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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Críticas de El Golo Cine
Críticas 818
Críticas ordenadas por utilidad
7
11 de setiembre de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Malignant (2021) es la última película del director de origen malayo que creó las franquicias de Saw y The Conjuring. Utiliza distintos recursos del terror y logra un relato volcado al entretenimiento. Sangre por doquier, gore y una banda de sonido muy acertada son algunos de los elementos principales.

Por Nicolás Bianchi

Malignant se vende a sí misma como una ‘nueva visión’ del terror (tal es el slogan que figura en el afiche), lo cual no es del todo cierto. Se podría decir que, en lo que concierne al género, lo que ofrece el film no es nuevo pero es bueno. Wan reutiliza varios trucos que le significaron un éxito importante en su carrera y lo vuelve a lograr, mientras da renovadas muestras de su habilidad visual para contar historias retorcidas.

La película abre con una secuencia que transcurre en los años 90 en un nosocomio a las afueras de Seattle, Estados Unidos, donde un grupo de médicos tiene serias dificultades para controlar a un paciente con habilidades extraordinarias. Luego de los primeros estallidos sangrientos el relato se traslada al presente, en la misma ciudad del noroeste americano, en la que Madison (Annabelle Wallis), que lleva adelante un embarazo que está por llegar a término, vive en un caserón junto a Derek (Jake Abel), un alcohólico en vías de recuperación que tiene problemas para controlar su temperamento.

La vivienda de la pareja remite inevitablemente a las de la saga de The conjuring y al planteo de Insidious, en la que el foco está puesto en el rol del hombre en la manutención de la familia. La casa es enorme, tiene muchas habitaciones, más de un piso, un sótano y está hecha, sobre todo, con madera, que cruje por las noches. Aquel paciente que se había presentado antes, de nombre Gabriel, vuelve a escena, aunque no sea mostrado, y la convierte en un lugar poseído.

Gabriel tiene una suerte de agenda vengativa que intenta llevar adelante y está conectado de alguna manera no del todo clara con Madison. Ella puede ver, a modo de pesadilla, algunas de las atrocidades que comete ese extremadamente ágil y fuerte ser. Pronto se incorpora al film el detective Kekoa Shaw (George Young), a cargo de investigar qué es lo que sucede con Gabriel, Madison y sus visiones.

Wan sostiene a Malignant tocando prácticamente todas las teclas de su repertorio. A lo ya referido sobre sus otras obras se suma que las secuencias con el detective, y alguien a quien Gabriel mantiene cautivo, refieren a Saw. En la película hay escenas sangrientas, gore, una cantidad exorbitante de fracturas expuestas y varios sustos. La música, a cargo de Joseph Bishara, es un complemento ideal para lo que se ve en la pantalla. A su manera, Wan también referencia al giallo y a las películas clase B, sobre todo, de los ochenta.

No va en detrimento de sus logros pero, si bien la película es un muy entretenido relato de terror, es difícil encontrar aquí algo realmente novedoso. Además de los paralelos con la filmografía que el director ya produjo dentro del género, el argumento es muy similar al de la novela La mitad siniestra, de Stephen King, sobre lo que no es necesario realizar más comentarios para evitar spoilers. Malignant, más allá de algún bache en el desarrollo, es atractiva, visualmente inteligente y contiene muchos elementos que los fans del terror pueden apreciar. Pero no es, de ninguna manera, una ‘nueva visión’ sobre el género.

Se estrenó en cines, está disponible en distintas plataformas (depende del país) y también se consigue online. Contacto: [email protected].
El Golo Cine
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6
29 de abril de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
The virtuoso (2021), dirigida por Nick Stagliano, es un thriller de acción que sigue a un asesino profesional que debe cumplir con una imprecisa misión en un pequeño y apagado pueblo estadounidense. Cuenta con la participación secundaria de Anthony Hopkins, reciente ganador del Oscar.

Por Nicolás Bianchi

Como para poner más distancia la voz en off que narra la película es la del propio protagonista, el hitman, que habla de sí mismo en tercera persona. Se trata de un hombre frío, prácticamente maquinal, que vive por y para su trabajo. Como marca del personaje la película ofrece una escena en la que el asesino a sueldo, interpretado por Anson Mount, ensaya la mueca que su rostro debe hacer al sonreír, un gesto olvidado en su vida cotidiana pero necesario cuando tiene que pasar desapercibido en sociedad.

Luego de un encargo que el virtuoso, así dice que le dicen, logra completar con algún inconveniente de por medio es rápidamente asignado a una nueva misión por el mentor, el veterano Anthony Hopkins en un papel menor y de rutina. Así es como llega a un pequeño pueblo ubicado en el bosque cerca de alguna montaña de Estados Unidos. La película no es para nada generosa con los nombres, ni de los personajes ni de los lugares.

El mismo problema tiene el protagonista, que como único dato cuenta con las palabras ‘white rivers’ (ríos blancos en español), contraseña que de algún modo debería llevarlo al objetivo que es necesario eliminar. La clave parece estar en el único café del lugar, donde el protagonista se reencuentra con la camarera (Abbie Cornish), a quien había conocido en una gasolinera en la ruta.

Además de ella, en el lugar se topa con un policía (David Morse), un hombre solitario (Eddie Marsan) y una pareja de extraños (Richard Brake y Diora Baird). Al revés de las narraciones en los que se busca a un asesino, aquí lo que el protagonista debe dilucidar es quien será la víctima del asesinato que le encargaron. La voz en off, algo artificiosa en principio, es útil para agregarle algo de textura a escenas en las que necesariamente los personajes son sumamente inexpresivos.

Es improbable aunque no imposible que Stagliano, el director, haya visto esa gran película argentina de Adolfo Aristarain titulada Últimos días de la víctima (1982), que no solo construía el personaje de un frío asesino a sueldo, interpretado entonces por Federico Luppi, sino que también daba cuenta de una época de violencia a oscuras y en silencio, en la que un hombre armado con el propósito de matar a otro por encargo podía ser uno más del montón.

Si hay algún punto de contacto entre The virtuoso y su época, la actual, es la idea de cierta confusión posible en la que cualquier persona puede adoptar cualquier rol. Todos los personajes, en buena medida, son individuos aislados del resto. No existe ningún tipo de comunidad por más pequeño que sea el pueblo donde transcurre la acción. Cualquier otra comparación con el film de Aristarain es perjudicial para Stagliano.

De todas maneras la película cumple con las dosis de suspenso y acción necesarias para sostener el interés del espectador. El irrelevante papel de Hopkins está sobre utilizado por el peso del actor (sus participaciones se podrían haber resuelto con una voz en el teléfono) mientras que el muy sólido Morse está algo desaprovechado. The virtuoso no tiene esa precisión necesaria en un asesino por encargo, aunque algo desprolijamente logra cumplir con su misión.
El Golo Cine
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6
25 de diciembre de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Walter Hill, integrante de la generación que renovó el cine estadounidense en la década del 70. Una trama clásica y una serie de tomas que recrean distintas perspectivas visuales que este género le ha aportado al cine.

Por Nicolás Bianchi

Hill es un hombre de la industria cinematográfica con una extensa y exitosa trayectoria. Entre sus éxitos se cuentan The Warriors (1979) y el guión de Aliens (1986), la segunda entrega de la saga que comenzó Ridley Scott y continuó James Cameron. Además, es parte de la generación que emergió durante los 70 y que integran cineastas como Martin Scorsese, Steven Spielbierg, Francis Ford Coppola y George Lucas, entre otros.

A sus 80 años, Hill presenta en Dead for a dollar un western prolijo, clásico y bien filmado, como si fuera un repaso de varias de las virtudes de este género. La acción transcurre a fines del siglo XIX en la frontera entre Nuevo México y Chihuahua. Un cazador de recompensas, Max Borlund (Christoph Waltz), acepta la misión de recuperar a la esposa del hacendado Kidd (Hamish Linklater), supuestamente secuestrada por el soldado afroamericano desertor Elijah Jones (Brandon Scott).

