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Críticas de Pinguirina
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Críticas 52
Críticas ordenadas por utilidad
6
20 de julio de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El punto de partida de "Penny Dreadful" es similar al de las películas de la Universal de los 40 denominadas Cóctel de monstruos. A lo largo de los 8 capítulos que componen la primera temporada de esta serie veremos desfilar a todo tipo de criaturas fantásticas, siendo recurrentes personajes tan conocidos por los amantes del género fantástico como Victor Frankenstein, Mina Murray-Harker o Dorian Grey.

Precisamente, uno de los aciertos de esta serie es que, además de la trama principal en la que confluyen, de un modo u otro, todos los personajes, cada uno de ellos tendrá su propia subtrama que se irá desarrollando de manera paralela a la principal. A destacar, en este sentido, el quinto episodio en el que conoceremos el pasado de Vanessa Ives (Eva Green) y su tumultuosa historia con la familia Murray, seguramente, el más impactante de toda la temporada.

La propia Eva Green es uno de los principales valores de "Penny Dreadful". Su personaje se va haciendo imprescindible a cada momento que pasa y tiene las escenas más memorables de esta primera tanda de capítulos. No es que el resto de actores no den la talla (que, en general, están estupendamente), es que ella está muy por encima del resto porque, entre otros aspectos, su trabajo físico es brutal. Siempre me ha parecido una actriz muy perturbadora y con mucha presencia y su Vanessa se beneficia de todas esas cualidades, consiguiendo que su personaje sea el más complejo de todos los nos encontraremos en la serie.

No estamos ante una serie de terror, propiamente dicha. Hay momentos terroríficos y hay escenas truculentas pero no podemos considerar que el tema principal sea el terror. Seguramente, esto sea debido a la inconsistencia de la que adolece la serie, que provoca que no termine de encontrar su lugar. La verdad es que la serie arranca con fuerza y los primeros capítulos son tan intensos que enganchan enseguida. Lo malo es que, a medida que la acción avanza, va perdiendo fuelle y nos damos cuenta de que la serie tiene un gran problema: le falta humor. Todo es muy encorsetado, se nos quiere presentar a los personajes como seres sesudos e inteligentes y acaban resultando incluso pedantes y, en mi opinión, la serie ganaría mucho si hubiera algo más de humor negro y menos solemnidad.

La ambientación, me parece muy acertada y al servicio de la historia. Siempre he creído que el Londres victoriano es un lugar muy propicio para este tipo de historias. Lo que no termina de convencerme es el diseño de los vampiros, bebe de las formas del Nosferatu de Murnau pero me resulta demasiado impersonal y poco atractivo. Es más, las escenas de lucha con los vampiros como protagonistas son bastante flojas en general pero tengo esperanzas de que eso mejore en la próxima temporada con la inclusión de algún que otro personaje que ha sido echado en falta en esta primera entrega.

La recomiendo más por lo que puede venir en la segunda temporada que por lo que hemos visto en esta primera. La season finale consigue lo que se espera de un buen capítulo de final de temporada: que te quedes con ganas de más. En este capítulo se abrieron un par de tramas, a cada cual más interesante, que nos pueden hacer pensar que la segunda temporada cogerá lo bueno de la primera y lo mejorará. Pero eso ya lo veremos en 2015, cuando nos llegarán los 10 capítulos que compondrán la segunda temporada.

Crítica completa en http://losguiltysdepinguirina.blogspot.com.es/
Pinguirina
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9
15 de setiembre de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película sonora dirigida por Fritz Lang fue esta intensa cinta basada en las andanzas de Peter Kürten, un auténtico monstruo que mantuvo en vilo a todo Düsseldorf a finales de los años 20 y al que se le atribuyen, al menos, nueve asesinatos. En la película, el encargado de dar vida a este asesino fue el debutante Peter Lorre, quien hizo uno de los papeles más recordados de su carrera componiendo a un ser de aspecto inofensivo que vive dominado por sus impulsos criminales. Pero no quiero centrarme excesivamente en Peter Lorre ya que, en este caso, el asesino no es el protagonista de la película. Es más, ni siquiera lo son las víctimas porque, básicamente, lo que vamos a ver en M, el Vampiro de Düsseldorf son las consecuencias de los actos del asesino en la sociedad en la que vive y mata.

