Anoche vi en el programa de Garci, esta joyita del cine italiano. Una comedia brillante, repleta de humor negro, una manera de tratar el drama de un matrimonio que no se puede deshacer, en una época pasada donde el divorcio no existía por culpa del código 587
Toca de frente un tema delicado y actualmente no se podría rodar esta película porque la sociedad está muy concienciada con la violencia de género, aunque inteligentemente el director lo muestra en las dos direcciones. Aun así, estaría prohibidísimo rodar esta película ahora mismo.

Muy divertida desde el primer momento, la vida que llevan los protagonistas con su condominio, la doble moral, la pequeña ciudad ficticia que juzga y ayuda a que la comedia fluya, la casa donde vive el conde, los encuadres de la misma, son detalles llenos de intención y calidad. Es una gran película de las que merecen la pena, que recibió varios premios importantes y nominaciones
Genial la interpretación de Marcello Mastroianni, un hombre cegado por el deseo, que hará lo necesario para satisfacerlo. Con mucha habilidad Pietro Germi nos muestra dos realidades, la que vive el protagonista en su cabeza y la que viven los demás. Y es genial como el protagonista muestra esa evasión de la realidad, como está muy por encima de lo que piensen los demás, por encima del bien y del mal, un hombre obsesionado con una lolita y cuyo único fin es satisfacer su lujuria. En algunos momentos Mastroianni con el pelo rizado y el bigote, se parece a Charlot, su comedia física con el tic nervioso y durante toda la película, es muy buena.
Stefania Sandrelli encarna al mito erótico de Lolita, su papel es fundamental para entender la obsesión del conde. Daniela Rocca también está muy bien en el papel de esposa insufrible, el resto de secundarios también muy bien, todos ayudan en esta gran sátira sobre el matrimonio.

Una parodia de la debilidad del hombre, destinado a perder, aunque gane.
Decía Baudelaire que el sexo sin amor es una orgia de cochero o el cumplimiento de un deber conyugal. Está claro que Fefé prefería ser cochero.

Interesante rareza de película del gran Fernando Fernán Gómez, con un argumento quizás sacado de alguna crónica de la época, un crimen de provincias muy surrealista.
Mientras veía la película me puse a buscar imágenes para documentarme y me hice a mi mismo spoiler, aunque la película me sonaba y creo que la vi hace muchos años, por supuesto no la entendí, supongo que la vi cuando era niño y solo había dos canales, ahí veías lo que ponían en TVE o en tve2, o no nada.

Truculenta historia la que plantea, relaciones paralelas, buenas interpretaciones. Tota Alba da miedo en el papel de hermana mayor y los jóvenes hermanos interpretados por Jesús Franco y Rafaela Aparicio, tienen esa inocencia debido a su retraso mental, pero a la vez son mezquinos, son niños grandes que se han negado a crecer, a la sombra de una hermana castrante y malvada, una historia curiosa que seguro que es reflejo de alguna realidad de tiempos pasados.

Carlos Larrañaga impecable en el papel de galán, su personaje sorprende por lo adelantado a la época, una conducta sexual que pasó la censura y que podría haber dirigido Almodóvar 20 o 30 años después.
Me gusta el papel de María Luisa Ponte, amenazando al cura, una señora con carácter que ejerce de voz del pueblo, un pueblo reprimido que quiere modernizarse y que atrapa a Lina Canalejas en el pasado y por el contrario lleva a una exuberante Sara Lezana hacia el futuro que habría del venir a España, una película fiel reflejo de una época marchita que se acababa en esa década.

Tiene varias lecturas, la diferencia de clases también es otra visión que da Fernán Gómez, un buen ejemplo de cómo se puede hacer una obra de arte del cine con muy poco material y un guion muy básico. Merece la pena su visionado

El otro día en el base camp y después de haber visto Bienvenidos al norte, recomendé ver una de las mejores comedias francesas de la era moderna. Los visitantes fue el descubrimiento de Jean Reno, era joven cuando rodó esta película y Christian Clavier, su fiel escudero fue otro descubrimiento, no ha llegado a ser tan famoso como su hidalgo caballero.

Después de esta película tan peculiar y que hace casi 30 años me fascinó, hicieron una secuela y una versión americana que se llamó Los visitantes no nacieron ayer, o quizás ese fue el nombre de la segunda película francesa.

Pero la primera tiene un guion divertidísimo, después de tantos años me recordó a La princesa prometida, pero más gamberra y original. Una genialidad que esta entre las películas de mi vida. Después de tantos años me provoco carcajadas alguna escena, recuerdo siempre cuando le tira la comida al suelo. Una lección de historia del medievo con un humor negro francés no muy fino, de trazo grueso, pero muy divertido para los que somos de aldea.

Rareza de finales de los años cincuenta, una película extraña sobre el fenómeno de los asesinos en serie. El protagonista es un metódico policía que decide por su cuenta, investigar un asesinato. Con la intuición como arma, es un justiciero sin violencia, una versión suiza de Colombo.
Esta coproducción española, de un director que rodó mucho cine en nuestro país, es muy atípica por el tema que toca, por como lo hace y por sus localizaciones e interpretaciones. Esta basada en una novela y esta cambiado el final y algunos de los roles de los personajes, la protagonista femenina es una prostituta en la novela.

Es una película muy fría, el titulo y el argumento son de una moralidad cuando menos cuestionable, utilizar a una madre y a una niña para atrapar a un asesino es una trama dura. No hay ningún vinculo romántico entre ninguno de los personajes, solamente se muestra una relación matrimonial y es una autentica pesadilla.

Heinz Rühmann interpreta a este Sherlock Holmes germánico suizo, inteligente, brillante y a la vez triste, oscuro, solitario. Un personaje complejo que se aleja del héroe al uso y por supuesto del héroe de las películas de Hollywood.
El papel de Gert Fröbe esta fantástico metido en la piel de Schrott, otra personalidad inquietante que da miedo aunque sea de día, ya la dice el titulo en alemán.

Merece la pena ver la historia que nos cuenta Ladislao Vajda y la manera en la que lo hace.

Primer titulo de Halle Berry como directora en el que ella misma se emplea a fondo físicamente para meterse en el papel de una luchadora de artes marciales mixtas, un reto a su edad y una interpretación profunda para este drama que conmueve pero no aporta nada nuevo al genero. Hay varias películas muy parecidas y alguna con protagonista femenina, que son bastante mejores, sin ir mas lejos Million Dolar Baby o El luchador. Las comparaciones son odiosas pero Herida abusa demasiado de los tópicos, aunque tiene buenas interpretaciones y buenas escenas de lucha, el resultado es bastante previsible.

Supongo que Mrs. Berry se ha ganado el derecho a jugársela con un proyecto propio tan exigente como este, después de cuarenta años de carrera.