En este mundo fronterizo hay otros dos personajes relevantes. El ladrón Joe Cribbens (Willem Dafoe), que alguna vez ha sido apresado por Borlund, recupera su libertad y también emprende marcha rumbo al sur, donde se cruzará con los demás protagonistas de la historia. A su vez, estas tierras funcionan bajo el mando del criminal Tiberio Vargas (Benjamin Bratt), una suerte de señor feudal mexicano.

Por un lado, la película plantea el enfrentamiento entre dos viejos enemigos, Borlund y Cribbens, Waltz y Dafoe, el cazarrecompensas y el criminal. Ambos actores construyen personajes atractivos y con carácter, típicos de su trayectoria. Borlund es recto e incorruptible y, sin dudas, recuerda al villano nazi Hans Landa de Inglorious basterds (2009). A su vez, Cribbens es uno de esos hombres que no tiene nada que perder. Hay algo de irracionalidad en él que Dafoe, como siempre, interpreta muy bien. Además, el contraste con la intransigencia de Borlund es perfecto.

Ahora bien, Dead for a dollar es también un relato sobre una mujer fuerte y decidida en un contexto desfavorable. Con respecto a esto, Rachel (Rachel Brosnahan) no es en verdad víctima de un secuestro, sino una fugitiva que huye junto a un compañero que ha escogido para iniciar una nueva vida. Este personaje no encaja ni en el mundo civilizado de Nuevo México ni en la Chihuahua oprimida por Tiberio Vargas.

En síntesis, en esta película quizás no haya grandes innovaciones, pero sí varios componentes propios del western que han sido bien utilizados. Los diálogos son precisos, los personajes están bien construidos y las escenas de acción que resuelven la trama se presentan de manera atractiva. Dead for a dollar es un ejercicio sólido realizado por un hombre que forma parte de una generación clave en la historia del cine.

Está online. Contacto: [email protected]
El Golo Cine
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5
8 de julio de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una hija busca a su madre después de su desaparición en unas vacaciones en Colombia. Todo transcurre a través de distintas pantallas. La película tiene una duración excesiva y rompe el verosímil más de una vez.

Por Nicolás Bianchi

Tanto Nicholas Johnson como Will Merrick, directores de Missing, integraron el equipo de Searching (2018), una película que obtuvo premios y críticas excelentes. Este film fue uno de los pioneros, sino el primero, en contar una historia exclusivamente a través de distintas pantallas como teléfonos celulares, computadoras u otros dispositivos. En este caso, se trataba de un padre que investigaba la desaparición de su hija.

Missing hace lo mismo pero invierte la premisa. Ahora, quien investiga es la hija June (Storm Reid) y quien ha desaparecido es la madre Grace (Nia Long). Después de una breve introducción que permite conocer a los personajes principales de esta historia, Grace se va de vacaciones durante una semana a Colombia con su relativamente nuevo novio Kevin (Ken Leung). June aprovecha su casa sola para festejar con Veena (Megan Suri) y otras amigas.

Ahora bien, el día que Grace y Kevin debían regresar no lo hacen. Entonces, June comienza una pesquisa que incluye contactos con diplomáticos y funcionarios de la CIA en Colombia, empleados de hotel y otros personajes locales. La película tiene algunas ideas efectivas, como el uso del traductor en línea. Como June no habla castellano y el empleado del hotel donde su madre se había alojado no habla inglés, la joven va traduciendo lo que este hombre le dice. De esta manera, se introducen las primeras revelaciones de la trama.

El primer golpe al verosímil sucede cuando June llama a Javi (Joaquim de Almeida), un chofer y electricista colombiano que la joven contrata por horas para que la ayude a investigar el caso. El guión lo soluciona con una línea de diálogo: Javi le dice a June que, por su perseverancia, le hace acordar a su hija. Estos recursos muy forzados, pero evidentemente necesarios para la historia, se repiten.

