Esta película es una gigantesca broma de sí misma, puesto que cuenta las dificultades de un personaje del siglo XXI por acoplarse a las experiencias vitales de su antepasado del siglo XV y a la película no sólo le cuesta tanto o más, sino que fracasa en el intento.

No entraré en absurdos históricos como en lo malvados que eran los reyes cristianos (aunque esa reina con una pinta más propia de Mad Max...) frente a los moritos buenos de Granada, puesto que es ficción y pueden hacer lo que les plazca. Hasta burlarse de la historia del noble Guzmán el Bueno en Tarifa cambiándola de bando.

El problema es que en la historia del pasado no te cuentan absolutamente nada para cimentar al personaje, es complicado empatizar con un acróbata de parkour del que sólo sabes el nombre. 20 minutos jugando con Ezio Auditore tienen más fondo y guión que la película.

Por contra en la historia del futuro todo es una sucesión de frases huecas y desvaríos de gente que están de vuelta de todo. Pero tan mal entretejida que los cambios de parecer del protagonista parecen simples caprichos del momento.

Tremendo resbalón el de esta película, que se convierte en una persecución alocada de un juguete cuyo significado sólo entendemos los que hemos jugado a la saga, porque en la película se explica todo fatal.

Aburrido hasta el tuétano sólo deseaba que los templarios arrasaran con todos, incluído el equipo de rodaje, como ocurría en la película de los Monty Pyton.

y añadiría, tampoco apta para los que tienen traumas sobre su estilo de vida, porque vaya tela la caña que le dan al protagonista algunos. Más que quejarse de que no les guste la obra se lanzan a cuchillo a degollar el personaje. Vaya absurda aversión por los eremitas.

Se les nota escocidos por vaya usted a saber qué, y eso que entre las cosas que deja más claras el protagonista está que solo quiere vivir su vida al margen de lo que hagan los demás. Pero parece que a algunos les ha despertado pensamientos perturbadores sobre su universo acomodado y el acojone les ha llevado a odiar la historia, que se toman como un ataque personal.

Una película para pensar, llega mucho más allá de una simple oda al perroflauta, esos personajes patéticos de la sociedad actual cuyo parásito comportamiento no tiene nada que ver con este personaje o con los auténticos hippies que se encuentra.

Trata de un valiente (historia real) que hace lo que muchos pensamos cuando teníamos su edad, sin atrevernos. Criticable su desmesurado egoísmo, pero se antoja un rasgo necesario para permitirle romper con todo y afrontar su valeroso desarraigo.

Es evidente que J.J.Abrams y por supuesto Kasdan (sí, el genio que parió el Episodio V) se han esforzado por recuperar la esencia de la saga, lo que la hizo especial, y para ello no ha tenido reparos en recuperar todos y cada uno de los lugares comunes del Episodio IV.

¿Reprochable? En absoluto. Después de lo herida de muerte que habían dejado a la saga los delirios de grandeza merchandisiana de Lucas, el abuso vomitivo de la animación por ordenador, las escenas pensadas para disfrute de niños de 5 años, etc. Este esfuerzo por recuperar la ironía de Han Solo, la búsqueda de aventuras ligada al surgimiento de un nuevo héroe/heroína, el humor ligero ligado a los robots y Chewie en lugar de a bazofias payasiles como Jar Jar, sólo puede ser aplaudido.

Si a eso le sumamos que la cronología de la historia permite recuperar la espectacularidad de las auténticas naves que son Star Wars (los cazas TIE, los X-Fighters y el Halcón), el gustazo que produce compensa cualquier exigencia frikoide.

Y encima estoy muy gratamente sorprendido con Disney, que ha hecho escenas mucho más serias y cruentas que los videojuegos de Lucas de los Episodios I y II. La matanza del comienzo es dura para ser Disney y algunas otras muertes también lo son. Parece mentira, cuando Lucas hacía fundido a negro en el momento en que Anakin iba a vengar la muerte de su madre.

Sobre los actores, excelente sorpresa la de Daisy Ridley, en mi ya viejo corazón de rebelde nadie podrá desbancar nunca a Leia. Pero viendo las expresiones de esta chica y la capacidad que tiene de transmitir tan distintas emociones, creo que estamos sin duda ante el mejor actor/actriz de toda la serie de películas de Star Wars (en la escena final se come a Mark Hamill).

