Y lo peor de todo es que conozco casos tan reales como el de Rocío. Gente a la que no le llega la ayuda que sí se da a ciertos colectivos que proporcionan jugosos votos, independientemente de que partido gobierne.
Película necesaria, con mucho mensaje crítico y en la que incluso se dan paradojas (ver spoiler). Claramente sostenida por una Natalia de Molina a la que dan ganas de ponerle un piso, como actriz y como guapa incluso medio desaliñada.
Mi nota: 7,4

Parafraseando a Delibes, creo que esta película trata de esa sensación de sospecha continua tanto en Higinio como en los que están convencidos de que no murió. Sólo por las dos escenas que explico en spoiler la película merece la pena, marcando además la primera de ellas un punto de inflexión. De hecho, "La trinchera infinita" comienza con muchos estereotipos y algo lenta, aparte de que apenas se les entiende cuando susurran con ese fuerte acento andaluz. Pero luego...
No vamos a descubrir a estas alturas a Antonio de la Torre. El auténtico descubrimiento es Belén Cuesta, pues no olvidemos que provenía del humor de El Terrat. Y eso que no está tan bien caracterizada en su envejecimiento como el de él. Tampoco desentona el personaje de Gonzalo, que me recordó en muchos momentos al de Carlos Casaravilla en "Muerte de un ciclista" como esa amenaza que lanza indirectas y trata de sonsacar información para hacerles partícipes de que conoce la verdad.

Para quien no haya visto "Bienvenidos al norte" puede resultar chocante. Para los que ya conocemos el argumento, se pierde la sorpresa con escenas en ocasiones idénticas. Eso sí, quizá para los españoles sea más comprensible esta versión italiana por aquello de que somos más parecidos que los franceses casi belgas que planteaba la original. Supongo que para el doblaje han tenido que recurrir a alguna forma de hablar estrambótica pero que se entendiera, además de meter con calzador palabras aragonesas porque Nápoles formó parte de la Corona (como Cerdeña y Sicilia).
Tiene algún golpe de humor, pero es más de lo mismo aunque tampoco molesta.
Mi nota: 6,3

Correcto western de John Sturges, con Robert Taylor en su típico papel de honorable y Richard Widmark en el de "malo" con sus matices e inteligencia. Completa el trío la bella Patricia Owens y unos cuantos secundarios que cumplen.
Teniendo en cuenta que el guión parte de muy poco material y es muy simple, es una película bien hecha. Pese a que la premisa de la que parte sea el colmo de los colmos de la ética del personaje de Taylor.
Mi nota: 6,8

Prometía con esa presentación de las parejas para identificar a las que luego serán las protagonistas. Sin embargo, luego comienza a dar rodeos, a mezclar asuntos políticos con gángsters y a tener altibajos, lo cual la convierte en una película del montón. Además, al principio no parece ni siquiera un thriller, por mucho que el director se empeñe en tratar de que parezca tal. Mucho reparto y pocas nueces, tan sólo para ser un título que se deje ver.