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Críticas de Fernando Garín
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Críticas 47
Críticas ordenadas por utilidad
9
23 de setiembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil encontrar una película que suscite tantas interpretaciones y opiniones. Por si esto fuera poco, muchos aficionados al cine que han acudido a ver la película deambulan ávidos de críticas que les ayuden a interpretar el mensaje del film, si lo hubiere.
Casi todos están de acuerdo sobre cuál es el tema de la obra: la vida. Y la mayoría ven dos películas en una: un documental poético-visual que explica el origen de la vida, y un drama familiar ambientado en la Norteamérica puritana de los años 50. Pero, una vez dichas la obviedades, podemos hacer aflorar opiniones.

Creo firmemente que el protagonista es la vida, y por ende, la naturaleza, como marco para su alumbramiento y desarrollo. Todos los personajes de la narración son contextualizados en un entorno visual natural. Vemos a los diferentes miembros de la familia caminar entre árboles, sumergirse en arroyos, recibir los rayos del sol vespertino, acariciar la hierba con sus pies desnudos,.... Únicamente el Jack adulto queda enmarcado en un entorno urbano donde el cemento y el cristal lo ocupa todo; excepto cuando regresa mentalmente a su infancia, momento en el que Malick reubica al personaje en plena naturaleza (en el desierto, la playa, las rocas).

Lo más interesante es la manifestación de los sentimientos contrapuestos que se experimentan en la vida: el amor al padre y el odio al padre; el amor fraterno y el cainismo; la admiración al marido y el desprecio del mismo; la experiencia del alumbramiento y la pérdida del hijo; … Sentimientos universales por los que van transitando todos los personajes con maestría y convicción. Esa brutal antagonía viene magistrarlmente simbolizada en las secuencias sobre el origen de la vida, donde se contraponen la fuerza creadora y la fuerza destructora de la naturaleza. Pero lo más impactante es que el espectador aprecia con la misma belleza fascinante la visión microscópica de la multiplicación de una célula y la fuerza submarina de un maremoto de dimensiones colosales; es decir, la belleza de la creación y de la destrucción; la belleza de la naturaleza y, por extensión de la vida.

Quiero entender, por tanto, esta película como una fantástica oda a la naturaleza y a su poder creador (y destructor), que está también dentro de nosotros mismos, de nuestros sentimientos, sentimientos que a lo largo de nuestra existencia oscilan dando bandazos como olas meciéndose en el océano.
Fernando Garín.
Fernando Garín
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6
7 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Recuerdan las enseñanzas de nuestra última gran crisis? Sí, la de 2008, esa que duró casi diez años y nos mostró las consecuencias del crecimiento especulativo deshumanizado y los efectos del capitalismo más despiadado. Esa que se llevó por delante a tantas y tantas personas; primero al paro, luego al banco de alimentos y, en el peor de los casos, a la muerte civil. Todos aprendimos que otro modelo económico más justo era posible, ¿no?

“Hogar”, otra de las oportunidades que nos ofrece Netflix que asistir a un estreno español durante la cuarentena, habla de eso. De no aprender nada. De la ostentación de lo material, de querer tener más que los demás… y de ser capaz de cualquier cosa para conseguirlo. Un veneno que crece dentro de nosotros desde que la educación neoliberal fue implantada en nuestro pensamiento. Javier Gutiérrez, cuya versatilidad interpretativa lo puede casi todo, es el ejemplo de cómo ese veneno va creciendo y creciendo en un ser humano. Y Àlex y David Pastor lo saben aprovechar para transfigurar un drama social en un thriller criminal. Mal rematado, imperfecto, abusivo; pero intrigante, ameno y poco complaciente. “Hogar” habla mejor el lenguaje televisivo que el cinematográfico. Ganaría como miniserie fraccionada en tres episodios. Y ganaría aún más con la sustitución de Mario Casas, inexpresivo, inflamado y con una pésima dicción.

