La última película de los Russo, se trata de una historia a lo más puro James Bond, pero con ese toque cómico que suele caracterizar a los hermanos.
La película nos cuenta cómo la CIA recluta presos, como el escuadrón suicida pero sin habilidades especiales, los entrenan para realizar la misiones más complicadas de la agencia. Unos de esos agentes es Sierra 6 (Ryan Gosling), que en su última misión descubre que su objetivo es Sierra 4, al instante se da cuenta que él puede ser el siguiente objetivo, por lo que mediante una conversación con Sierra 4 decide investigar por su cuenta.
Al enterarse de esto el director de esta división de la CIA (Regé-Jean Page) encarga a Lloyd Hansen (Chris Evans) que se encargue de matar a Sierra 6, que tendrá la ayuda de Dani Miranda (Ana de Armas), otra agente de esta división cuya reputación es bastante buena.

En cuanto a la trama no tiene mucho misterio, durante toda la película se ven escenas de acción bastante buenas, aunque hay algunas que no están bien dirigidas, puesto que no se aprecia bien que es lo que está pasando. Pero en aspectos generales funcionan bastante bien.

Como aspectos positivos destacar las actuaciones de estos tres protagonistas, sin embargo el personaje de Chris Evans nos lo presentan como un sociópata que le gusta torturar a sus rehenes, pero se siente pobre, apenas vemos escenas en las que se vea que hay que tenerle miedo, es más, nos lo presentan como el personaje que lleva el humor en toda la película y cuesta temerle, puesto que es el villano de esta.

Como aspectos negativos, la trama es floja, solo es una película de acción que sirve para entretener y lo hace bastante bien, blockbuster palomitero en su máxima expresión. La película se basa en acción y efectos visuales, no hay un conflicto del personaje, apenas vemos cosas de su pasado, solo nos muestran escenas de disparos, peleas coreografiadas y poco argumento narrativo.

En conclusión, es una película que dura 2 horas y que si te gusta la acción se te pasaran muy rápidas, pero fuera de eso no tiene nada más.