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España España · Madrid
Críticas de OsitoF
Críticas 2.094
Críticas ordenadas por utilidad
6
28 de julio de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del género de dramas románticos, en el que una pareja tiene que pelear por su amor en las condiciones más inclementes, empieza a ser considerable la cantidad de películas donde esas dificultades tienen forma de trastorno mental de uno de los miembros, como aspirando a crear un subgénero en sí mismas. Y no me refiero a películas donde en una pareja más o menos consolidada la enfermedad aparece de pronto en uno de los miembros, sino que es conocida desde el principio y eso no ahuyenta al otro componente.

No es un subgénero que me convenza demasiado. Puedo entender que el amor o el sentido de la responsabilidad te den fuerzas para permanecer junto a tu compañero cuando golpea la desgracia, pero no me termino de creer que alguien se enamore de alguien con una enfermedad como el Asperger o el Autismo, por mucho que el esquema siempre sea el mismo: una persona así, nunca te mentirá y si te dice que te quiere lo dice sin dobleces. Vale, sí, correcto. Pero lo que no suelen contarte estas películas es que mejor no preguntes que por qué te quieren, porque obtendrás respuestas igualmente sinceras. Que si te quiero porque me gustan tus tetas/culo/polla, que si te quiero porque así tengo sexo gratis, que si te quiero porque cocinas muy bien… dichas todas sin ninguna maldad, pero cuesta ver una relación construida sobre eso.

“En cuerpo y Alma” es una película húngara donde el planteamiento anterior es uno de los pilares fundamentales de la trama. Luego hay también una extraña y desconcertante acumulación de componentes costumbristas (costumbrismo húngaro, claro), de drama social (lo que un húngaro entiende por drama social) y de algo a medio camino entre el simbolismo (húngaro) y la ciencia ficción (a la húngara) que, en conjunto, resulta, a mis ojos españoles, pintorescamente interesante. Probablemente en Hungría resulte interesante, a secas. La historia es bonita, evocadora y emotiva, de las que te dejan pensando en el final después de terminarla y con buenas sensaciones, aunque el choque cultural hace extraños ciertos comportamientos. A la vista de esto, lo del Asperger o autismo de uno de los protagonistas se me antoja aún más innecesario, un lastre que espesa una película que hubiera fluido mucho mejor con personas sin esos problemas.

Nominada a los Oscar de 2017, yo creo que con razón. Para ver con la mente abierta y prevenidos de que es cine húngaro.
OsitoF
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6
14 de agosto de 2019
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western moderno camuflado de película policíaca que destaca por una fotografía que saca partido de los paisajes montañosos de Wyoming, por un par de escenas con tiroteos muy bien coreografiadas y por una historia que va de menos a más. Empieza avanzando entre los tópicos habituales de un crimen asignado a una novata del FBI en una reserva india y avanza a un ritmo desesperadamente lento recorriendo las paradas esperadas: conflicto de jurisdicciones, experto local que se resiste a colaborar en su día libre, experto local traumatizado por situación personal del pasado, falta de medios modernos para investigar, necesidad de adaptación a la cultura nativa americana… Pero poco a poco, a medida que la trama se centra en el qué, coge forma y se deshace de todo lo superfluo, queda una historia simple – en el buen sentido-, centrada y entretenida.

La película ha recibido buenas críticas y se destacó a su director y guionista Taylor Sheridan. No sé qué decir. Respecto al guión, su principal punto débil son unas subtramas plagadas de psicología de baratillo, color nativo americano y supuestas buenas intenciones respecto a visibilizar los crímenes en las reservas indias, que según los últimos diez segundos de película, no se suelen investigar. El caso es que están extraordinariamente mal integradas, metidas como pegotes a la trama principal y no hacen más que lastrarla. Estoy convencido de que se pueden eliminar por lo menos quince aburridos minutos sin que afecte en nada a la inteligibilidad de la obra.

