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Críticas de CitizenCorleone
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
10
8 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este grandioso film no sólo se ha convertido en un referente de los dramas judiciales y del cine de habilidades sociales sino en una obra maestra universal de esas que han logrado elevar el cine a la categoría de Arte con mayúsculas. Rodado en tan solo en veinte días por Sidney Lumet a petición de Henry Fonda -el cual se había inspirado en la versión para la televisión emitida por la CBS- se convirtió en un clásico de manera instantánea que definiría a la perfección como se debe hacer el buen cine y en el ejemplo a seguir de toda persona que fantasee con ser un héroe solitario que defienda una causa perdida.

El film esta rodado casi por completo en el interior de una habitación donde el jurado sale a deliberar, pero no aburre el escenario único, gracias a unos encuadres cercanos y contrapicados de primeros planos que parecen salirse de la pantalla y acercarse más al espectador, combinados con otros más elevados cuando se hace un encuadre general, al magnífico uso del blanco y negro, a los memorables discursos y a la atmosfera opresiva a causa del calor que viven los personajes en el interior donde todo se va caldeando a medida que transcurre la historia, el film se vuelve intenso y a veces visceral.

El protagonista es el jurado número ocho, interpretado por un tranquilo y honesto Fonda al que el papel le viene perfecto, el cual tiene como objetivo convencer a uno por uno de los once miembros restantes de que el joven menor de edad al que se le ha acusado del asesinato de su padre es inocente. El joven corre el peligro de ser llevado a la silla eléctrica y todas las pruebas apuntan en su contra de una manera demasiado evidente. En su empeño por encontrar la verdad y defender los valores de la democracia en los que cree de manera sincera, el protagonista a pesar de tener todo en su contra y no creer la versión de los testigos al encontrar demasiadas incongruencias decide hacer el papel de abogado y se enfrenta a una serie de prejuicios sociales y étnicos, hipocresía moral, e intolerancias, tarea que parece bastante imposible. Algunos de los testigos, ya sea por vivencias propias donde el odio ha estado presente, el egoísmo, la impaciencia o incluso algunas veces por convicción propia, conjuran en contra del héroe de la cinta con argumentos poco convincentes en la mayoría de las ocasiones, pero la sensatez y el sentido común unido a la lógica y al uso de una razón, hacen que esos argumentos se derrumben por sí mismos. Los once jurados sin piedad no creen a un pobre muchacho por ser de un ghetto, pero si creen en los testigos de su misma condición, por su avanzada edad no creen en un viejo miembro del jurado pero si le dan credibilidad a un testigo de igual edad a la hora de condenar al muchacho, saben que la justicia no es una ciencia exacta pero aun así no dan margen de error a testigos que parecen contradecirse a menudo. A medida que se va desarrollando el argumento y se van presentando pruebas y hechos, quedaran abiertas tantas preguntas como son respondidas: ¿Qué podría pasarle a un inocente si el juicio corre a cargo de un abogado de oficio que no quiere llevar el caso? ¿Qué valor tiene la justicia si la vida de un muchacho está en manos de personas intolerantes, prejuiciosas y poco dadas al diálogo y al entendimiento?

En definitiva esta cinta usando dialéctica pura desmonta toda esa serie de paradojas que se dan en la sociedad y en los sistemas democráticos, por lo que a pesar de haberse filmado en 1957 el tema de trasfondo está más actual que nunca y podría ser un ejemplo a seguir en el uso no solo de la iniciativa personal por luchar en lo que creemos, sino por su uso de la lógica y la razón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CitizenCorleone
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10
28 de enero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone dirige una controvertida película basada en los hechos posteriores al asesinato del malogrado ex presidente John Fitgerald Kennedy, partiendo de la investigación personal que llevó a cabo el fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, para demostrar que el asesinato del presidente fue obra de una conspiración y no de la solitaria iniciativa de un asesino simpatizante del comunismo desde lo alto de un almacén de libros. A pesar de que Stone no comparte todos los puntos del fiscal sureño, deja muy bien claro y de manera documentada que la Teoría de la Conspiración está mas que fundamentada y que por si alguien lo dudaba, no pudo ser un solitario Lee Harvey Oswald como pretendía hacer creer la Comisión Warren a la población.Todo ello mediante una trepidante exposición de una montaña de pruebas y de personajes.

