A estas alturas, leídas las críticas que acompañan a la presentación de la película, no creo que sea un spoiler decir que la película me parece un buen thriller de acción, con pasables interpretaciones de los actores, una Paula Patton que está francamente atractiva, un buen ritmo que te entretiene durante casi dos horas... Vamos, como para darle un ocho, más o menos, hasta que en los diez minutos finales la cagan, poniendo un final que les habrá reportado muchos aplausos y lágrimas de maduritas gazmoñas, pero que es una de las resoluciones de películas más estúpidas que he contemplado en años.

Lástima, porque la bajo de 8 a 5 por el final.

Esta película no pasará, sin duda, a las memorias del cine, pero es algo más digna que la mayoría de las películas del género terror, subgénero asco, subsubgénero asesino-en-serie-que-persigue-adolescentes:

-La ambientación es un poco mejor: en concreo, los laberínticos pasillos del hotel producen una satisfactoria sensación de claustrofobia, aumentada por lo grande que es el Killer.

-El asesino es un poco menos omnipresente y omnisciente que los famosos Jason, Myers, etc. No hay cosa que me cargue más que ver cómo el bueno corre millas y millas a todo gas, el asesino apenas se arrastra, y sin embargo le adelanta y le espera.

-No es tan previsible, en cuanto a cómo van cayendo los jóvenes, como otras. pOr ejemplo, aquí los jóvenes negros no son masacrados en cuanto se alza el telón.

-Hay menos gore que en otras películas del estilo. Hay alguna discretamente apreciable escena de terror psicológico.

En fin, que, sin ser una joya, puede ser vista por los que no llaman terror al asco.

Cuando veo una Netflixada suelo transponer los géneros, o las inclinaciones sexuales, para ver si el mensaje es o no admisible.

En este caso, la protagonista (Paula, bien interpretada por Caro Cult) es una casi treintañera que sería fácilmente diagnosticada por los psiquiatras de Transtorno Límite de la Personalidad, y por las personas de la calle de "niñata borde de toda la vida"

Paula es, efectivamente, una persona egoísta, niña malcriada que no quiere crecer, que se empeña en su relación posesiva e intrusiva sobre su amiga Jo-Jo (Nina Gummich), a la que no quiere permitir que mantenga una relación con otra persona.

No sólo es un "estudio sobre la amistad", Paula muestra una y otra vez su personalidad egoísta, manipuladora y falsa; por ejemplo en sus berrinches y en lo poco que le importa causar perjuicios a los demás (SPOILER), sus mentiras, etc.

Pese a que Barbara Ott no trata bien, ni mucho menos, al insufrible personaje, sí vemos en la película una especie de compasión (claro, pobrecita, es huérfana y no tiene a otra persona en el mundo más que a su amiga del alma) y una justificación, hasta cierto punto, de sus intentos de "joderles la vida" a todos los de alrededor...

Imaginen qué hubiese pasado si el personaje fuera un ex-novio igual de manipulador y posesivo que Paula, y la película hubiese "comprendido" sus intentos por apartar a su anterior relación de una nueva amistad, sobre todo si se tratase de una novia por la que sintiese una amistad homoerótica. Si a Paula le importase el pito de un sereno las repetidas ocasiones en que su amiga trata de hacerle comprender, a las buenas, que tiene derecho a hacer su vida

Ojo, que la película no es aburrida, la fotografía es buena y las actuaciones correctas... pero el mensaje se me hace muy cargante, desde el momento en que ves que Paula manipula a su amiga, se pega a ella como una lapa y ni Jo-Jo, ni Daniel, la mandan a la m... en cuanto queda clara su intromisión y sus malas intenciones.

Sin ser una obra de arte, tiene cosas para rescatar del anonimato.

El personaje de D'Antona cae bien, es el típico tipo simpático, que tiene follamigas pero no se las toma muy en serio, que se ve involucrado por su hermana para cuidar de una casa... con problemas sobrenaturales.

Mientras va profundizando en el encantamiento de la casa, recibe la ayuda (parcial) de su novieta y de un amigo pirado que tiene.

La fotografía está bien; el guión... pasable, no mucho más.

Algunas escenas de miedo están conseguidas, sin abusar del Tachún, aunque a veces son repetitivas.

Un final un poco soso.

Para un cinco, poco más

Las películas de metraje encontrado y los falsos mockumentales se caracterizan por timar al espectador presentando películas durante las cuales no pasa nada -absolutamente nada- durante gran parte de la película y los sobresaltos que se supone recibirá el espectador son proporcionados por grititos de los actores, aficionados o amiguetes del director, que señalan que algo -casi siempre fuera de cámara- se ha caído al suelo, o que han visto una sombra o así. Es decir, son películas que cuestan dos euros y todo lo que recaudan es ganancia.

"The Gracefield Incident", al menos, se ha gastado pasta y ha metido oficio en los efectos especiales.

Los actores no son una maravilla, pero (pese a lo que digan las críticas) resultan creíbles como pardillos que van a pasar un fin de semana y se encuentran con unos hechos que se escapan a su conocimiento... ¿Que gritan? ¿Qué quieren que hagan si les persigue un bicho de tres metros, que canten jotas?

¿Que las decisiones son poco creíbles? Que levante la mano quien, con unas cervezas de más (lo cual es clave para entender por qué salen los machitos de la casa a perseguir al meteorito) no ha metido la mano (o algún otro apéndice) en un agujero no seguro. Vale que resulta poco creíble que cuando salgan corriendo se agachen a recoger la cámara, pero menos aún. Bien hilado lo del ojo-camara, y explicando porqué no se piran a la primera, que suele ser un defecto en estas películas de Para [Sub] normal Entity y similares

La fotografía... se ve. Al menos, se ve, incluso en las escenas nocturnas. Lo que no es poco, en este subgénero.

Los bichos también se ve, lo cual también colabora a que no tengas la sensación de que te están tomando el pelo.

La cámara no marea, vemos bien lo qe psasa

Y finalmente... (spoiler)