¿Es posible que no le interese a alguien? Así termina una crítica sobre esta película... Me parece un acto de soberbia tratar de imponer gustos, sober un tipo de cine tan evidente y marginal... Ciudad de Dios es una pelicula que no aporta nada nuevo a la grave situación del chavolismo, las desgraciadamente conocidas como favelas ¿Acaso alguien ignoraba las muertes que se producen a diario en Rio de Janerio, la masacre que sistematicamente se comete en Brasil con los niños más desprotegidos y abandonados en una situación caótica y sin salida? Me extraña que en un mundo globalizado a alguien sorprenda y acabe de descubrirlo a traves de Ciudad de Dios.
La película es cruel, despiadada, sin un minuto de aliento para que entiendas otra cosa que no sean tiros, robos, delincuencia y corrupción policial... Muy parecida a un documental, mezcla habilmente los elementos fáciles para abrir bocas y "despertar conciencias facilonas" dormiditas entre edredones de pluma.

No es una pelicula más de machos malos pegando a otros machos mucho más malos y feos. Tiene un guión relativamente inteligente y bien desarrollado... Hay golpes y acción, explosiones, traiciones y piernas volando por los aires...SI.... Pero la película entretiene y la trama no resulta absurda como la mayoría de este tipo de produciones... LA RECOMIENDO.

Desde el primer instante sabes lo que ha pasado, va a pasar y lo mas pensoso es que... Sucede exactamente como habías pensado. Si no tienes nada mejor que hacer, da un delicioso paseo, no pierdas el tiempo. Este trabajo no interesa a nadie que busque algo mas allá de una previsible y lacrimógena película de género. Un par de excenas no consiguen salvar este desastroso proyecto de Eatswood.

Una historia tan convencional como bien estructurada... Collin Farrell se entrega a un papel desarrollado con tal maestría que en algún momento llegas a olviar que es solo una película. Creible y magnífico trabajo del resto de actores, bajo una dirección sensible y por instantes estremecedora...

Heredera de un cine de finales de los años 70, principios de los 80. Donde los protagonistas eran delincuentes callejeros que contaban su historia con planteamientos coherentes a una realidad arquetípica. Barrio continua esa trayectoria configurada por robos, vidas desgajadas y colegueo, que estructuran la totalidad de film. Buen guión, cercano y con diálogos a la medida de unos personajes con los que te haces ya desde los primeros minutos. Excelentes secundarios bien definidos y perfecta comparsa de una historia que se deja ver con tranquilidad alejada de dramas superfluos.