Esta es una de esas películas redondas. Un excelente guión interpretado por unos excelentes actores. ¿Puede ser Brendan Fraser, alias "George de la Jungla", un actor competente?. Sí puede. Sobretodo si está acompañado de un prodigioso Ian McKellen y una maravillosa Lynn Redgrave. Si no la has visto que no te asuste la presencia de Fraser. La intepretación de McKellen no sería tan conmovedora si no tuviera la excelente réplica de Fraser (¡y de Lynn Redgrave!).

El guión no tiene ni un resquicio. La puesta en escena es exquisita: fotografía, maquillaje, decorados... de diez. La música también es una delicia.

No es una película hecha para gustar a los gafapastas, tranquilo. Está hecha para todos los que aman ver un espectáculo interpretativo de primera categoría.

Comedia poco valorada en su día que tiene bastantes momentos cómicos. Es divertida, surrealista, simpática y te hace pasar un buen rato. He visto comedias peores y más valoradas que ésta, lo que me resulta incomprensible.

Recomendada, es mucho mejor de lo que parece.

Este es una película-documental. O un documental dramatizado. Es una combinación perfecta para poder explicar el atentado realizado por nazis renegados contra Adolf Hitler. Una laberíntica historia de conjurados, poco conocida por el gran público a excepción de estudiosos, historiadores o frikis obsesionados por la II Guerra Mundial. Poca gente sabe que algunos nazis acabaron hartos de Hitler y que atentaron contra él meses antes de la caída del III Reich. Para estas gentes ver esta película les puede resultar muy aleccionador. Cuenta cómo fueron los hechos con todo lujo de detalles y la dramatización te hace adentrarte en los hechos haciéndote imaginar cómo fueron en realidad.

Bien narrado, bien documentado y muy bien interpretado. Se agradece que la narración sea objetiva y sin aspavientos. Había una extraordinaria historia real que contar y se hizo de manera clara, concisa y rigurosa.

Película desagradable. Es ordinaria, tramposa, vulgar y mil adjetivos más que no pongo porque son palabras soeces.

La historia parece una tragedia griega inverosímil. Los personajes son vulgares, toscos. El guión es malo: no hacen más que hablar de po**as, la po**a es el motor de sus vidas y son mujeres que cuando no tienen un miembro cerca se sienten solas, frustradas, malditas. La monjita Penélope embarazada de un travelo malvado con Sida, Antonia San Juan y su ¿genial? monólogo que no hace más que hablar de ¡¡po**as!! (cómo no) y fo**ar, etc, etc..., Cecilia Roth y Marisa Paredes en rollo Señoronas del Drama y lo único que hacen es aburrir y dar risa de lo sobreactuadas que están.

Vergüenza ajena me dió cuando esta bazofia ganó el Oscar. Sólo puedo relamerme de gusto cuando recuerdo que "Pelle, el conquistador" le birló el Oscar a "Mujeres al borde de un ataque de nervios". ¡Qué tiempos aquellos cuando los Oscar aún eran algo decente!.

Y por cierto: si yo fuera gay, travesti, transexual, madre huérfana de su hijo o una heroína de tragedia me ofendería sobremanera que representaran a mi colectivo tal y como lo hace Almodóvar en este engendro.

"Una rubia muy legal" es un film pensado sólo para entretener sin ninguna otra ambición. No hay que buscarle un mensaje más profundo. Es sencilla, divertida y agradable de ver. Está por encima de la media de algunas comedietas que nos vienen de los USA. Se pasa un buen rato visionándola. Es por eso que no hay justificación para fusilarla porque sólo cumple honestamente su cometido: entretener.

Si no se soportan las comedias amables americanas recomiendo abstenerse de verla (sobretodo si el médico lo ha prohibido). En cambio si gustan este tipo de películas o simplemente no tenéis reparos en verlas, pues "Una rubia muy legal" os hará pasar un buen rato.