He tenido ocasión de ver esta película de la que no tenía ningún interés y, efectivamente, lo que me temía así ha sido. Creo que no procede posicionarse acerca de la política intervencionista de unos y otros por respeto hacia los demás, pero en lo relativo a lo que es la película, es una película que no dice absolutamente nada.
Clint Eastwood no puede haberla dirigido mal porque ha contado con un equipo técnico con todas las garantías y no podía fallar. Le habrán hecho propuestas, le habrán mostrado planos, habrá dicho que sí, se habrá tomado un té y se habrá ido a casita con su nueva mujer. Tampoco tenía porqué haber ignorado el proyecto porque como americano, le gusta el tema, pero respecto a lo que es la historia en sí, para alguien no contrario, sino ajeno a este mundo, es una auténtica chorradita sin emoción alguna, previsible y carente de todo detalle que pueda sorprender, crear intriga o ilusionarte con algún lance o con algún personaje, o hacerte pensar con conciencia crítica en los problemas de este mundo.
Da todo igual, el tema bélico éste no lleva a nada; la ves y te quedas como al principio. Es que es absurdo prestar atención a algo tan deprimente como el ir pegando tiros con carné de tirador, pero lo más deprimente es la historia en sí de este hombre presentada en un film con todo visto más que visto y con el mismo cariz y la misma tontería de siempre.
La mujer aparece en el clásico encuentro pasteloso que no se lo cree ni el barman que tiene que aguantar a esos exaltados todo el día. El clásico encuentro "Eastwood" de cuando iba con el mono por los bares escuchando cantar country a Sondra. ¿Qué pinta ahí esa tía? ¿De verdad te crees que una tía anda interesada en temas militares? Vamos, es que me parecería penoso que estuviera preguntando por el cuerpo de élite de los francotiradores y los cursos que realizan, las siglas con las que se conoce a cada unidad, los turnos de guardia que tienen y todas esas chorradas que te las meten ahí de clavo y no son más que gilipolleces que cualquier tía normal pasaría ampliamente de ello. Me ha caído mal, la enteradilla...
¿Le ha gustado el menda? Pues ya está. Es Bradley Cooper. Lo entiendo, a mi mujer también le gusta pero si viene hablándole de su mili seguro que da media vuelta.
Típico rollete americano forzado y sin gracia, que gustará en aquellos lares porque son muy patriotas y me parece bien, pero una mujer es una mujer y está con los pies en el suelo, pensando en sus hijos, en lo que pondrá mañana para comer, en que tiene que ir a hablar con los profesores y pagar tal y tal cosa y no en que su marido está todo el día pegando tiros, y si no le gusta porque tiene pocos días libres, que no se hubiera casado con él, porque al principio demuestra estar bien enterada a lo que se dedica como hemos dicho. Tía, te jodes. Seguro que si estaba en el paro le recriminarías que no hiciera nada por buscar un curre.
Y todo lo demás igual. El funeral militar con la bandera doblada, las lagrimitas, las gilipolleces que se dicen entre compañeros cuando van a la guerra, todo falso, bueno, faltaba el sargento de hierro soltando más burradas, todas esas tonterías de siempre están ahí, y cansan, aburren. Y lo que es peor, es que no hay nada más.
Clint Eastwood es un patriota, muy bien, y como a él, la película habrá gustado al resto de americanos (su mujer estará encantada y él seguro que la ha aburrido con mil detalles del rodaje). Clint ha hecho su película, correcta, pero la historia no tiene un solo punto de valor... como cine, al menos para un espectador que pase de la guerra sin más historia que contar. El francotirador no es más que eso: Guerra en población y un tío que mataba muy bien. Como ese hay miles.

Mucho uno en la relación, menuda escabechina para el hijo de la Máscara.
Y tampoco es para ponerse así teniendo en cuenta la razón de ser del producto… En modo alguno trata de parecerse a su padre, la primera. Si nos ponemos a comparar pues claro, no tiene posibilidades.

De la primera queda únicamente el puntilloso psicólogo y ahora experto en Mitología nórdica, que la verdad es mú tonto. De acuerdo ahí.
De acuerdo que los momentos musicales son algo flojillos.
De acuerdo que los momentos melodramáticos son algo flojillos también.
Sí, es verdad, Loki es muy malo; o por lo menos se lo hace.
Odin es malísimo de una manera u otra.
El ritmo no es exactamente el más propicio para glorificar la peli.

Ahora bien: Las secuencias cómicas no son tan malas.
Los dibujos están bien, igual que los efectos especiales.
El padre y la madre sí son buenos.
Y el niño tiene gracia, joder.

¡MADRE!