En M, el Vampiro de Düsseldorf no vamos a ver como el asesino mata a sus víctimas, no hay sangre, no hay gritos, sólo hay imágenes y silencios (que importantes son los silencios en esta película) que son los suficientemente impactantes como para que nos horroricemos pensando en lo que ese monstruo le hace a las niñas. El asesinato de Elsie Eckman lo vivimos desde la perspectiva de una madre que espera a una hija que nunca va a volver a casa y sabremos que Elsie ha muerto pero no porque veamos su cadáver sino por la constatación de su ausencia mediante los objetos que deja detrás. La muerte de Elsie marca el inicio de una película en la que Fritz Lang hace un estudio de como una sociedad que vive presa del miedo. Como digo, el protagonismo no está en el asesino porque lo que a Lang le interesa enseñarnos es como una comunidad se enfrenta a unos hechos que remueven la conciencia de cualquier ser humano y, para ello, Lang pone el foco en tres grupos de personas: los habitantes de la ciudad, la policía y el hampa.

No es difícil ponerse en la piel de la gente de Düsseldorf y entender la psicosis que atenaza a esas personas. Esa psicosis que les lleva a sospechar de todo el mundo y a buscar culpables en cada esquina y de ahí a los linchamientos públicos hay tan sólo un paso. La policía, hace lo que puede por dar con la pista de un asesino sigiloso y cuidadoso como pocos y, por ello, intensifica los registros y las redadas, provocando el malestar de los bajos fondos quienes optan por tomar cartas en el asunto y buscar también al asesino demostrando que este tipo de crímenes no son tolerados ni por los que viven al margen de la ley.

En el momento en el que la trama se centra en los intentos de la policía y el hampa por dar con el asesino y, sobre todo, cuando el cerco se va cerrando sobre Peter Lorre, es cuando Lang nos anuncia las alegrías que tiene reservadas para ese género nunca suficientemente ponderado llamado cine negro. La caza al hombre a la que asistimos en la parte final de la película es totalmente sobrecogedora y sólo podía ser coronada con un final que nos hace plantearnos quien es el verdadero monstruo.

M, el Vampiro de Düsseldorf es una película dura que se beneficia de los logros del expresionismo cinematográfico y del recién estrenado sonido para componer un juego de luces/sombras y sonidos/silencios que no dejarán indiferente a nadie. Está considerada como una de las obras maestras del cine de todos los tiempos y aún no he conocido a nadie que no le dé el valor artístico que tiene. Cine con mayúsculas.

Crítica completa en http://losguiltysdepinguirina.blogspot.com.es
Pinguirina
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9
31 de agosto de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rebeca marcó un antes y un después en la carrera de Alfred Hitchcock porque fue la primera película que rodó en Estados Unidos. Hitchcock llegó a América de la mano de David O. Selznick, el productor de Lo que el Viento se Llevó, y su entrada se produjo por la puerta grande ya que Rebeca se llevó el Oscar a la mejor película. Rebeca es una adaptación de la novela homónima de Daphne du Maurier y esta no será la única que encontraremos en la filmografía de Hitchcock ya que tanto La Posada de Jamaica (1939) como Los Pájaros (1963) estarán basados en escritos de la autora inglesa.

Uno de los grandes aciertos de Rebeca es Joan Fontaine. Decir que una actriz nos ofrece una interpretación creíble no debería ser ninguna novedad pero la verdad es que Joan Fontaine va más allá y nos regala una segunda señora de Winter apocada e insegura que siente que nunca podrá estar a la altura de la deslumbrante Rebeca. Pero, hay que reconocer, que, en este caso, el mérito no es sólo de la actriz. Hitchcock era único creando atmósferas y se propuso hacer todo lo posible por crear un ambiente, tanto dentro de la película como fuera de ella, que hiciera palpable todo lo que el personaje de Joan Fontaine tenía que trasmitir. Así, por ejemplo, el rodaje no fue muy fácil para la actriz, quien lo pasó bastante mal por culpa de los desplantes que le hacía Laurence Olivier. Este malestar de Joan Fontaine fue fomentado por Alfred Hitchcock (le dijo que todo el equipo la odiaba) para provocar en ella un estado muy similar al de su personaje.

Además de grandes interpretaciones, en el cine de Hitchcock hay una serie de constantes que también vamos a ver en esta película como son el consabido giro argumental y las tramas perturbadoras con connotaciones sexuales casi enfermizas. Es cierto que en Rebeca esas connotaciones sexuales no son tan explícitas como en obras posteriores pero no cabe duda que la relación entre la inquietante Danvers (Judith Anderson) y la difunta Rebeca era de lo más insana. La verdad es que no es de extrañar que hayan corrido ríos de tinta sobre Hitchcock y como representaba a las mujeres en el cine porque queda patente que la visión que el director tenía del género femenino estaba muy viciada.

Rebeca es una obra maestra nacida del talento de uno de los directores más grandes que haya existido nunca. No sólo la recomiendo, es que debería ser obligatorio su visionado para cualquiera que se autodenomine aficionado al cine.