Si resistes la primera media hora y te sumerges en la trama, termina siendo interesante.
OsitoF
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8
10 de diciembre de 2022
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta nueva entrega de Thor me pasa lo mismo que con la controvertida serie de Amazon “Los anillos del poder”, llamada a ser un imán de suscripciones a la plataforma y su buque insignia los próximos cinco años… y que ha terminado por no tener asegurada su continuidad: analizada en sí misma, descontextualizada, se trata de un producto de indiscutible tirón comercial, con muchos defectos, pero también con momentos, majestuosos y una factura en la que siempre está presente la millonada que se han gastado en ella. El que no haya leído a Tolkien (o no haya visto la primera trilogía de Peter Jackson) encontrará en la serie una fantasía de elfos, trasgos y espadas muy superior a la media. El problema, claro está, aparece entre la inmensa mayoría de espectadores a los que “El Señor de los Anillos” no les es ajeno y son conscientes de la innegable prostitución intelectual que se ha hecho de su obra. A sabiendas, con toda la prepotencia del mundo, pensando que hacían un favor a Tolkien revisando su obra y reinventando sus personajes para adaptarla a las tendencias ideológicas y artísticas del momento. Y no me refiero sólo al «aquí falta diversidad racial en tal raza» o «salvemos a Tolkien de que se le considere xxxfobo», que también, sino a los cojonazos de corregir la falta de magia o acrobacias que piensan que escatimó en sus obras.

“Thor: Love and Thunder” es espectacular en todas las facetas técnicas, tiene diseños visuales grandiosos y la cuidada escenografía de siempre que, en el caso particular del hijo de Odín, siempre ha sido colorista y llamativa. Es una película que vale la entrada o da lustre al catálogo de una plataforma. Pero cuesta entenderla y aceptarla como parte del UCM del que se supone que forma parte e, incluso, como parte de la saga Thor ya que está planteada abiertamente como una comedia. Con mucha acción, sí, con muchísimos efectos especiales, también, pero es ante todo como una comedia. Y eso que tiene uno de los mejores villanos de toda la serie Marvel, un intensísimo, convincente y desaprovechadísimo Christian Bale, pero salvo en sus escenas, no hay, prácticamente, una secuencia que esté orientada hacia el sketch o que no incluya un chiste. Los hay brillantes, con breves pero espectaculares cameos de Matt Damon o Melissa McCarthy, los hay simpáticos, los hay facilones y los hay facilones, con un barniz de ligereza y poca seriedad que impregna cada segundo del metraje, generando una atmósfera de desconcierto para el espectador medio del UCM.

Por un lado la película funciona en su nuevo registro, al menos en un elevado porcentaje del tiempo, gracias fundamentalmente a la enorme capacidad de Chris Hemsworth para reírse de sí mismo sin dejarse la dignidad por el camino y a la capacidad de adaptación de Natalie Portman a lo que le echen. Hay química entre ellos y son capaces de hacer funcionar con éxito razonable gags rechazados para galas de “Murcia, qué hermosa eres” y llevar la trama adelante por un confuso camino de pistas a seguir, pruebas a superar y misterios que desvelar. Por otro lado, el tono general de la película se resiente y el producto se banaliza, se infantiliza: personajes que surgen de la nada, personajes que van y vienen, mucha parodias y autoparodias y la sensación de que “Thor: Love and Thunder” no está hecha en serio, sino destinada a un público infantil o poco exigente. O como un experimento.

Me deja sensaciones encontradas. Me ha gustado, ha tenido escenas de gran nivel narrativo, como la intro con la colaboración de los Guardianes de la Galaxia o la elipsis de la relación entre Thor y Jane o la construcción del Villano. También me ha gustado cómo se resuelve el final (o la parte de él que NO involucra a menores con superpoderes). Pero la verdad es que no sé qué he visto. Desde luego una pieza del UCM, no.

