruir a su némesis celestial, afearle su conducta, rebajarle, ensuciar su buen nombre, poner una mancha en su historial impoluto); por eso esta historia, su extrema bajeza, su chapuza inmisericorde, su vergüenza, su ristra de disparates, socavones, sabañones, juanetes, tantos desatinos y muchos horrores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
18 de diciembre de 2014
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda y gozosa película.
Ascetismo sensual para luchar contra el ruido y la marabunta.
Comienza con un golpe frontal: Alex, el hermano de Pau, ha muerto. Lo incineran (precisas y valientes imágenes), y la madre y el hermano se van al Pirineo, lugar donde vivió recientemente Alex y dejó casa, compañera y amigos. La historia se centra en el tiempo que pasan conociéndose (los de la ciudad y los de la montaña) y recordando al fallecido. Entre lágrimas, abrazos y borracheras sanadoras; con un poco de sexo, cariño y tristeza.
Pero lo que importa es la mirada. La sutileza y contención. Una esencialidad que evita los discursos y el fárrago, que confía en el espectador y no se lo da todo masticado.
Como tema de fondo está la invasión del "progreso"; la conquista del desguace y el alboroto. Llegan las excavadoras a remover el paraíso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
23 de noviembre de 2014
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía", le dice Hamlet.
Contar más o menos lo mismo de siempre con un trasfondo/barniz científico y una estética "moderna" (en muchos momentos parecía un anuncio de colonia).
La propuesta es atractiva e interesante. Pero fracasa; se hace pesada y previsible; va dejando pistas demasiado evidentes de hacia dónde va y qué es lo que quiere decir.
La ciencia contra el espíritu. Y los ojos como prueba definitiva de la inexistencia de Dios; el eslabón perdido de la evolución genética.
No acaban de casar bien los amores con el laboratorio ni termina de ser creíble un descubrimiento que cambiará el mundo tratado como si hablasen de las propiedades del chicle de fresa. Tampoco convence el tono trascendental y/o misterioso. El resultado no está a la altura de la ambición; la forma es torpe y el contenido, deudor de esquematismos convencionales, de género. Todo queda a la mitad, chato y corto.
Buenos y bellos actores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow