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España España · Albacete
Críticas de Juan Pablo
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Críticas 333
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
10 de diciembre de 2020
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
'El desertor', adaptación de la novela de Siegfried Lenz que dirige Florian Gallenberger, toma forma de miniserie de dos capítulos y se puede ver en Filmin. Lenz no vio en vida publicada una obra que, pese a ser una ficción contiene apuntes autobiográficos. Pensamientos íntimos de un hombre marcado profundamente por la guerra. Como plasmación en pantalla de sentimientos, dilemas, dudas y conflictos emocionalmente disruptivos, la miniserie me resulta fría como un témpano. Autómata y distante. Un ejercicio cinematográfico con tintes oficinescos, que sólo de manera puntual sabe trasladar la intensidad del momento, el lugar o el contexto.

Walter (Jannis Niewöhner) es un joven alemán que parte hacia el frente cuando la derrota germana no está en discusión, salvo para los nazis más fanáticos. Él mismo tiene dudas, su familia no simpatiza con el régimen. Le une el respeto a la camaradería de sus compañeros. Un accidente de tren le sitúa dentro de un pequeño grupo de soldados que intentan sostener un Reich tambaleante en la retaguardia. Allí conocerá la desidia de un conflicto del todo perdido para su país y el amor hacia una partisana polaca. La vileza inherente a una conflagración en vías de extinción, cuando el sálvese quién pueda alumbra lo peor de la condición humana, se plasmó con singular crudeza en la película de Robert Schwentke 'El capitán' (2017).

En 'El desertor' el protagonista acaba enrolado en las filas del ejercito rojo. Casi un accidente para alguien vacilante, cuyas creencias apelan al sentido común, al de pertenencia y no precisamente al del fanatismo ideológico. Llegado este extremo, la narración adquiere unos derroteros que no me creo, incluido un romance improbable en tiempos de guerra que adquiere un involuntario toque sarcástico.

Todo ello envuelto en una escenografía perfectamente mejorable, casi de serie b. La cinta enfatiza el desengaño de este joven ante el desempeño de sus nuevos conmilitones. Con remordimientos que consumen ilusiones y energías. Lógico trauma de quién ha servido bajo el paraguas de los dos grandes totalitarismos del pasado siglo. Un mensaje contra el horror de la guerra y la bajeza ética de los contendientes que merecía, dado los antecedentes del escritor en que está basada la serie, un trabajo de mayor enjundia. 

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Juan Pablo
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6
2 de diciembre de 2020
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última producción coreana de Netflix, de título ‘El teléfono’, es un híbrido a medio camino entre el thriller y la ciencia ficción. Dirigida por el debutante Lee Choong Hyun, dos líneas temporales van a conectarse entre sí a través del celular. Aparato que aquí parece tomar vida propia, anunciando la siguiente vuelta de tuerca para una historia que encuentra acomodo en el exceso. Dos jóvenes (Park Shin-hye, Jun Jong-seo) que han compartido una misma casa en momentos diferentes, van a interactuar a través de continuas llamadas.

Las acciones que una y otra emprendan a partir de ese instante van a tener consecuencias inesperadas, cambiando el entorno, afectando a terceros y trastocando la vida de las mismas. Un entretenido juego de espejos que encontró en ‘El efecto mariposa’ (2004), un delirio atractivo a cuenta de la teoría del caos y la imprevisibilidad abierta tras la toma de decisiones a priori intrascendentes.

Con ideas que recuerdan a ‘Frequency’, aquel filme dónde James Caviezel se comunicaba con su padre (Dennis Quaid) fallecido tiempo atrás en un incendio, intentando salvarlo, ‘El teléfono’ comparte algunas de las virtudes que marcan el éxito del reciente cine coreano. Unas sólidas interpretaciones escoltan una cadencia salvaje que, una vez desatada, lanza al espectador por una pronunciada pendiente que amenaza por aniquilarlo todo. Y al igual que el universo se está acelerando en su expansión, las realidades paralelas que plantea la cinta siguen la misma tendencia.

Los constantes giros de guion se recrean en el disparate. Llegado cierto punto el cansancio por tanto va y viene, un toma acá y otro allá, va mermando mi atención. Hasta el punto de acabar por importarme relativamente poco qué le ocurre a estos personajes en su zigzagueante existencia. El disfrute viene por el lado de una factura técnica impecable y esa cosa tan difícil de encontrar en el cine actual: la contundencia fílmica.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para http://rockandfilms.es
Juan Pablo
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6
30 de noviembre de 2020
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué somos capaces de hacer cuando nos enfrentamos a un atropello de dimensiones cósmicas?. Esos que no están sujetos a negociación ni admiten posibilidad alguna de consuelo. ¿Y si la ley o el orden de cosas establecido juega en nuestra contra, pese a estar convencidos de las bondades de nuestros planteamientos?. Es el trasfondo que impregna la última película de Thomas Bezucha, ‘Uno de nosotros’.

Kevin Costner y Dan Line forman un matrimonio maduro. Ambos jubilados, han pasado por el duro trance de perder un hijo. Sobre la viuda de su vástago y su nieto se abre un futuro incierto, marcado por los malos tratos tras un segundo casamiento. Que el menor quede bajo la custodia del padrastro y su familia quita el sueño a la pareja protagonista. Recuperarlo se convierte en una obsesión. Casi un deber moral, aún a sabiendas de lo difícil de la empresa.

