Estas comedias españolas gamberras suelen llevar bastantes espectadores al cine, pelis como "Operación camarón" que se estrenó hace poco después del año de retraso por la pandemia consiguió funcionar bien en taquilla. Descarrilados en cambio se rodó durante el confinamiento y casi toda la película se tuvo que filmar con los fondos en croma al no poder ir a las diferentes ciudades europeas donde se desarrolla la historia.

Resulta muy divertida la vis cómica de los tres protagonistas que son Arturo Valls, Julián López y Ernesto Sevilla los cuales pasan un sinfín de aventuras al retomar un viaje que no pudieron hacer de jóvenes por un percance en París. La pista de los cuatro amigos se perdió  con los años, pero la llamada de un abogado para comunicarles que uno de ellos ha fallecido dejándoles una herencia de 600.000 euros les vuelve a unir. Solo hay una condición que acaben el viaje que comenzaron hace 20 años con las cenizas de él.

Como ocurría en la serie de películas de "Resacon en las vegas", las continuas borracheras y desfases acaban por convertir el viaje en un calvario, perdiéndose continuamente y sufriendo situaciones de lo más rocambolescas. Los tres son unos perdedores con caracteres muy diferentes, pero consigues cogerles cariño. El más divertido de todos es Ernesto Sevilla que es un okupa bastante desastre.

Primera película de Fer Garcia Ruiz que claramente busca las risas sin demasiados planteamientos, consiguiéndola algunas veces bastante bien como en la parte de Notre Dame o cuando aparecen en Rumania después de drogarse hasta las trancas.
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Escrita y dirigida por Bryan Woods y Scott Beck, quienes se unieron con Jon Krasinski en el guion del éxito del año pasado "Un lugar tranquilo". Para esta ocasión nos aproximamos a un slasher producido por Eli Roth, con un poco de "Saw" y "La matanza de Texas" con aires ochenteros.

Se puede calificar como película de serie B por su bajo presupuesto, pero cumple con los fans del género ya que a parte de algo de gore, tenemos motosierras, torturas variadas, payasos asesinos y demás matarifes que hacen disfrutar este tipo de cine.

Es Halloween un grupo de amigos llega a lo que parece ser una casa temática de horror para divertirse un rato, cuando entran no hay forma de salir y un grupo de salvajes hombres desfigurados comenzaran una matanza aterradora. Para poder sobrevivir tendrán que defenderse con uñas y dientes.

Algún susto tonto al principio augura que va a ser algo muy convencional, pero a medida que avanza el tema va espesándose bastante, llegando a producir bastante horror gracias a unos efectos visuales y decorados bastante logrados.

Los actores no son demasiado conocidos pero tienen buena química y cumplen perfectamente con los gritos requeridos como buenas victimas que se precien. En conclusión tenemos un film que no decepciona y que puede conseguir un buen entretenimiento.
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La estructura de la película consigue intrigarte, ya que la historia tiene giros importantes que poco a poco van arrojando luz, manteniéndote constantemente en alerta, y eso que es un film que prácticamente se desarrolla en el interior de una casa. 

Tess Marshall llega hasta Detroit para una entrevista de trabajo, ha alquilado por Airbnb una casa en un vecindario bastante aterrador, es de noche y llueve cuando llega resulta que hay alguien dentro que dice que también tiene la misma reserva. Los intentos de contactar con la empresa de alquiler son infructuosos, y él le ofrece que pasen la noche en el mismo apartamento y por la mañana lo arreglaran. Ella muy cautelosa accede, pero comienzan a suceder cosas extrañas...

El director y guionista Zach Cregger consigue un film con una atmósfera turbia, mucha tensión, momentos gore y sorpresas impredecibles que nos recuerdan al cine de Sam Raimi. 

Hay un flashback inesperado que se remonta a los años 80 el cual aporta una nueva y extraña perspectiva de uno de los personajes que resulta muy interesante. En el reparto nos encontramos con tres caras conocidas que son Georgina Campbell, Bill Scarsgard y Justin Long.  

Puede considerarse a Barbarian como un viaje emocionante, perversamente entretenido y desconcertante, y para mí puede que sea una de las mejores películas de terror de este año. 
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Películas como "Locke" o "The guilty" tienen la particularidad de que solo hay un protagonista hablando por teléfono, las dos películas funcionan a la perfección, ya que contaban con una buena idea con la que se iba subiendo la tensión en una trama intrigante.

En este nuevo film se imita a los anteriores al haber únicamente una protagonista recibiendo y haciendo continuas llamadas, pero a pesar del esfuerzo en la interpretación de Naomi Watts no llega al nivel de las anteriores, el guion flojea y el tiempo real en el que sucede el film (84 minutos) se hace monótono y repetitivo.

Hace un año que Amy ha perdido a su marido en un accidente de tráfico, comienza el día con sus dos hijos preparándoles el desayuno, lleva a su hija menor Emily a la escuela primaria. Noah el mayor está llevando mal la falta de su padre y se encuentra muy angustiado para ir al colegio quedándose en casa.  Amy va a correr a un bosque cercano, cuando está muy alejada de casa recibe una alerta de la policía en el móvil diciendo que en la escuela hay un tirador disparando a los niños...

El viaje frenético, sentimental y emocional de la protagonista con ciertos giros imprevisibles hace que tengas interés en lo que está ocurriendo, pero va decayendo, ya que centrar solamente en ella la experiencia angustiosa resulta pesada. Influye mucho el hecho de que solo la vemos corriendo desesperada a través del bosque para llegar a saber si sus hijos están a salvo.

Naomi Watts brillante como siempre con su rostro desencajado cautiva nuestra atención y gracias a ella soportamos hasta el final esta irregular historia.
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Con mucha acción plagada de chistes con personajes tarantinescos, transcurre este film palomitero con una ejecución espectacular y muchas historias entrecruzadas llenas de numerosos flashbacks que nos llevan a conocer mejor a todos estos personajes pintorescos. 

Ladybug es un asesino a sueldo con un poco de mala suerte, cuando le ofrecen un trabajo de recuperar un maletín que lleva un tipo a bordo de un tren bala que se dirige de Tokio a Kioto acepta. Por supuesto, las cosas no van a ser tan fáciles como se esperaba, ya que varios asesinos más están en el mismo tren con el mismo propósito.... 

El encargado de llevar este loco guion basado en la novela de Kotaro Isaka a la pantalla es David Leitch, un buen director de cine de acción como ha demostrado en títulos como John Wick, Deadpool o Atómica, el cual con bastante imaginación utiliza cualquier objeto que hay en el tren como arma mortal combinándolas con un sentido del humor incisivo.

En el reparto, aparte de Brad Pitt tenemos a numerosas caras conocidas y algún que otro cameo, destacando entre ellos a Aaron Taylon Johnson (Kick-ass) Joey King, Andrew Koji, Brian Tyree, Michael Shannon o Sandra Bullock. 

La película se va a disfrutar como un buen entretenimiento y la sonrisa no te la quitas de la cara, pero la parte final hace aguas y en general me ha dado la sensación de no estar viendo algo muy original. 
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