Está claro, que el cine al igual que todo al final es casi cuestión de gustos y digo casi, ya que hay cosas que no se pueden obviar. Pero, en fin, si algo te resulta repetitivo, pretencioso y pedante, como es el caso, no le vas a dorar la píldora, se llame como se llame.

Es curioso el consejo que le das a tu sobrina, al principio de la película, creo que era algo así como, ¡ No escuches a tus padres, míralos y sabrás como es la vida ! . Si sigo tu consejo y te miro antes de ver tu cine, seguro que no veo una película tuya. No creo que sea necesario descripción, de lo que podría imaginar.

No te preocupes, seguiré repasando tu filmografía. En cualquier caso si te repites, no haces gracia, si cambias, igual la tienes.

Es una de esas muchas películas que estaba esperando revisarla para calificarla. Y...

Sorprende el no de la crítica británica en esta década a la crudeza y la misoginia que desprende esta historia, a pesar de no haber ni una gota de sangre. Por otro lado la crítica abrazaba sin reparos a la no menos buena Psicosis del gran Alfred Hitchcock. Dando al traste con la carrera de Michael Powel que acabó retirándose al cine australiano.

Sin embargo la sombra de esta magnífica película es alargada, ya que su influencia ha llegado a muchos y grandes directores como Martin Scorsese o en Blow up (1965) de Antonioni, hasta Tesis (1995), de Amenábar, pasando por el cine de Brian De Palma.

Tal vez a los críticos no les agradó que se les enseñase el día a día de un director de cine tan cruel, tal vez un creador de lo que después se vino a denominar como “snuff movies”.

Con rasgos hitchcockianos, Powell reflexiona sobre el lado oscuro de la persona, el voyeurismo, el fetichismo y la fascinación por la muerte. Al mismo tiempo también lo hace sobre el hecho cinematográfico y la profesión de cineasta.

Carl Boehm es un personaje tan taciturno, huraño, tímido y amanerado como su colega Norman Bates; y es que curiosamente Powell, esta vez en solitario, sin su fiel colaborador Emeric Pressburger, construye un thriller bastante parecido en su trama a “Psicosis”, curiosamente rodada y estrenada casi simultáneamente.

Al final nos queda este film para el culto que debiera ser visionado por todo cinéfilo.

Al igual que en el caso de Méliès, Porter en cuanto a aportación al cine es de (10), con Asalto y robo de un tren, en 1903, influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas, se reúnen para conseguir un conjunto coherente.

Asalto y robo de un tren tuvo un gran éxito y contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un espectáculo masivo. Las pequeñas salas de cine, conocidas como nickelodeones, se extendieron por Estados Unidos, y el cine comenzó a surgir como industria.

Pero aún así no creo que esté obligado a valorar la película como obra maestra, si reconozco la importancia e influencia que han tenido en el desarrollo del cine hasta la actualidad.

Para los que no lo han visto, creo que es de obligado cumplimiento el verla, ya que Georges Méliès es uno de los primeros cineastas, invitado por los hermanos Lumière a la innaguración de la primera representación del cinematógrafo, creado por estos.

Tanto Viaje a la Luna (1902) como El viaje imposible (1904), narran viajes extraños, surreales y fantásticos inspirados por Julio Verne y están consideradas entre las películas más importantes e influyentes del cine de ciencia ficción, además Méliès tuvo una gran influencia en el desarrollo de técnicas en el cine.

Una vez dicho esto, no creo que las películas deban calificarse o puntuarse por su antigüedad en el tiempo, insisto creo que para cualquier amante del cine es de obligado visionado, fuera de eso cada cual verá en concepto de que la puntúa.

Su mérito en cuanto a aportación al cine personalmente pienso que es de 10 ya que Méliès demostró y aportó entre otras cosas, que el cine no sólo servía para grabar la realidad, sino que también podía recrearla o falsearla.

Me resistía a hacer una crítica sobre alguna película de Richard Linklater, fundamentalmente por el concepto en que yo tengo su cine. Y es que en esta como en el resto de las películas que he visto siempre parte de la base de un mundo o una forma de vida elitista en lo económico, las formas, las expresiones y los pensamientos. Es cierto que no es el único director que refleja esto en su obra, pero tampoco lo es que no empatizo con estas circunstancias.
Al margen de lo anteriormente expuesto y centrándonos en la película presente, decir que, las fases de comedia se me antojan ridículas, las interpretaciones no sobresalen y el guión no me lleva a ningún lado. El personaje de Cate Blanchett está lleno de capas superficiales que no transmiten lo suficiente y este es fundamental, pue hablamos del personaje principal, un personaje complejo que en mi opinión no lo logra desarrollar del todo. Otro problema es como va contando la historia, a saltos de mata, narraciones de su hija por aquí, un documental de aquella manera por allá, que si un diálogo de Ted o una exposición muy breve de diversos personajes sobre ella. A veces incluso parece que se haya cortado y pegado la cinta sin miramientos, como si hubiera improvisación, prisa o se buscara encajar algo que no ha salido bien.