El fiscal del distrito es interpretado por el mejor Kevin Costner de la historia en un ejemplo de heroísmo y de búsqueda de la verdad, gracias a la iniciativa personal de llevar a cabo la única investigación civil para demostrar que la Teoría de la Conspiración fue llevada a cabo por las altas esferas de los Estados Unidos y asestar un golpe de estado al presidente Kennedy, defendiendo así los ideales democráticos, de justicia, libertad y de lucha civil contra el poderoso aparato gubernamental. Éste, parte del hecho increíble de que un tirador mediocre y que había vivido en la Unión Soviética sin ser considerado un traidor, ejecutara tres tiros perfectos y simultáneos a un blanco en movimiento en 5,6 segundos, hecho totalmente improbable según las pruebas, así todas las incongruencias de la Comisión Warren y del Gobierno de los Estados Unidos son puestas en entredicho para dar vida a la controvertida Teoría. A la vez es una meditación sobre el carácter corrupto de los medios de comunicación que empujan a creer en mentiras a la población, a que sepan sólo lo que interesa saber y sobre una maquinaria legal que no está separada del poder gubernamental como se pretende hacer creer.

Oliver Stone alterna magistralmente fotografías reales en blanco y negro con escenas rodadas en Súper 8 y con las escenas propias del film en color, haciendo cambios repentinos de ángulos y rápidos acercamientos con zoom, utilizándolo a modo de flashbacks y reconstrucciones, combinándolos con datos que se narran de manera ágil por los personajes y con la envolvente banda sonora de John Williams dando un aire casi documental a la obra que hace estar aún mas inmerso al espectador en la estremecedora trama, el cual sin duda se planteará muchas mas preguntas de las que resuelve el film sobre un caso controvertido y del que no se sabe aún toda la verdad. ¿Qué vale nuestra ciudadanía si las personas a las que elegimos sirven a unos intereses extraños a los de la mayoría? ¿Qué tipo de corporaciones ajenas a la democracia pueden conspirar para derrocar a un presidente electo? La realidad supera a la ficción y como dijo el personaje interpretado por Joe Pesci "Es un misterio dentro de un enigma envuelto en un acertijo. No lo saben ni los propios tiradores"

Todos los hechos célebres referentes el caso están perfectamente reconstruidos, como el inocente saludo militar que le dedicó el hijo a Kennedy en su funeral, la cinta casera grabada por Abraham Zapruder en el momento del crimen (prueba con la que no contaba la comisión Warren) el asesinato de Oswald ante las cámaras por el hampón de Dallas Jack Ruby (con la extraña escusa de ahorrar a Jackie Kennedy el testificar en un juicio), la misteriosa foto de los vagabundos que fueron desalojados de los alrededores tras el asesinato y que no fueron interrogados o la famosa e infame teoría de la bala mágica que asegura que con sólo tres disparos se pudo ocasionar múltiples heridas a Kennedy y al gobernador Connally.

Los actores están inmejorables y las caracterizaciones son insuperables por el tremendo parecido y caracterización; Tommy Lee Jones como Clay Saw, Joe Pesci como David Ferie, Gary Oldman como Lee Harvey Oswald y hasta John Candy en un pequeño papel abyecto de abogado corrupto como Dean Andrews Jr. Además claro de contar con un adicional elenco de actores de la talla de Sissy Spacek, Walter Matthau, Jack Lemmon o Donald Sutherland. Incluso el propio Garrison hizo una pequeña aparición irónica para interpretar a Earl Warren. Las localizaciones son reales como en La Casa Blanca o la Plaza Dealey, tristemente célebre por el asesinato del joven presidente.

El director apuesta por el suspense para recrear toda una trama muy bien orquestada que pone al descubierto las fechorías de la CIA, el FBI, el Pentágono y hasta la propia Casa Blanca, para eliminar a un presidente que atentaba contra los intereses de la industria de armamentos al querer retirar las tropas de Vietnam, sin olvidar la supuesta implicación de los cubanos exiliados para derrocar a Castro o implicar al dirigente caribeño en el asesinato o el papel que pudo tener la Mafia que trabajaba estrechamente y en secreto con la CIA desde hacía años. La película aumentará la intensidad a lo largo de una trama que no dará tregua al espectador por la cantidad de datos que se suceden de manera ágil para desembocar en uno de los finales mas trepidantes de la historia de cine, en el que el fiscal Garrison da un auténtico discurso brillante y enardecedor sobre los valores de la democracia y del poder popular a base de reflexiones, metáforas y citas famosas.

