Una película tan tonta que produce hasta simpatía. No asustaría a ningún niño actual. Quizás sí a mí con 5 años. ¡Y aún así tiene un patético encanto! ¡Es cómo ver "Sálvame" con sus eternas memeces intentando llegar a la trascendencia! Una forma como otra de perder una hora y pico de la vida.

Hubo un tiempo en que se exigía un mínimo a una película de terror. Incluso durante los ochenta y noventa.
Esta película, de diálogos absurdos, parece una grabación de un ensayo de la misma. El doblaje en español, no obstante, es bastante bueno.
El uso de la iluminación y los encuadres deja mucho que desear. Los crímenes absurdos y el fantasma del malo etéreo, vulgar. El guión es malo. Y las actuaciones son pésimas. Aunque no creo que sea tanto por algunos actores, como por lo que le pidieron.
Encontramos ejemplos de buenas películas de casas encantadas desde décadas antes. No se la puede disculpar por “antigua”.
Por último está la música, que prácticamente no está. Y un desnudo total de la chica de turno, que es solo eso: un desnudo. Carece de cualquier carga erótica.

Un anuncio realmente simpático, sin complicaciones. Los actores y actrices hacen bien su papel. Se agradece nuevas perspectivas (al menos para mí) fotográficas de una Scarlett Johansson que demuestra en pocos minutos su talento como actriz. Buena fotografía, música oportuna y dirección.

Puede ser que a alguien le parezca esto “un corto”. Pero es más “un corte”. Un guión tonto y repetitivo. Y todo se basa en la voz adulta de un niño. Un absurdo.
Lo malo a la hora de intentar hacer una crítica de un corto así, es que no da para más aunque se intente. Es como si un niño hubiera creado la historia para pasar con un suficiente al siguiente curso de “Cine para niños”.

Salvo por la curiosidad de ver a Mayra Gómez Kemp, de pelirroja y en bikini (para los que tenemos una edad y la recordamos del “Un, dos, tres...”), la película tiene el aliciente de... ¡Bueno, no, no tiene alicientes!
La dirección es pésima, la fotografía cutre, el guión no es de género “B”. Simplemente, tiene más enjundia las instrucciones de un yó-yó.
La música es, aún siendo escasa, lo más efectivo de la película. Lástima que las secuencias no alcancen su ritmo.
Por último, los actores y actrices... Debieron contratar a alguno.