Menos mal que vemos que hay otro cine en España diferente al de esas propuestas tristes, aburridas y grotescas, a esas comedias insulsas y a esos dramas agónicos incluidos aquellos de los que no abandonan el pasado guerracivilesco o postbélico ni con agua caliente, que incluso se han hecho con la sobremesa televisiva con sus mensajes rancios de esos de Mientras dure el tirón. Pues a ver si se acaba ya el tirón porque estamos viendo ya propuestas diferentes y muy válidas como esta Hogar.

Habrá que reconocer aunque no sea necesario que este Javier Gutierrez respira mucho de su personaje de El Autor, y le va ni que pintado a los dos porque son personajes muy válidos, no como esos personajes transformers que no históricos que se sacan de las chisteras los muermos de siempre. Qué falta nos hacen películas así para que les den tris trás por detrás a los nulos de ideas innovadoras.

Para los que no renuncian a la imaginación y a las historias de personas increíbles y maquiavélicas este Hogar les interesa muy mucho. Y olvidarse de temas como hacerse preguntas respecto a algo o respecto a tal situación porque están fuera de lugar. Bienvenido a este hombre que duplica personalidades, que las absorbe, que chupa sus vidas, bienvenido este cine español inteligente, malévolo y descarado.

Cuando empieza la película una voz de mujer en off relata los pormenores de las escenas que van sucediendo. No es que con el mando, como me pareció a mí, hayas dado, sin querer, a la opción de invidentes por la que van explicando lo que sucede mientras escuchas los diálogos, no; es que la mujer que habla explica detalles que se perderían si no los dice ella.

Exacto. Podía haberlos dejado sin decir porque los detalles que cuenta son lastimosos y no resaltan nada que pudiera haberlo dado a entender en imágenes el director Repollo, tal y como hacen los demás directores en sus películas.

La película es una carencia absoluta de argumento. Él, es un asesino prepotente que no hace gracia ninguna tal y como se presenta; presume de ello, lo que da asco, los asesinos causan repugnancia y no es algo de lo que debería vanagloriarse un personaje de la calaña que nos presentan, desagradable y sin carisma alguno, como el Sacristán mismo en ese papel. Va de protagonista con enfermedad terminal. Pues que se muera cuando antes. No tiene ninguna empatía, es imposible que el espectador reconozca en él un personaje con un mínimo de interés.

Encima nos lo presenta con una enfermera que la denominan joven y guapa. La enfermera, sin ninguna explicación, y lo que es peor, sin un motivo aparente, le hace pajas con toda amabilidad, con un agrado inexplicable. Él quiere que le enseñe las tetas pero ella dice que no, que luego le hace una paja y ya está. El director Repollo es evidente que no está bien de la cabeza o su gusto es claramente el de un infantil gilipollas con la cara llena de granos.

Que se vaya a la mierda. El pavo del asesino se va del hospital, e inicia un viaje en plan road movie. De nuevo, e inexplicablemente, otra mujer se une a él durante todo el viaje con un cariño y una admiración que Repollo no se molesta en explicar, ni el espectador llega ni a imaginarse a cuenta de qué ese enamoramiento tan absurdo e imbécil.

La tía tiene buenas tetas y le hace también pajas mientras el tío tumbado parece que piensa en las musarañas. El tío, aparte de aplicarse morfina, también se chuta; forma parte de la personalidad, no ya del asesino, sino creo, más bien, del fondo de la película y del autor de la misma.

Llegado aquí, se comprueba por tanto, que además que para invidentes, la película es también para disminuidos físicos y mentales. Bueno, no sigo, si después de leer esto que es auténtico, todavía opinas que hay que dar una oportunidad a esta película, supongo que será por curiosidad. Alguno le ha puesto incluso un DIEZ (10) de nota; pues nada a lo mejor es que lo de las pajas cantando les parece interesante para una película. Yo le pongo un 1 con toda honradez.

Bud Abbott y Lou Costello (el gordo) fueron famosos allá en su tierra haciendo gracias: el gordo de tonto y el otro de listo.
Con la idea de que el Sr. Livingtone (Costello) tiene memorizado un plano de África donde figuran el sitio donde se encuentran unos espectaculares diamantes, se monta un safari confiando en que este tío sea capaz de llevarlos.
Costello muestra su portentosa capacidad para gesticular y temblar como si estuviera muerto de miedo, que lo hace bien, pero aparte de dos escenas contadas, no divierte en exceso.
La película, para hacerse una idea, reúne a lo tonto: paisajes de escenas de Tarzán, chimpancés de El mundo perdido y King Kong, episodios de George de la Jungla y actuaciones de Ángel Cristo (en sus buenos tiempos, claro).