Una película controvertida, eficaz, dinámica, que agarra al espectador desde el primer fotograma y lo obliga a ser testigo de uno de los episodios mas fraudulentos y a la vez trágicos del siglo XX, que terminó con las esperanzas de gran parte de la población mundial por un cambio hacia un mundo mejor. Como último dato y ejemplo del poder que puede tener el cine, a partir del film el Congreso creó en 1992 una comisión para revisar los archivos referentes al caso y ver cuales de ellos se pondrían a disposición del pueblo americano.
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CitizenCorleone
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8
4 de setiembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tiene esta película independiente para que sea una de las más sorprendentes del género Hood Film? Dirigida por Boaz Yakin e interpretada con gran acierto y en buena parte por niños relata la dura existencia de Fresh, un niño inteligente y audaz de Brooklyn que sobrevive trabajando para dos camellos locales, uno de heroína, latino y soberbio (interpretado por un gran GianCarlo Esposito) y otro de crack, negro y violento. Fresh se rodea de un mundo violento, vive en una casa hacinado con sus primos y primas con una tía que le riñe y para colmo su hermana a quien tanto aprecia es heroinómana y el camello latino para el que trabaja la quiere dependiente de la droga para poder beneficiarse de ella. La única evasión que tiene son las partidas de ajedrez que juega con su padre al aire libre (con un genial Samuel L. Jackson), pero éste es poco paciente y muy brusco con el chico, pero aun así Fresh aprende lecciones que le harán apostar fuerte a la hora de enfrentarse al duro ambiente que le rodea.

Ambientada en los años 90 durante la epidemia de crack, la película capta a la perfección la atmósfera del gueto, no es casualidad que el propio Yakin diera un curso de guion cinematográfico en el Bronx y que incorporara a la película historias reales que le contaban los niños de Brooklyn. La violencia se retrata tanto o incluso más por los diálogos y las situaciones como por la acción aunque contrasta con la ingenuidad de unos personajes, que a pesar de todos siguen siendo niños que sueñan con algo diferente, aunque a veces sea con convertirse en los gangsters a los que admiran personalmente. El film es sencillo y poco ambicioso, solo cuenta una historia que podría aplicarse a cualquier chico del Bronx o de Brooklyn, una historia común pero con unos protagonistas que atrapan a pesar de su escasa profundidad, la trama transcurre de manera continua y la audacia con la que se desenvuelve obliga a verla con interés. Aunque es una obra un poco pesimista hay un hueco reservado para la esperanza, ejemplificado en la metáfora del tren que está presente en la obra y con la que se da a entender que el niño pretende salir a toda costa de la dura existencia del gueto que lo atrapa.

Tras una serie de experiencias traumáticas entre las que se encuentran el tener que soportar que el jefe de la heroína para el que trabaja se beneficie sexualmente de su hermana o presenciar el asesinato de su amiga por uno de los traficantes de crack, Fresh construye un elaborado e inteligente plan para deshacerse de ellos con la finalidad de alejarse de una vez por todas de tan inquietante entorno, paralelamente juega una partida de ajedrez contra sí mismo que metafóricamente muestra su atrevido plan, las lecciones de una manera u otra han servido, pero al final queda la incógnita de si nuestro joven protagonista se ha visto desbordado por la situación y el arrepentimiento, de si todos los intentos que hizo por escapar de ese mundo lo terminaron de atrapar o de que si simplemente al fin y al cabo es simplemente un niño.
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CitizenCorleone
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10
6 de agosto de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
F. W Murnau llevó lo aprendido del expresionismo alemán a Estados Unidos y con un hermoso guión consiguió realizar la que es aclamada como una de las mejores películas de todos los tiempos, con tres premios en la 1º edición de los oscars entre ellos el curiosamente denominado a la "Mejor película por calidad artística".


El protagonista, habitante de un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad, vive una aventura con una seductora mujer de la metrópoli que lo seduce con los vicios de la urbe y lo convence para que se libre de su esposa tirándola desde una barca al río. Todo se planea durante la noche, a la luz de una luna llena que impregna un halo siniestro a la trama, con siniestros rótulos, así las secuencias del primer tercio de la obra junto a una música fatalista son mas oscuras.


El protagonista, tras el intento fallido a causa de su conciencia y arrepentido, sigue a su mujer deshecha en una huida hasta la ciudad, la fragilidad de la esposa contrasta con la jungla de acero y hormigón, en secuencias como en la que está a punto de ser atropellada por grandes coches en una agitada carretera. El marido atormentado por la culpa, sigue a su mujer hasta una iglesia en el que hay una boda y en la que tendrá lugar una de las escenas mas memorables y bellas de la historia del cine en donde la pareja presencia una boda en el que el cura advierte al novio de lo frágil que es su esposa y que a partir de ese momento debe protegerla, entonces el cónyuge comprende y alcanza la redención seguida del perdón, vuelve el amor y la felicidad, seguidas del júbilo de la celebración.