Por supuesto, era de esperar que Marvel necesitara un tiempo para reorganizarse y poner en orden sus ideas tras el final de ciclo de “Vengadores: Endgame”, con tramas que llegaban a su fin, argumentos sobreexplotados, actores que acababan contrato y quieren emprender otras aventuras profesionales… pero da la sensación de que no saben muy bien qué hacer y andan dando palos de ciego buscando una idea con potencial y peleando con el lastre woke que impone determinadas cargas a la creatividad («… sería una pena que Thor no dijese alguna frase que diese visibilidad a colectivos LGTBI+...», «… una niña con superpoderes quedaría bien por aquí… », «… me falta un personaje oriental por allá...», etc…). Imagino que alguien pensó que por qué no una sitcom de superhéroes para todos los públicos sin la mala leche de “The boys” y como experimento no creo que haya fallado del todo, pero dudo que el personaje resista otro tratamiento como este.
OsitoF
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9
22 de junio de 2022
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada, aclarar (otra vez) que mi valoración a una película suele ir más en la línea de lo que me ha divertido o de lo que la he disfrutado que de lo objetivamente buena que sea. Por supuesto, hay excepciones en las que he puesto buena nota a un peñazo porque, realmente, dejaba traslucir cierto esfuerzo o determinado talento o he puesto una nota regulera a un placer culpable que me ha hecho pasar un buen rato. Parece sencillo esto de poner nota a una película, pero conlleva una complejidad que no se suele apreciar de primeras, sino que te percatas cuando llevas ya varios cientos de valoraciones y empiezas a sentir contradicciones y falta de coherencia en unos criterios que admiten cientos de perspectivas. Simplificando mucho, creo que la nota que pongo es un indicador de cuánto recomiendo YO ver esa película. Por eso, aunque admito (no hace falta ser un genio para darse cuenta) que “Eternals” tiene muchos defectos, a nivel global es una película debería entretener a cualquier espectador con la mente mínimamente abierta a otro producto de superhéroes Marvel.

De entrada, “Eternals” trae tramas radicalmente nuevas de las que parecen imposibles de ser integradas en el UCM pero al final, milagrosamente, terminan formando parte de su meollo. Tenemos nuevas categorías de seres (Eternos, Celestiales, Desviantes…) en una obra del estilo de “Guardianes de la Galaxia”, protagonizada por una banda de héroes, cada uno con sus capacidades especiales, que sigue la estructura narrativa de “Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos” y nos ofrece un episodio cero no lineal, de aspecto fresco y moderno, que introduce poco a poco a los protagonistas en el presente y va dando pinceladas de sus orígenes y sus habilidades mediante flashbacks incrustados con suavidad para proporcionar una experiencia de usuario ágil y suave. Y eso a pesar de que hay que tener en la cabeza casi a una decena de héroes cada uno con sus peculiaridades.

“Eternals” no destaca por el humor directo habitual en personajes como Iron Man o Thor, por el humor más gestual de Ant Man, por el don de gentes del Capitán América o el tono desenfadado del Dr. Strange o Shang-Chi… pero se esfuerza por integrar a los personajes como parte de las mitologías y religiones de la humanidad desde La Creación y logra conectar continuos guiños sobre si tal Eterno provocó el Diluvio o tal otra estaba en la Guerra de Troya que crean un ambiente general de inteligente simpatía. No es que sea un descojone, pero encuentra un equilibrio entre la curiosa coincidencia y el despropósito que funciona bastante bien y, hasta cierto punto, permite hablar de evolución o innovación en el cine Marvel.

Donde el equipo de redacción demuestra un notable talento es a la hora de montar un equipo de héroes tan alineado con las reclamaciones sociales de inclusividad sin afectar de manera excesivamente negativa a la credibilidad del conjunto. El grupo contiene las proporciones normativas entre hombres, mujeres, latinos, caucásicos, orientales, gente de color, indígenas, gays y discapacitados. Hasta hay una niña de sexualidad indefinida. Y, aunque no es casual y las intenciones son evidentes, la trama no se ve afectada en absoluto. No es el único exitazo del equipo de guionistas (de “Eternals” en particular y de Marvel en general): logra introducir en la historia eventos mastodónticos (de los que pueden causar la extinción humana) y dejar sus consecuencias ahí, para lo que pueda venir en el futuro, donde otras producciones hacen que todo vuelva a la normalidad por arte de magia como si nada hubiese pasado. Y también busca puntos de enganche con la trama general de Los Vengadores para que las tramas no diverjan demasiado y el conjunto mantenga la cohesión.