No entraré a opinar sobre si estamos ante la versión patria de “Parásitos”, porque la comparación ya resulta bastante ofensiva. “Hogar” es un entretenimiento eficaz para este confinamiento. Y, sobre todo, recuerden las lecciones de nuestra anterior crisis. A las que vamos a sumar las que vamos a extraer de la presente. ¿No?

Fernando Garín (IG: fernandogarin_)
Fernando Garín
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7
12 de enero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe duda de que “1917” es un prodigio técnico apabullante. El desafío del plano secuencia en una película de dos horas queda resuelto con excelencia. Salvando la breve elipsis temporal existente en la mitad del film, el espectador sale convencido de asistir a un plano continuo. La cámara camina junto al protagonista sumergiéndote en la acción en un cine muy próximo a la realidad virtual. Los trucos que permiten cambios de plano son prácticamente imperceptibles y se resuelven con maestría.
Es un hito tecnológico que marcará un cambio de época. Para entendernos, estamos en las antípodas de “El acorazado Potemkin” (1925). Para rodar su epopeya revolucionaria, Eisenstein utilizó 1.290 planos con únicamente tres movimientos de cámara (2 travelllings y una panorámica). El movimiento se creó a partir de un montaje preciso, casi matemático. Mendes experimenta con una filosofía opuesta de la estética del cine.
Sublime la parte correspondiente a la ciudad en llamas, infierno fantasmal producto de una guerra dantesca. Es una ópera apocalíptica donde seguimos al cabo Schofield con la acción de un videojuego y el expresionismo artístico de las sombras más oscuras.
Sin embargo, se puede confirmar que este tipo de cine conlleva servidumbres inevitables. En “1917” se traducen en una pérdida de poder dramático y una devaluación del trabajo actoral. Su punto débil es que está apoyada en un mediocre guion y su historia discurre por el interior de la trinchera. Demasiado previsible y concebida para convertirse en un producto complaciente, le falta salir a campo abierto y aceptar más riesgos. Está protegida por un despliegue técnico arrollador y su historia no trasciende ni aporta nada nuevo al relato bélico.
Su magnífica factura le permitirá arrollar en las nominaciones a los Oscar. Quizás se alce con la victoria final. Pero no debería ser la mejor película del año. Maravillará a los que se dejen encandilar por el magnífico espectáculo visual que ofrece la gran pantalla, pero puede decepcionar a los que buscan una historia que navegue desde los ojos a lo más profundo del corazón.
Fernando Garín (IG: fernandogarin_)
Fernando Garín
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6
10 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para muchos es una de las grandes indies de 2019. Y puedo entenderlo. Hay una interesante reflexión familiar sobre la mentira; y su joven directora, la china-americana Lulu Wang, refleja el contraste cultural Oriente-Occidente con conocimiento de causa. Pero es bastante austera y monotemática. Sus 100 minutos giran alrededor de una única trama excesivamente lacónica en sí misma, desperdiciando las posibilidades narrativas de una familia reencontrada tras 25 años de búsqueda del éxito individual.
Inevitable remitirse a otras míticas performance familiares como “Good bye, Lenin” o “El banquete de boda”, (donde también está presente el dualismo Asia-Occidente). A “The farewell” le ha sobrado sutileza y le ha faltado riesgo para adentrarse en terrenos que no solo conmuevan al espectador. Podría haber sido mucho más incómoda o más disparatada. O todo a la vez (Nota 6,5/10). Por cierto, eviten el doblaje español (eso sí es disparatado).
Fernando Garín
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8
16 de julio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sauvage (Camille Vidal-Naquet, 2018) es un verdadero desafío a la ética del espectador, que tendrá que enfrentarse a su propio concepto de la prostitución. Y me refiero al que va mucho más allá de la legalización o el abolicionismo. Es el que se refiere a la propia dimensión psicológica de la prostitución (ejercicio de libertad o alienación destructiva). Cualquiera que se acerque a esta historia terminará albergando dudas sobre si la prostitución puede ser un oficio libre y dignamente ejercido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fernando Garín
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