‘Uno de nosotros’ se estructura en dos partes bien diferenciadas en cuanto a su tono. La primera abraza el drama de tinte más clásico, dónde el mayor disfrute radica en el desarrollo frente a la cámara de Line y Costner. Ambos sublimes, saben trasmitir la impotencia del que cree no estar a esas alturas de su vida para según que tipo de empresas. También atesora bellas imágenes de los vastos espacios abiertos dónde se despliega la trama (Montana, Dakota del Norte), que añade carácter melancólico a su ya de por sí deprimido estado anímico.

La segunda toma forma de western crepuscular, con una tensión in crescendo conforme los diferentes personajes interactúan entre sí, y va ganando peso el matriarcado ejercido por una tal Blanche Weboy (Lesley Manville). Típica mujer que entiende la familia como posesión. Llegado el momento del clímax, de la acción pura y dura, lo que veo se torna previsible y convencional. Punto y final discreto para una cinta que cuenta con apuntes atractivos.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Juan Pablo
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7
26 de noviembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una escena de ‘El cuaderno de Tomy’, última película de Carlos Sorín producida por Netflix, un médico se dirige a su interlocutor espetándole: “es muy delgada la línea que separa la sedación terminal de la eutanasia”. Se abre paso así, a un tema que socava las creencias éticas y morales hasta los cimientos. No hay posibilidad de tregua, ni de llegar a acuerdo alguno. Un conflicto de múltiples ramificaciones que se topó con la inteligente narración de Alejandro Amenábar y la espectacular interpretación de Javier Bardem en ‘Mar adentro’, para echar gasolina a un fuego imposible de apagar.

Basada en una historia real, narra los últimos días de vida de una mujer joven (Valeria Bertuccelli) que agoniza al padecer un cáncer terminal. Casi toda la acción tiene lugar en la habitación de una clínica, dónde esta mujer va a estar en todo momento acompañada de su marido (Esteban Lamothe), recibiendo las visitas de su hijo Tomy y un grupo de allegados.

El tono natural, intimista y humano que Sorín impone, alumbra un drama repleto de emotividad, alejado de sensiblerías de todo a cien y otras exageraciones. Siguiendo el argot argentino, podríamos decir que la cinta no se deja llevar por boludeces. Esta enferma terminal escribe un cuaderno para su hijo de tres años. Testamento de una madre que mira de frente a la muerte. Animosa, entera, sin perder el sentido del humor, su comportamiento ejemplar llega a los medios de comunicación, previo paso por las redes sociales.

El derecho a una muerte digna, el papel que juega la publicidad sobre enfermos, familiares y médicos a la hora de enfrentarse a este escabroso asunto, se abordan desde el recogimiento. Una exposición de motivos que se agarra con fuerza al interior de los personajes. Todos ellos zarandeados por tesituras terribles. ‘El cuaderno de Tomy’ se agarra con fuerza a la vida. En esa contradicción anda su grandeza. Amén de un elenco que está contenido y soberbio.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Juan Pablo
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6
23 de noviembre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ‘Mamá te quiere’, última película del director estadounidense Aneesh Chaganty, Sarah Paulson y la debutante Kiera Allen son madre e hija. La joven vive postrada en silla de ruedas desde dónde alcanzan sus recuerdos, dependiente de la medicación que le suministra su madre. Su sueño es poder ir a la universidad, empeño en el que deposita todas sus ilusiones y energías. Con una madre sobreprotectora, la mayor parte del tiempo la mantiene aislada del mundo, fuera del contacto con los demás.

Unas actitudes y comportamientos que comienzan a generar recelos en una adolescente con muchas ganas de ampliar su espacio vital. Ese deseo por conocer, por observar la vida sin persona interpuesta le llevará a descubrir oscuros secretos de su progenitora. A partir de premisas formulaicas, trilladas hasta la saciedad y muy manidas en el séptimo arte, Chaganty se las ingenia para orquestar un thriller resultón, absorbente en sus 89 minutos de metraje.

La película se sustenta sobre dos pilares que la hacen consistente. La gran interpretación que ejecutan sus dos actrices principales, junto a un ambiente opresivo y atmosférico, que le va ganando terreno a la puesta en escena conforme la trama va desgranando sus secretos. Mientras Sarah Paulson hace creíble su desvarío, Kiera Allen pone rostro desencajado y ojos que pareciera van a salir de sus órbitas, al tiempo que su madre va despojándose de las muchas capas de cebolla sobre las que se resguarda.

Al igual que ejecutara en su ópera prima ‘Searching’, Chaganty emplea pocos recursos narrativos, haciendo bueno aquello del menos es más. Si en su debut era una historia que se abría paso en la pantalla de un ordenador lo que enganchaba al espectador, en ‘Mamá te quiere’ el suspense emana del propio dibujo de los personajes. Los típicos giros de guión ponen la dosis justa de pimienta a un thriller con nervio.

Grata sorpresa.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es/
Juan Pablo
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