Los efectos especiales están a la altura de las expectativas sobrehumanas que la propia historia se ha marcado, destacando sobre todo por su arte conceptual en lo que se refiere a escenificar ciudades, entornos y momentos históricos de la historia de la humanidad. También a la hora de introducir en pantalla deidades y monstruos de diferente naturaleza. No creo que nadie salga defraudado en la parte técnica.

También hay puntos mejorables pero, a mi modo de ver, se diluyen en la grandiosidad general. Algunos personajes son mejorables en lo interpretativo y otros están tratados con mucha superficialidad tratando de enganchar con el segmento más simple de público. Naturalmente, muchas tramas son genéricas y otras son puro relleno para dar pie a tal efecto especial o traer a colación una pelea. Pero en general “Eternals” ofrece cierto aire de evolución respecto a las entregas iniciales del UCM. Puedo entender a gente que diga que está cansada de superhéroes, pero yo creo que hay suficientes puntos a favor de “Eternals” para darle el beneficio de la duda.
OsitoF
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5
12 de junio de 2009
11 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lo que he leído aquí en Filmaffinity, "Crows Zero" está basada en un comic manga, lo cual explica ciertas fantasmadas y escenas de pelea similares a las películas recientes de Astérix en la que los personajes salen volando (literalmente) cuando les sacueden o juegan a los bolos-humanos con ellos. Como no tengo referencias del susodicho comic, no puedo valorar la película según la fidelidad al manga o a como es capaz de dar vida a los personajes y tengo que juzgarla como pelícila en sí misma.

En este sentido, "Crows Zero" no es una buena película. Da por sentado que todos hemos leído los comics y conocemos a los personajes y a sus impronunciables nombres... por lo que, como todos los japos me parecen iguales, no es fácil seguir la película hasta que de los doscientos personajes iniciales (todos con nombres muy parecidos entre sí), la historia se reduce a los tres o cuatro que realmente son importantes. En mi caso, sólo me enteré de que la película consistía en hostias a cascoporro sin venir a cuento hasta que leí la sinopsis en esta misma página y vi que, supuestamente, hay más de lo que parece... Desgraciadamente, las películas buenas se caracterizan porque no te obligan a leer la sinopsis para entenderlas. Y, desde luego, no voy a verla otra vez para empaparme de supuestos matices.

Como no puede ser de otra manera en una película de japoneses, hay dos tipos de personajes: los que tienen cara de palo y no mueven un músculo en toda la peli y los que no dejan de parlotear con aspavientos ridículos. El papel de la mujer se reduce a colegialas florero que cantan baladas ininteligibles pero con aires nostálgicos en los momentos culminantes de las peleas. Todo muy tópico, igual que los japos malosos con pelos de punta y oxigenados super-naturales.

La historia es sencilla: hostias de todos los colores que van y vienen. Generalmente, hay un japonés que reparte cera y doscientos que reciben (un poco como la vida misma) mientras otro japonés mira y pone poses de suficiencia. Cuando el reparteostiones ha terminado con los doscientos malos de nivel bajo, se enfrenta al malo de fin de fase y luego al malo-malo. ¿Lo bueno? Que las peleas están bien coreografiadas y son muy estéticas y muy visuales. ¿Lo malo? que tanta pelea aburre y que aburre incluso más cuando en lugar de peleas hay sketches cómicos o delirios argumentales para pseudoexplicar una trama sin sentido.

Excesivamente larga y excesivamente orientada a fanáticos del manga que no encuentren descabellado que un grupo de Gokus adolescentes se dediquen a crear bandas y jugar a una especie de Risk para hacerse con el control de un instituto (es más, seguramente echen en falta la utilización de rayos maléficos u ondas vitales). Recomendación: si la vais a ver, vedla con la mente abierta, como una película de ciencia-ficción o un episodio más de "Bola de Dragón".


PD: Peculiar y agradable banda sonora.
OsitoF
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