Missing explora bien las posibilidades de contar historias y buscar información a través de pantallas. Las cámaras en vivo accesibles por la web, las llamadas con video y otras herramientas son exprimidas al máximo. Cuando se produce un avance importante o revelación, el film recurre a los videos de los noticieros que June ve en su computadora para saber qué dicen los medios de su madre desaparecida.

En cualquier caso, la solidez del truco de contar a través de pantallas depende de la resistencia de cada espectador. De todas maneras, que una película así dure una hora y 50 minutos es un exceso. En este sentido, a Missing le sobra, por lo menos media hora y 3 o 4 giros en la trama. Cuando ya cualquier cosa puede suceder y el relato pierde rigurosidad el interés se disipa. Hace falta más creatividad y más economía para continuar explotando un sub género tan limitado.

Está disponible en HBO Max. Contacto: [email protected]
El Golo Cine
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6
1 de setiembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No Man of God (2021) es una película, de la directora Amber Sealey, que recrea los encuentros en prisión entre el asesino serial Ted Bundy y uno de los primeros agentes del FBI que se encargó de confeccionar perfiles de criminales múltiples. Con Elijah Wood y Luke Kirby.

Por Nicolás Bianchi

El género true crime está de moda y atraviesa una época en la que muchas producciones se vuelcan hacia casos del pasado, ya sea en el documental, o como en este caso, en la ficción. Por más que haya actores, un guión, seguramente momentos rellenados a partir de la imaginación y todo lo que es propio de una obra ficticia, las narraciones como No Man of God guardan una relación estrecha con algún tipo de documento que, más que nunca, les permita el latiguillo de ‘basado en una historia real’.

En este caso el punto de partida de la película es la producción escrita del agente del FBI, ya retirado, Bill Hagmeier (Elijah Wood), quien integró el primer equipo profesional que elaboró perfiles de criminales notorios. Hagmeier logró durante los años ochenta ponerse en contacto y entablar una relación con Ted Bundy (Luke Kirby, de The Marvellous Mrs. Maisel), un feroz asesino múltiple que entre fines de los 70 y principios de los 80 abusó, violó y mató a por lo menos 30 mujeres en diferentes estados norteamericanos.

La misión que el jefe Depue (Robert Patrick) le asigna al protagonista de la película es doble. Por un lado, como psicólogo, Hagmeier debe intentar obtener información sobre cómo Bundy piensa, siente y razona para poder evitar futuros casos como el de él. Por otra parte, el asesino fue apresado y condenado por un solo crimen, y no confesó los demás. Decenas de familias esperaban algo de información que les permitiera cerrar, o comenzar, el duelo por sus hijas desaparecidas.

El film se centra en las conversaciones de ambos personajes en prisión, en las que esgrimen una suerte de duelo retórico en el que ambos intentan obtener información del otro. Es así que la dinámica de la película es prácticamente teatral. Son dos hombres hablando con una mesa de por medio y la película se sostiene a partir de las actuaciones de Wood y Kirby.

El actor que pasó a la fama luego de interpretar a Frodo en Lord of the Rings cumple con solidez con el rol de un agente medido, creyente, moderado y sagaz. La interpretación de Kirby, más compleja por la oscuridad del personaje, también es correcta aunque alguna línea de diálogo le haga deslizarse de un tono muy oscuro hacia el absurdo, maniobra que de todas maneras logra afrontar.

Visualmente la película es muy prolija y Sealey consigue, por medio de algunos detalles, agregar tensión a los primeros encuentros y luego recrear un ambiente más parecido a la amistad, a medida que pasa el tiempo. Los fragmentos más interesantes de los intercambios se dan, por supuesto, cuando los grabadores se apagan. No Man of God es una película muy interesante para los seguidores del género true crime.

Disponible en Amazon Prime Video, Vudu y Apple Tv. Contacto: [email protected].
El Golo Cine
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