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Pinguirina
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5
2 de noviembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si preguntásemos a la gente cuál fue la primera película que la Universal le dedicó al hombre-lobo, la mayoría diría que fue la de 1941 dirigida por George Waggner con Lon Chaney Jr. en el papel de Larry Talbot. Pero la realidad es que la primera fue "Werewolf of London" y es bastante curioso que el gran público no la conozca, ya que, al igual que la mayoría de los títulos insignia de la Universal es de la década de los 30. Posiblemente tenga que ver el hecho de que a la cabeza del reparto no estuvieran Boris Karloff o Bela Lugosi (como se pretendió en un primer momento) pero, principalmente, creo que el motivo es que la película no es nada del otro mundo (más adelante entraremos en detalles).

La realidad es que, a pesar de ser bastante desconocida, es innegable que John Landis se inspiró en ella para elegir el nombre de su "Hombre Lobo Americano en Londres" (1981). Y no es la única película de licántropos que hemos visto que se desarrolla en Londres, tenemos el ejemplo de "She-wolf of London" que también es de la Universal (y que es considerada una especie de secuela de esta). Así que si algo le debemos a "El Lobo Humano" es que se haya estandarizado la presencia del hombre-lobo en Londres.

La película, como ya hemos dicho, no es nada del otro mundo. Nos cuenta la historia de un doctor en botánica que va al Tibet en busca de una rara flor que sólo crece allí bajo el influjo de la luna. Justo cuando está recogiendo un ejemplar, es atacado por una extraña bestia que le muerde en el brazo. A su vuelta a Londres, conoce a un hombre que le dice que él fue el que le atacó y le avisa de que va a convertirse en un hombre-lobo. La única manera de evitarlo es usando la flor que se ha traído del Tibet pero cultivarla no es nada fácil y acaba ocurriendo lo inevitable.

El problema de esta película es el tratamiento que se le da al hombre-lobo. La transformación es correcta, el maquillaje no está mal aunque es un poco escaso (parece ser que motivado porque el actor Henry Hull tenía miedo de no ser reconocido) pero lo malo es la actitud de la bestia. Siempre se ha tenido como una de las reglas no escritas de toda transformación de un hombre en bestia que el hombre no es consciente de nada de lo que hace cuando está en el estado animal. Pues bien, tras transformarse por primera vez, el hombre-lobo se pone una capa, una bufanda y un gorro antes de salir a la calle (no sea que refresque y el animalillo nos coja frío) y desde entonces la película cae estrepitosamente, porque desde el momento en que vemos que el hombre convertido en bestia tiene la noción de ser un ser humano, ya no nos podemos creer sus remordimientos al día siguiente ni que tenga miedo de hacerle daño a su esposa.

Lo peor que se puede decir de una película de licántropos es que lo menos interesa de la película es la parte en la que aparece el hombre-lobo pero es que es así, una vez que se ha transformado deja de tener interés lo que vaya a hacer siendo bestia. Eso sí, las transformaciones merecen la pena

Mención especial a ciertos toques de humor negro que hacen que merezca la pena ver la película. Especialmente gracioso el diálogo entre las dos viejas borrachinas.

Si, como yo, decidís hacer un recorrido por la historia del hombre-lobo en el cine, no dejéis de verla aunque solo sea por completismo, no entusiasma pero tampoco ofende.

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Pinguirina
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3
13 de setiembre de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gorgo es un bodriete simpático, sin más. Las actuaciones son para olvidar (pero por completo) y la criatura no aporta nada nuevo ya que es del tipo dinosaurio bípedo con muy mala leche ya visto en repetidas ocasiones. Es una monster movie de libro, siendo las partes más "espectaculares" la primera aparición de la bestia y la destrucción de Londres a manos de la madre, donde el cartón piedra luce que da gusto. La escasez de medios se hace patente en la utilización de metraje militar previamente rodado. Canta por bulerías cada vez que aparece pero se conoce que había que economizar por narices.

Mi conclusión: me esperaba algo más. A los mandos de esta cosa estaba Eugène Lourié, director especializado en serie B que debutó con un título tan interesante como es El Monstruo de los Tiempos Remotos y que, además, fue un renombrado director artístico y diseñador de producción que trabajó en títulos tan importantes como La Gran Ilusión (Jean Renoir), Candilejas (Charles Chaplin) o Corredor sin Retorno (Samuel Fuller). Tampoco debió quedar muy conforme con ella el propio Lourié ya que Gorgo fue la última película que dirigió. Visto lo visto, sabía elección.

Crítica completa en http://losguiltysdepinguirina.blogspot.com.es
Pinguirina
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