Qué cosa más mala de pelí­cula. Poco se puede salvar, si acaso un par de escenas, quizá la parte donde los 4 fantásticos asumen sus poderes, pero incluso ahí­ los guionistas van prestos a destrozar lo único digno que le queda a este engendro de 100 millones de dolares.

Vaya guión, vaya diálogos más planos, vaya villano más mal aprovechado.... y vaya final (Statue of Liberty incluida). Por momentos creí­a estar viendo una especie de "Team America 2" pero tomándose en serio y rozando el ridículo. Los actores hacen lo que pueden, pero estos no son los 4 Fantásticos del comic. Son una parodia. Con estas pelí­culas sólo busco un determinado tipo cine sin pretensiones con el único fin de entretenerme y ver reflejadas en carne y hueso algo de los comics, pero es que con "Los 4 Fantásticos" ni eso.

Uno de los films más duros que he visto en años, y sin recurrir a ningún tipo de "truco" de género dramático, simplemente mostrando la cruda realidad, sin filtros, sin concesiones.

Una película necesaria, aunque hay que avisar que bastante dramática.

"Perdidos" es el exponente más brillante de esta nueva ola de series de ciencia-ficción que viene a ocupar el espacio dejado por Hollywood tras la escasez de buenos títulos de este género.

"Perdidos" es un universo de posibilidades en expansión alrededor de una misteriosa isla y que no deja atrás agujeros negros argumentales: cada capítulo plantea numerosos interrogantes pero a la vez responde a otros, a veces sin despeinarse, otras con soluciones algo forzadas, pero manteniendo una cierta coherencia. Un magnífico guión que no sería nada sin la ayuda de unos personajes genialmente trazados y tremendamente humanos. Y qué decir de la banda sonora, el sello de Michael Giacchino se deja notar. La historia de la televisión le tiene preparado un hueco en los altares, quizá cerca de la inolvidable Twin Peaks.

Después de dos fallidos e innecesarios intentos, el amigo George ha dado con la tecla que le catapultó al éxito 27 años atrás. Casi todos los elementos que hicieron grande a la saga están presentes en este "Episodio III" (incluso esos diálogos a veces estúpidos). Los constantes guiños a la trilogía original (culminados por unos magníficos últimos cinco minutos) lo convierten en perfecto nexo de unión con el "Episodio IV". Al contrario que en anteriores episodios, no tiene bajones de ritmo importantes, ni escenas que den vergüenza ajena (quizá uno ya esté curado de espanto), ni rellenos de cara a la galería, más bien al contrario, tramas cerradas con excesiva prisa... La sensación que tuve al salir del cine fue una mezcla de alegría (por las dos horas y media de buen cine), alivio (por no haber asistido a un nuevo despropósito), pero también tristeza. No sólo porque Star Wars ha echado el cierre, sino por cómo una historia tan atractiva ha sido desperdiciada con dos primeros actos que bien se podrían haber resumido en una hora y que han obligado a narrar el último episodio a velocidades hiperlumínicas para encajar todas las piezas.

A día de hoy sigo pensando lo mismo, aunque reconozco que este razonamiento peca de cierto ventajismo. No me explico cómo Lucas ha desaprovechado al mejor Jedi de la nueva trilogía, Qui Gon Jin (Liam Neeson). Como decía, tampoco entiendo por qué ha esperado al último episodio para contar todas esas cosas, y no lo ha ido repartiendo entre los anteriores. Veamos: lo del Anakin niño sencillamente sobraba (sólo se salva la carrera de vainas), aparte nos habríamos ahorrado el disgusto de Jar Jar Binks. Me hubiera gustado ver más Guerras Clon, en todo su esplendor y con IL&M de por medio en vez tener que tragarme una miniserie de dibujos animados, interesante sin duda pero dibujos animados al fin y al cabo. Otros personajes poco aprovechados (por las prisas) son el Conde Dokuu o Grievous.

Y así podría seguir durante unas horas, pero como he dicho, hablar solamente de lo que podría haber sido y no fue me parece jugar con ventaja. Puestos a jugar a ser directores de cine, he de decir que por ejemplo a mí nunca se me habría ocurrido iniciar el "Episodio III" con esos increíbles primeros 15 minutos. Ni la sobrecogedora orden 66. Ni el gran duelo entre Anakin y Obi Wan (cuentan las malas lenguas que esa parte la rodó su buen amigo Spielberg). Ni ese final. Prefiero disfrutar como así he hecho con esas maravillosas escenas, que existen y son reales, en vez de lamentarme por lo que no veré jamás.