Ahora la alegría de los personajes por el reencuentro se funde con el bullicio de la ciudad, las escenas se vuelven mas luminosas, las secuencias mas bellas junto a una banda sonora mas hermosa, todo se convierte en un éxtasis de júbilo en el que los dos protagonistas invitan al espectador a ser participe de su nueva felicidad a través de unas secuencias en las que se trasmiten oleadas de pasión, siguiendo a los protagonistas con una cámara que los enfoca desde atrás en su aventura por la ciudad y que por un momento permanecen absortos en su nuevo amor y por una vez caminan indiferentes ante la agitación de la ciudad y del tráfico. El mensaje es claro y bello: si amar es hermoso, mas lo debe de ser el reencontrarse con ese amor perdido, y más aún cuando el perdón y la redención están de por medio. Al final la esperanza, el amor y la felicidad prevalecen sobre la aparente tragedia que parecía repetirse de nuevo.


Debería considerarse como es el mas hermoso canto de cisne que haya dado arte alguno ya que pocos después se estrenaría El Cantor de Jazz que fue el primer film sonoro, aunque no significara una retirada para el cine mudo que aún daría varias obras maestras mas, ha sido y es, uno de los mas claros ejemplos de lo bello que puede llegar a ser el cine, que lo elevan a la categoría de arte.
CitizenCorleone
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8
28 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que Tony Montana sea uno de los gánsteres más famosos y memorables de la historia del cine no es casualidad, gracias en gran parte al excesivo uso de la violencia, pero sobre todo por la histriónica interpretación de su protagonista. Este proyecto que pudo ser llevado a cabo por el tándem Scorcese-De Niro, cayó en manos de Brian De Palma el cual contó con Al Pacino para el papel principal y con Oliver Stone encargado del guion el cual hizo un exhaustivo estudio sobre el submundo del narcotráfico, lo que llegó a ser decisivo para dar un mayor realismo a la cinta. Basada en un remake de Howard Hawks de 1932, el protagonista pasa de ser italiano y apellidarse Camonte a ser cubano y apellidarse Montana, y de ambientarse en Nueva York a hacerlo en Miami, adaptándose así a los tiempos que corrían en 1983, cuando oleadas de inmigrantes cubanos llegaban a las costas del sureste de EE.UU. y la cocaína se hacía célebre entre las clases medias.


El film tiene varias características que la hacen diferente de otras obras del género. En primer lugar el film adquiere una dimensión política que hace que sea una película de actualidad, en segundo lugar la violencia y el lenguaje fueron tratados con mucho realismo, de hecho fue rechazada varias veces para su exhibición a un público más amplio por ambas razones. En tercer lugar el tratamiento que se hace de la época, en un territorio que parece ser el paraíso, con coches de lujos, bellas mujeres, música psicodélica y ropa hortera, todo enmarcado en una sociedad decadente. Y por último el inolvidable papel de Al Pacino como Tony Montana, según él mismo, uno de sus favoritos de toda su carrera, no sólo resalta por encima de un cartel de buenos actores secundarios como Michelle Pfeiffer, Robert Loggia o F. Murray Abraham con una técnica más que eficiente, sino porque es capaz de transmitir a la perfección el Yo masculino del gángster moderno, el ideal latino, machista y autoritario, que quiere controlar obsesivamente el territorio y pretende la dominación absoluta más que el dinero o el lujo.


La película narra su ascenso y caída como narcotraficante, huyendo de la Cuba castrista en busca del sueño americano se encuentra con lo mejor y lo peor del sistema capitalista, como diría el propio Tony "¿Sabes que es el capitalismo? ¡Joder y ser jodido!”. Su vía hacia el éxito será mediante la violencia, el asesinato y la venta de narcóticos, mundo en el que sube como la espuma gracias a su falta de escrúpulos e irascibilidad, su fácil desenvoltura en los bajos fondos y sus agallas. Encuentros y desencuentros con narcotraficantes locales, colombianos y contactos internacionales le hacen llegar hasta la cima, el lujo lo acompaña, y cuando consigue a la mujer de su jefe la publicidad de un zepelín advierte “El mundo es tuyo”. Tony así lo cree, el mundo le pertenece y a eso ha venido. Pero caer gradualmente hacia la autodestrucción es inevitable en un mundo de naturaleza destructiva, el deterioro de sus relaciones familiares y personales y sobre todo el abuso de la cocaína, le arrastran hacia la decadencia y le empujan al límite, como dice el estribillo de una de las canciones de la banda sonora. El efecto del polvo blanco que le había ayudado a construir todo un imperio hace que ignore las cámaras de vigilancia que había instalado para proteger su propia seguridad; ironías del destino. Al final un lujoso adorno con luces de neón vuelve a rezar: “El mundo es tuyo”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CitizenCorleone
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