John Boyega no es que sea maravilloso, pero tampoco lo era Billy Dee Williams, y creo que este chaval tiene más potencial si lo desarrollan correctamente. Aunque en el doblaje pierde mucho. En cuanto a Oscar Isaac tiene un nivel de actuación equiparable al de Harrison Ford.

Y rompo una lanza láser a favor de Kylo Ren, es feo como él solo y no está mazado, algo imperdonable para mucho cineadicto actual donde todo villano tiene que ser modelo o parecer el increíble Hulk, pero a mí me gusta por lo más importante para el personaje, me lo creo.

Me gusta que esté aprendiendo y que mezcle su extraordinario poder con una profunda inseguridad y lucha interna. No se le puede comparar con un Dart Vader formado y en su plenitud, comparadlo con el niñato de Anakin (que destrozo de pesonaje...) y veréis como sale ganando.

Resumiendo, sólo puedo decir gracias Disney, gracias Abrams, gracias Kasdan, gracias a todos los viejos actores que han accedido a volver y a los nuevos por tomárselo en serio (Ewan que te den); porque por fín salgo de una película de la saga con ganas de más, algo que no me pasaba desde el Episodio VI.

Todas las alusiones a la astronomía y la filosofía ligada a esta me encantan, pocas personas existen más fanáticas de Carl Sagan que yo (muy bueno el que ha citado "un punto azúl pálido", estupendo libro).

La visión homogeneizadora de todos los fanatismos (los que habéis entendido la película como una crítica al cristianismo, no os habéis enterado de nada) está muy lograda, quizás demasiado porque parece que los únicos sensatos sean los soldados romanos, algo aberrante.

El contraste entre los fanáticos mezclados con los muertos de hambre y los filósofos con tiempo para elucubrar (porque les resbala el sufrimiento de los demás) es brutal, la evolución que esto produce en el esclavo está muy lograda.

Los actores me parecen muy correctos y Rachel Weisz especialmente se sale, no sé si la nominarán al Oscar pero le da mil vueltas a las que lo han ganado últimamente.

La película te deja con una amarga sensación de "no hemos avanzado nada". De hecho ¿cuantas veces hemos oído a ignorantes criticar el dinero que se invierte en la Nasa? en cuanto al fanatismo no hay más que ver la fachada de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, una escalera de madera lleva siglo y medio en ese lugar porque las diferentes confesiones que se quieren otorgar la propiedad del lugar son incapaces de ponerse de acuerdo sobre quién tiene derecho sobre ella.

Pero entonces ¿por qué no salgo fascinado de la proyección? ¿por qué no me apetece volver a verla? Tengo la sensación de haber visto lo que podía haber sido una obra maestra no culminada.

Quizás Milos Forman, que fue capáz de hacer que la biografía de un músico la quieras ver una y otra vez, o que convirtió la historia de un manicomio en una fábula brutal, podría haberle dado a esta historia el golpe maestro.

No obstante mis respetos a Amenábar por ser él quién ha llevado esta historia al cine y por sus múltiples escenas memorables. La grabación de un pedo suyo vale más que todo el resto del cine español de los últimos 5 años.

Después de ver a McConaughey entrando y saliendo de un agujero negro como quien va a por el pan, me ha gustado mucho la seriedad con que se trata el aspecto científico de la película, gracias lo necesitaba.

También me gusta que al igual que en la estupenda Gravity, el peligro lo genere el propio carácter inhóspito del espacio, sin necesidad de marcianos malísimos como nos hemos hartado a ver.

Es muy interesante ver como el pirata barbarrubia va poco a poco resolviendo problemas con el único fin de alargar sus probabilidades de superviviencia mientras le rescatan, pero se echa de menos una evolución anímica del personaje, no sólo la física que sí se han trabajado.

Igual que el director coge con acierto ideas de Apolo XIII y de Contacto, debería de haber cogido alguna idea de la película Náufrago para generar más empatía e implicación con el personaje. Porque es imposible que viendo la degeneración mental que sufre gente aislada un par de meses, nuestro protagonista esté siempre encantado de la vida.

Aún así gran película, recomendable a los que gustan de Scifi seria. Con un personaje profundo rozaría la obra maestra.

Lo mejor: La sensación de aislamiento en un precioso Marte.
La seriedad con que se tratan las soluciones científicas a los problemas.
La oda a la supervivencia que subyace en toda la película.

Lo peor: Que de los personajes de Ridley Scott, Alien nos genere más empatía que "El Marciano".
La música disco como gracia un rato vale, pero toda la cinta es muy cargante.
Me sobran aplausos en Houston, parece por momentos un concurso de la tele.